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dimarts, 31 de juliol del 2012

LA BELLESA DE LA VELLESA - Anna Serrat

Els avis necessiten molt poc, però el poc que necessiten ho necessiten molt.

Los abuelos necesitan muy poco, pero lo poco que necesitan lo necesitan mucho.



© www.annserrat.com




LA CIENCIA DE LA BELLEZA - Redes. Nancy Etcoff psicóloga del Harvard Medical School.

Durante mucho tiempo, predominó la idea de que las expresiones faciales de las emociones eran aprendidas culturalmente. En las últimas décadas, los científicos han descubierto lo opuesto: la forma de manifestar las emociones es innata e universal. Más recientemente, ha sucedido algo muy parecido con la percepción de la belleza.
Nuestra capacidad para apreciar lo bello no depende tanto de los cánones culturales sino de la biología, según le explica a Eduard Punset Nancy Etcoff, psicóloga del Harvard Medical School. La belleza es universal y, en definitiva, sirve para publicitar nuestra salud y fertilidad.



Entrevista de Eduard Punset con Nancy Etcoff, psicóloga de la Harvard Medical School, Estados Unidos. Boston, 18 de abril del 2011.

Los rasgos bellos son accidentes de la evolución biológica.
Nancy Etcoff
Eduard Punset:
Justamente hoy he visto la maratón de Boston, la maratón popular que, al parecer, fue laprimera del mundo. Bueno, creo que se celebró una maratón olímpica un año antes, en mil ochocientos noventa y algo… 96, creo. Sin embargo, ¿sabes? Lo que me ha dejado fascinado, al mirar a la gente que corría alrededor de Boston, es que había, de entre los 20.000 participantes (o incluso más) bastantes mujeres. Y he pensado: «estoy convencido de que en 1896 no había ninguna mujer corriendo por ahí», ¿no? ¿Han cambiado desde entonces las cosas para las mujeres?
Nancy Etcoff:
¡Los cambios para las mujeres han sido enormes! En su papel en la vida, su función en la educación, su profesión, su poder y visibilidad en el mundo, las actitudes de la sociedad hacia las mujeres… creo que la maratón es tan sólo una pequeña muestra de todo un siglo de cambios para las mujeres.
Eduard Punset:
Probablemente se pueda decir que, en la actualidad, incluso las feministas, o algunas feministas, han aceptado que el cabello largo y seductor, las caderas y labios prominentes… todo está codificado en nuestro cuerpo en cierto modo, y no se puede evitar, e incluso no se debe evitar.
Nancy Etcoff:
Sí. Creo que algunas feministas establecen una distinción entre la expresión cultural de la belleza (en algunos aspectos concretos) y el deseo innato de las personas de ser guapos, de contemplar la belleza. Y puede que digan: «no quiero llevar tacones porque, en esta sociedad, simbolizan tal y cual cosa», pero a la vez afirman que quieren unas piernas bonitas o un cabello maravilloso, o que les importa su aspecto físico.
Eduard Punset:
Lo que creo es que, en realidad, incluso quienes aceptan todo lo anterior son conscientes de que hay otras cosas que también son muy importantes, como los olores, las voces… ¿qué más? Los gestos, ¿no? O incluso las feromonas, ¿verdad?
Nancy Etcoff:
Sí, aunque creo que somos criaturas visuales. Si pensamos en nuestro cerebro, el 50% del procesamiento superior de la corteza cerebral es visual, así que nos regimos mucho por lo visual. No obstante, hay muchas otras claves que definen la belleza, el atractivo y la capacidad de gustar, entre las que se incluyen el olor, la manera de andar, las expresiones, el estilo, y otros aspectos sobre uno mismo. Y, desde luego, nuestra personalidad y preferencias se reflejan en nuestro aspecto tanto como en nuestros pensamientos.
Eduard Punset:
Nancy, sé que investigas… bueno, todo el mundo sabe que también investigas el tema de la felicidad. Y resulta que yo también he abordado ese problema en el pasado. Me parece sorprendente que la felicidad no tenga una dimensión de belleza, es decir, que la belleza no sea una de las dimensiones (de las dimensiones clásicas) de la felicidad. Hablábamos del nivel de ingresos, de las relaciones con los demás, de la salud, la educación, la religión… todas ellas se supone que son dimensiones de la felicidad. Pero la belleza no se consideraba una de ellas.
Nancy Etcoff:
Intentamos analizar este asunto, puesto que ha sido ampliamente ignorado. Evidentemente, cuando escribí el libro, busqué todas las publicaciones que pude acerca de la felicidad, que hace diez años recién empezaba a estudiarse, y descubrí que solamente había un par de estudios al respecto. Leí montones de artículos que describían las ventajas sociales de la belleza: cómo ayuda a conseguir un trabajo, a encontrar pareja, a prosperar en la escuela, en todas las fases de la vida… pero yo me planteé: «¿Cuál es el verdadero beneficio? ¿Son más felices los guapos? Y, si no lo son, ¿por qué?». Por aquel entonces, no había ninguna conclusión clara aunque, en general, los indicios sugerían que la felicidad no era algo que se pudiera conseguir con la belleza, igual que pasaba con los ingresos. Las pruebas más recientes apuntan a que quizá los más guapos no solamente sean más felices, sino que tal vez tengan incluso menos probabilidades de padecer depresión, así que quizá la belleza comporte un beneficio en lo que respecta a la felicidad. Además, no solamente hay que analizar el plus que aporta la belleza, sino también la penalización que conlleva la fealdad. Se ha descubierto que las personas poco atractivas sufren realmente una gran desventaja social y tienen másprobabilidades de sufrir una depresión.
Eduard Punset:
Es cierto que las personas más atractivas del mundo encuentran trabajo con más facilidad, pero que luego no lo tienen más fácil que los demás a la hora de conseguir un ascenso en el trabajo.
Nancy Etcoff:
Sí. En cierto modo, es como una magnífica carta de recomendación: la buena presencia te abre puertas. Pero lo que pasa después tiene mucho más que ver con las habilidades y lo que uno aporta al trabajo. De hecho, la belleza puede convertirse incluso en un inconveniente, porque esperarán más de ti. Hay muchísimos estereotipos: los guapos tienen que irradiar confianza en sí mismos y a la vez inspirar confianza, y si te alejas del tópico se te penaliza bastante más.
Eduard Punset:
Es increíble, ¿no? Al analizar las redes sociales y el papel que desempeña la belleza, hablas de una cosa que denominas «el sistema del placer». Se trata de un sistema muy extraño, a mí, por lo menos, me lo parece… dices que lo primero es el deseo carnal, las ganas de irse a la cama con alguien, muy bien. Pero también está la activación de la dopamina, que te hace sentir…embelesado por alguien.
Nancy Etcoff:
Sí, por una persona en concreto.
Eduard Punset:
Pero, a veces, sientes que querrías vivir para siempre con alguien, y eso, según afirmas, es porque entra en juego la oxitocina, ¿verdad?
Nancy Etcoff:
Sí, y el apego.
Eduard Punset:
Pero lo increíble es que explicas muy fácilmente (no sé si es verdad, imagino que sí) explicas muy fácilmente los problemas. Y los problemas surgen porque a veces, en la primera fase, sientes que quieres vivir con alguien para siempre, pero a la vez te gustaría acostarte con otra persona, o te sientes atraído por otra. Y esta mezcla de placeres es lo que desestructura las relaciones sociales y familiares. ¿Es así como lo ves?
Nancy Etcoff:
Los tres sistemas existen, y realmente se pueden observar en el cerebro, ¿sabes? El deseo carnal, el embelesamiento, el apego. ¡Y tienen objetivos biológicos distintos! Como bien has dicho, el deseo carnal no es más que la atracción sexual hacia alguien, las ganas de procrear; pero también está el embelesamiento con una pareja en la que tal vez te centres y con la que puedas tener hijos, y luego está el apego, que es un vínculo para toda la vida. En realidad, se pueden sentir los tres a la vez, lo cual puede convertirse en una gran fuente de infelicidad para algunos y demuestra lo complicado que es trasladar el sistema del placer del cerebro a nuestras ideas sobre qué es una vida feliz. Desde luego, alguien puede estar felizmente casado y, sin embargo, sentirse embelesado por otra persona que acaba de conocer, y puede sentir a la vez deseo sexual por una tercera persona. ¡Ocurre! Y, en parte, ocurre porque nuestro cerebro está configurado para que pueda ocurrir.
Eduard Punset:
Me gustaría saber tu opinión sobre algo que también has dicho y que fue una novedad en el debate sobre la belleza. Dijiste algo así como que no existe ninguna moda universal. Bueno, salvo por el hecho de que queremos volver visibles algunas zonas concretas, partes eróticas del cuerpo. Pero, aunque no exista una moda universal, sí que existe una belleza universal. ¿A qué te refieres?
Nancy Etcoff:
Me refiero a que existe una geometría abstracta de la belleza que se basa en la biología, y a que nos gusta ver señales que publiciten nuestra salud y fertilidad, que se expresan en un pelo seductor, una piel suave y sin imperfecciones, la forma de reloj de arena de las mujeres. Y en los hombres en la zona superior del brazo y la fuerza de la parte superior del cuerpo… y nos resultan atractivos porque aquellos de nuestros antepasados que eran así sobrevivieron y se reprodujeron y nosotros estamos aquí para contarlo. No hay ninguna cultura que diga, por ejemplo, que la piel con muchas imperfecciones sea especialmente atractiva, o que el cabello débil y endeble sea cautivador; existen señales universales de salud y además respondemos a las diferencias entre hombres y mujeres, que también nos resultan muy atractivas. Si exageramos lo más diferente en un rostro femenino respecto a un rostro masculino, o en un cuerpo femenino respecto a un cuerpo masculino, también tenderemos a encontrarlo atractivo. Las mujeres tienen mandíbulas más gráciles, más pequeñas, ojos más grandes, suelen tener la frente más ancha… el rostro de las mujeres difiere en varias cosas respecto al de los hombres y, si se exageran las diferencias, nos parece más bonito. Si reducimos la cintura de una mujer un poquito más, resultará atractivo. Lo mismo ocurre con los hombres… aunque, en su caso, hasta cierto punto: si un hombre resulta demasiado hipermasculino, las mujeres creerán que tiene un aspecto… ¡jajaja! Un poco neandertal, quizá.
Eduard Punset:
Demasiado.
Nancy Etcoff:
Sí. Mejor no exagerar la masculinidad demasiado.
Eduard Punset:
Me recuerda al argumento de un debate que duró mucho tiempo y que creo que Ekman zanjó, en el sentido de que solía decir algo parecido, aunque no acerca de la belleza sino de las emociones, ¿no? Decía que, al final, hay una manera universal de expresar las emociones. Y es más o menos la misma en todas partes.
Nancy Etcoff:
Sí. Fue mi punto de partida para analizar la belleza. Había estudiado las expresiones faciales, había realizado un estudio con Paul Ekman, y se me ocurrió que se podían plantear preguntas muy parecidas acerca de la belleza. En cuanto a las expresiones, él afirmaba que puede haber reglas distintas a la hora de mostrar las expresiones en las diferentes culturas (por ejemplo, si hay que reír o no en un contexto determinado). Del mismo modo, la manera en la que se hace gala de la belleza puede variar… Pero, en el fondo, existe una especie de contexto universal de lo que nos parece bello.
Eduard Punset:
Nancy, ¿qué hay de la antigua pregunta (que han estudiado los neurólogos y también los psicólogos) de si el cerebro tiene o no tiene sexo? ¿Y cuáles son las cosas que contribuyen a eso, si es que hay alguna? Por supuesto, la mayoría de estas diferenciaciones tienen un carácter evolutivo, ¿pero cuáles son? Es decir, ¿tenemos una idea más clara acerca de las diferencias entre el cerebro de los hombres y el de las mujeres?
Nancy Etcoff:
La idea de las diferencias entre sexos en el cerebro sigue siendo muy controvertida, pero observamos diferencias claras entre el cerebro masculino y femenino en muchas áreas cognitivas y áreas emocionales distintas. Eso sí, como con cualquier otra diferencia, se producen también solapamientos. Ni mucho menos podemos afirmar que el cerebro masculino y el cerebro femenino sean totalmente distintos; hay mujeres que son más como los hombres, y hombres que son más como las mujeres. Sin embargo, algunas diferencias están ahí. Una de ellas es que, al parecer, el cerebro femenino está más predispuesto para la empatía. Eso no significa que los hombres no puedan empatizar también… Y los hombres tal vez sean más propensos a la sistematización, ¿sabes? A tener una teoría sobre cómo deben funcionar y funcionan todas las cosas.
Eduard Punset:
Sin embargo, la empatía (o la mayor propensión a la empatía en el caso de las mujeres) tiene un origen evolutivo. Me refiero a que realmente se debe a que en las cuevas debían ocuparse de los hijos, y es imposible cuidar a un niño si no puedes empatizar con él o ponerte en su lugar.
Nancy Etcoff:
Exactamente. Está el instinto maternal, pero también la cooperación y las coaliciones que forman las mujeres. Cuando nos vemos sometidos a estrés, se produce una respuesta de luchar o escapar, una respuesta agresiva o una respuesta que consiste en marcharse. Sin embargo, en el caso de las mujeres, suele haber un intento de forjar amistades, formar coaliciones, cooperar entre sí… hay distintas estrategias evolutivas que pueden funcionar mejor para las mujeres y para los hombres.

dilluns, 30 de juliol del 2012

MENSAJES CON ALMA. Miguel Benavent de B.

Para muchos el teléfono móvil -o celular- es un incordio! Sin quererlo, estamos permanentemente conectados al mundo con él, dejando sin límites la privacidad, los momentos necesarios de concentración o esa desconexión del mundo, que de vez en cuando necesitamos. Cuánto tiempo ha pasado desde que solo podíamos recibir llamadas en nuestro domicilio o en nuestro lugar de trabajo? Y cuando no estabas, nadie respondía! Aún recuerdo lo rápido que regresabas a casa o a la oficina para poder recibir esa llamada que estabas esperando! Ya fuera la mujer de tus sueños o ese cliente que todos buscamos y que quería contratar nuestros servicios! Y cuántas horas frente al teléfono fijo, esperando que sonara y cuyo silencio presagiaba lo peor, cuando esa llamada no llegaba!
De todas formas, deberíamos recordar que el teléfono móvil no es más que un aparato, un dispositivo más en nuestra vida! Lo importante no es su forma o sus funciones, sino lo que llega a través de él. Puede traerte la felicidad o bien, la infelicidad, depende de cada llamada! Cada una de ellas tiene un mensaje único e inequívoco, según quien realice la llamada, su mensaje y el momento en que llega! Por eso, el móvil -o celular- no es en sí ni bueno, ni malo, sino es un instrumento más en nuestra vida ordinaria, cada día más tecnificada y, teóricamente, más cómoda. El estar localizable en todo momento y en cualquier lugar es una comodidad… si sabemos ponerle límites a esa accesibilidad y nos atrevemos a no contestar, según quién llame o en qué momento. Muchos piensan que estar permanentemente localizados en el teléfono es un deber, una efectiva manera de controlarnos, además de una posibilidad que hace más fácil nuestra vida. También es verdad que, mal que les pese a algunos, tener un móvil es una opción libre, a la que nadie te puede obligar con el pretexto de estar siempre y en todo momento localizable!
Precisamente en estos tiempos en los que la comunicación está al alcance de todos es cuando -paradójicamente- hay más incomunicación, malos entendidos y más soledad! Y, a la vez, nos priva de momentos importantes con uno mismo! Como toda en la vida, el teléfono móvil es algo que nos libera o nos esclaviza, en función de la operatividad y el sentido que le demos. En algunos casos es efectivamente una ayuda para permanecer conectados con esas personas que conforman nuestro entorno personal o profesional; en otros momentos, es un incordio la insistencia de sus llamadas, así como el deber auto-exigido de responder siempre que suena, estés donde estés y en todo momento. Supongo que, como suele pasar, lo mejor es mantener el equilibrio entre el valor de la palabra y el del silencio, en el momento preciso!
Aunque por mi trabajo como consultor -especializado en gestión de crisis- tengo el hábito adquirido de estar permanentemente conectado -incluso por la noche, mientras duermo-, con el tiempo he aprendido a no sentirme obligado a contestar o bien con el derecho a desconectar el teléfono, en mis momentos conmigo mismo. El móvil, la verdad, es una poderosa herramienta que nos une, que ha conformado una nueva manera de vivir y tiene su propio valor añadido en nuestra vida! ¿Qué haríamos sin móvil?, piensan algunos. Pues vivir lo que vivimos y lo que siempre hemos vivido! Un móvil no sustituye un paisaje, ni una mirada de amor, ni tan siquiera una sincera sonrisa. Como tampoco lo hace Internet, a pesar de no tener fronteras, ni límites!
Pero pueden ser una puerta abierta, solo hay que atreverse a entrar en ella. A mí el amor me llegó gracias a esas tecnologías. ¿O es mi corazón abierto, lo que propició su llegada? Cuando al fin logras abrir tu corazón, el camino de entrada y de salida es lo de menos… ya sea el móvil, Internet o la esperanza de una mirada que justifique lo que ya sientes dentro y deseas compartir, cada minuto del día. Es entonces cuando aprendes que todo eso ya estaba dentro tuyo… solo esperando que fuera descubierto y resonara en el corazón de quien te ama desde siempre -tal vez sin saberlo-… te llame o no! Llega ese momento mágico y singular en que un simple “toke”, un guiño cariñoso en el preciso momento o las palabras siempre demasiado limitadas de un mensaje o un chat, se convierten en un poderoso mensaje entre dos corazones! Incluso, a veces, lo hace un silencio o una desconexión temporal, aunque siempre nos parezca demasiado larga o para siempre! El amor no necesita zapatos -ni móviles o Internet- para seguir avanzando, paso a paso…
Si me lo permites, te diré mi secreto. En todo caso, la vida también me ha enseñado que se puede estar permanentemente conectado -presente en su vida, en todo momento- con alguien especial, sin necesidad del teléfono o Internet, a través del Alma, lo que no es siempre fácil ni extensible a cualquier persona de mi entorno! Para ello, no hace falta tener buena cobertura telefónica, ni un terminal de última generación con conexión a Internet, tan solo basta estar conectado con el Alma de uno mismo y seguir sus señales inequívocas y eficaces, para sentirte siempre cerca de esa persona especial que habita nuestro corazón, esté cerca o lejos de nosotros!
Es un privilegio que pocos tenemos, mucho más eficaz y económico que cualquier tecnología, además de que el tiempo no pasa entre llamada y llamada, en este mundo en que algunos creen que el tiempo es oro, cuando es más importante una emoción sentida para siempre en el Alma, a través del corazón, aunque a veces sea con un emoticón… o un simple y significativo silencio, compartido!

www.contigomismo.com

"El fracaso significa haberlo intentado, merece un aplauso". Javier Iriondo. La Contra de La Vanguardia.

Javier Iriondo, exdeportista de élite, hoy experto en marketing y desarrollo personal

Tengo 45 años. Nací en Vizcaya y vivo en Valencia. Separado, tengo 4 hijos. Abandoné los estudios por el deporte. Soy miembro ejecutivo de una gestora de proyectos en Brasil. Los partidos políticos se han convertido en sectas, sólo creo en las personas. Tengo mi fe particular.

El sueño americano
A los 20 años cumplió con creces su sueño: triunfar en América como deportista de élite. Pero el sueño duró ocho meses, al cabo de los cuales se convirtió en un fracasado, en un orillado del sueño americano. Lo perdió todo y comenzó a reconstruirse con deporte y libros de autoayuda llevados a la práctica. Quince años después ha escrito una novela, Donde tus sueños te lleven (Oniro), que tiene mucho de biográfica y que arranca con una dedicatoria que de por sí sitúa al lector en las cosas esenciales: "Dedicado a mis porqués, Kelly, Kevin, Kimmy y Keith (sus hijos)". Y que termina con una frase que resume su camino: "Ahora sabes que tu pasado no determina tu futuro".

Mi horizonte siempre fue América, y gracias a la pelota vasca lo conseguí, aunque el camino estuvo plagado de ladrones de sueños.

¿Ladrones de sueños?
Sí, todos esos que te dicen: "Tú no puedes, mejor te dedicas a algo productivo". Gente con buenas intenciones y con malos consejos producto de sus miedos. Uno debe tomar sus propias decisiones aunque se equivoque una y otra vez.

¿Y qué fue de su sueño?
Se convirtió en una pesadilla. Llegué con 20 años a EE.UU. orgulloso de ser un jugador profesional, pero al cabo de ocho meses comenzó una huelga de pelota vasca que duró dos años. El dinero se acabó, pero no las facturas. Había unos cuantos esquiroles y yo estaba en un piquete, insultando a todo el mundo, lleno de rabia.

Una situación delicada.
Aquello se convirtió en un infierno tóxico y cruel. El ambiente era tan negativo que muchos nos entregamos al alcohol.

¿Adiós al sueño americano?
Me convertí en mi gran enemigo. El único momento en que no me torturaba era cuando estaba borracho como una cuba. Mi mente me decía: "No vales para nada, no tienes estudios, no tienes recursos y estás solo". Un día me encontré tirado en el suelo sobre mis propios vómitos, gritando al cielo y considerando la opción del suicidio.

Pero decidió vivir.
Comencé a hacer deporte seis horas diarias y conseguí un trabajo de guardaespaldas. Ante una situación como la que yo viví, o ante esta crisis, nos sentimos inocentes.

El victimismo destruye.
Sí, y ahora hay demasiada gente adscrita al club de la queja. Hay que protestar, pero si sólo hablas de lo malo, lo perpetúas.

Hay que tomar perspectiva.
El entorno nos influye mucho más de lo que pensamos, afecta a nuestra manera de pensar y de vivir. Deberíamos ser conscientes de que cada vez que abrimos la boca somos para el otro una influencia: destruyes o construyes. Es estéril repetir como loros malas noticias, ser un agorero.

Hábleme de su experiencia.
El "todo es una mierda" colectivo me dejó sin capacidad de reacción, así que hui de ese entorno y busqué, por primera vez, ayuda en los libros. Me leí sesenta en un año.

¿Y qué leía?
Autoayuda, y me fue muy útil: gané autoestima poniendo en práctica los consejos que leía. Al cabo de tres años volví a España.

¿Qué ideas le transformaron?
No puedes pretender que las cosas cambien si piensas y actúas de la misma manera. Si quieres conseguir algo, tienes que convertirte en la clase de persona que lo merece.

Disciplina.
Sí. Todos hemos tenido proyectos ilusionantes, pero a menudo el miedo nos asalta y se quedan por el camino. Para vencer esos miedos has de conquistarte a ti mismo y entender que lo importante no es lo que consigues, sino la clase de persona en la que te conviertes durante el proceso.

El fracaso no tiene consuelo.
Hay que desmitificar el fracaso en este país; si el Barça pierde un partido, el titular: "El Barça ha fracasado" está garantizado. El miedo vende. Pero el fracaso significa haberlo intentado y merece un aplauso.

¿Y el consuelo?
El consuelo es lo aprendido, los fracasos esculpen el carácter. El que no tiene problemas es el que está en el cementerio.

De acuerdo.
La sociedad de consumo ha condicionado la valoración de las personas en función de logros muy banales, para ser hay que tener. El mantra del ego es más: cuanto más tenga, más soy. Nos hemos convertido en animales incompletos que siempre queremos lo que no tenemos.

¿Qué fue de usted?
Me convertí en un experto en marketing y empecé a dar conferencias por el mundo. Pero antes me pasé dos años reprogramando mis pensamientos, consciente de que somos esclavos de nuestra mente y de que cada vez que señalas con un dedo hacia fuera, tres te apuntan a ti.

Está hablando de responsabilidad.
Sí, un sentimiento esquivo. Todo el mundo entiende que si quieres estar bien físicamente tienes que cuidar lo que comes; la mente es igual: si alimentas tu mente de pensamientos basura, tendrás una mente basura.

¿De qué otros fracasos ha resurgido?
De la ruina y de la separación. A los 40 años sentí que ya había llegado y dejé de formarme, de tener metas, y empezó la caída. Sin motivo aparente sentía frustración y tensión, estaba mal conmigo mismo.

Todo lo que sube baja.
En la vida no hay una meseta a la cual llegar: "Aquí me planto". Nos creamos una foto de futuro: "A estas alturas de la vida debería tener una familia feliz, hijos modélicos, y estabilidad emocional y financiera".

Una película de Walt Disney.
Sí, y comparamos lo que se supone que debería ser nuestra vida con la realidad, y si el presente no cuadra con las expectativas, sentimos que nos falta algo.

Así es.
La plenitud personal es estar en el camino, seguir mejorando, somos aprendices de por vida; y para estar alegre no hay nada mejor que ayudar a otros.

"Hazlo bien o no lo hagas en absoluto". Frases para cambiar vidas.

Autor: Ray Charles
"Esa frase proviene de mi madre. Si hay algo que quiero hacer, yo soy una de esas personas que no estarán satisfechas hasta lograr que se haga. Si estoy tratando de cantar algo y no puedo conseguirlo, seguiré con ello hasta llegar adonde yo quiero."
De vez en cuando, me gusta repasar la trayectoria de algún personaje que lograra el éxito en su parcela profesional, aun por encima de las expectativas que los demás tenían sobre él o, incluso, sobreponiéndose a circunstancias que hubieran abatido a cualquiera. Considero que el conocimiento de cómo otros, probablemente con menos herramientas y oportunidades de las que nosotros disponemos, consiguieron triunfar, nos puede aleccionar y darnos ese plus de coraje que pudiera faltarnos para ir sin excusas a por lo que queremos.
También, me apasiona indagar en sus biografías y encontrar las personas que les ayudaron a triunfar. Todos necesitamos de alguien que crea en nosotros, por encima incluso de lo que nosotros creemos en nosotros mismos. Gente que nos provea de la fuerza y el aliento precisos, cuando flaqueamos ante retos que nos parecen enormes.
Hoy quisiera evocar la trayectoria, más vital que profesional, de uno de los mayores tesoros de la música estadounidense: Ray Charles.
Es un misterio cómo la música catapultó a este joven pobre, negro, ciego y 'huérfano ambulante', de familia en familia de adopción, a convertirse en una figura mítica del Rhythm & Blues y del Jazz, haciendo de este último estilo algo asequible y respetable para el público en general.
Ray Charles hablaba así de la persona que le ayudó durante su infancia:
"Si no hubiera sido por Wiley Pittman, no creo que hubiera llegado a ser músico. Éramos vecinos. Tenía un pequeño café, y en él tenía un piano. Todas las tardes, alrededor de las 2:00 pm, se ponía a practicar. Yo tenía entonces tres años y aún no sé por qué todo el día me pasaba esperando que llegase ese momento. Me encantaba sentarme junto a él y escucharlo tocar y yo dejé de jugar como un niño. No me importaba que estuvieran en el patio mis amigos, o quien fuera, yo prefería el piano."
"De vez en cuando, para intentar imitarle tocaba las teclas con los puños cerrados y Wiley me decía: "Mira hijo, no toques las teclas así si te gusta la música tanto." Así que empezó a enseñarme a tocar pequeñas melodías con un dedo. Y, por supuesto, me di cuenta mucho después que bien podría haberme dicho, "Niño, aléjate de mí, ¿no ves que estoy practicando?"
"Pero no lo hizo. Se tomó su tiempo en enseñarme. De alguna manera, él sabía en su corazón que a ese chico le gustaba tanto la música, que debía de hacer todo lo que pudiera para ayudarlo a aprender a tocar."
Ray Charles también evocaba la figura de su madre con veneración: "Siempre me acuerdo de mi mamá. No era lo que se dice una mujer bien educada. Ella fue poco tiempo a la escuela, porque tenía que trabajar en los campos de maíz y de algodón, pero era una gran psicóloga. Ella sabía las cosas que yo sentía y que nadie parecía darse cuenta sobre mí."
"Quería, que a pesar de mi ceguera, yo fuera tan normal como cualquier otro niño. Lo que significa que me obligó a hacer todo lo que otros niños hacían. Tuve que lavar la ropa, tuve que limpiar la casa, tuve que cortar la madera con un hacha…"
"Ella siempre me enseñó que incluso la gente que te quiere no va a tener tiempo para ocuparse de ti, tanto como quieres que ellos se ocupen. Así que tienes que aprender a hacer cosas por ti mismo. Tienes que encontrar un camino. Puede que no sea capaz de hacerlo como una persona con vista, pero hay diferentes formas de hacerlo todo. Solo tienes que encontrar la que más se adapte a ti."
Ray Charles Robinson, perdió la vista durante su infancia, a los siete años, a consecuencia de un glaucoma. La revista Rolling Stone lo nombró #10 en su lista de los 100 mejores artistas de todos los tiempos. En 2009, la misma revista, publicó la lista de los 100 mejores cantantes de la historia, elegidos por otros artistas y profesionales relacionados con la música. Entre todos ellos, Ray Charles fue nombrado mejor cantante masculino y como el segundo mejor cantante de todos los tiempos, solo superado por Aretha Franklin.

diumenge, 29 de juliol del 2012

RELACIONES. Cortometraje.

Una pareja pasea por un parque de atracciones. Cortometraje ganador del gran premio del jurado en la V edición del Notodofilmfest
Actores: David Tiburcio, Mireya Beryl
Guión/Dirección: Oriol Puig Playà
Director de fotografía: Eladio Sánchez Agudo
Música: David Ummmo (música original), Ivan Roca (cover)


'Atracciones' es un corto escrito a chorro, de una sola sentada, durante un periodo sentimental especialmente convulso, en el que tanto mis ánimos como mis riñones gozaban de una salud precaria. Aún siendo a todas luces un corto plagado de imperfecciones, le guardo especial cariño por lo que tiene de instintivo y sincero. No hay en él cálculo alguno, más allá de intentar plasmar las angustias y pequeñas miserias que me agobiaban en aquel entonces. Yo siempre he defendido –aunque casi nadie me tome en serio- que bajo el sarcasmo de “Atracciones” subyace cierta reivindicación romántica. Al fin al cabo, mi intención no era otra que mostrar en clave de humor lo deprimente de ciertas relaciones sentimentales “adultas”, más asentadas en miedos e inseguridades personales que en una verdadera atracción hacia el otro. Rodamos el corto en el parque del Tibidabo durante un día y medio, con un equipo muy reducido de personas totalmente entregadas al proyecto. Fue un rodaje caótico y repleto de inconvenientes en el que a ratos me entraban sudores fríos pensando en lo que podía salir de allí. Al final quedó esto.

Oriol Puig Playà

dissabte, 28 de juliol del 2012

Reinventando el #positivismo. Álex Rovira: “¡Vive y deja vivir!”.

Hoy tenemos el placer de compartir con vosotros la segunda entrevista que realizamos en el marco del evento sobre pensamiento positivo ‘Ahora tú‘. Hablamos con el escritor y conferenciante, Álex Rovira. Sus artículos contienen sabios consejos y un discurso poético que, por sí solo, despierta el mejor #positivismo. Disfruten y aprendan con sus palabras y, como él mismo nos dejó escrito en su cita: “¡Vive y deja vivir!”

¿Cómo definirías ‘Ahora tú’ en 140 caracteres?
Conócete a ti mismo, sé quien eres, entrégate a la vida…

¿Es sintomático que en las actuales circunstancias sociales proliferen los eventos sobre reinvención e inteligencia emocional?
‘Ahora tú’ ha sido la iniciativa de una persona. Con esto quiero decir que los grandes proyectos nacen en ocasiones de una gran idea y de una única persona que es capaz de congregar la ilusión de otras muchas.

¿Pero por qué en este momento?
Porque el desánimo, el pesar y la resignación están tomando muchísima fuerza, y con todos los motivos. No dejan de organizarse eventos de esta naturaleza. Por ejemplo, ahora que viajo con frecuencia a América Latina te puedo decir que están proliferando muchísimo. Al final es un encuentro para las personas que quieren crecer, aprender, cambiar, evolucionar y, sobre todo, cuestionarse. ¡No dejen de hacerse nunca preguntas!

En nuestro blog, cada día intentamos impulsar a la reflexión y ayudar a nuestros lectores a tomar decisiones inteligentes en el ámbito personal, en el financiero, en el digital… ¿Cómo tomar verdaderas #decisionesinteligentes?
El pensamiento nos lleva a la conclusión, pero lo que nos lleva a la acción es la emoción. Einstein decía que normalmente llegamos a una conclusión cuando nos cansamos de pensar. Yo creo que nos cansamos muy a menudo de pensar. Las #decisionesinteligentes para mí tienen que movilizar varias dimensiones:
Confiar: sin confianza no decides. Instalar confianza en ti mismo y en los demás para arriesgarte.
Querer: querer y amar aquello que vas a hacer o emprender. Y también, querer como acto de voluntad para tirar adelante.
Saber: Cuestionarte, formarte, prepararte, analizarte, revisarte… Aprender, desaprender, aprender.
Probar: ¡equivócate! Inteligencia práctica, ensayo y error para mejorar.
Una decisión inteligente moviliza todos los centros (emoción y acción) es un feedback continuo. Y recordemos que decidimos con el corazón, no con la cabeza.

¿Cuál ha sido la decisión inteligente más importante que has tomado en tu vida?
Tener a mis hijos y comprometerme con mi pareja.

A nosotros nos gusta pensar que estamos ante un Nuevo Positivismo, aunque puede que no sea tan nuevo, sino simplemente que se tenga más en cuenta. ¿Cuáles serían para ti los puntos básicos de ese pensamiento?
Sinceramente no sé si hay un Nuevo Positivismo, pero sí me gustaría que existiese una evolución de la conciencia, un camino hacia una conciencia de mayor solidaridad, sobriedad y cooperación. Hacia lo que la tecnología nos está mostrando: somos uno. Pero pongamos belleza, sentido y amor a esa tecnología.

En una sociedad de hiperconectividad y geolocalización, donde lo social gana la partida, ¿dónde queda el individuo?
El individuo está en el nódulo de lo social. El individuo es el punto en la red desde el cual se despliega el universo. El individuo es como la gota en el mar, es gota y mar, es punto y red, es origen y final, es alfa y omega. Lo es todo.

Redes sociales: ¿cambio o transformación?
Transformación. No obstante, las redes sociales me merecen un respeto reverencial. He estado analizándolas muy a fondo, de hecho he entrado en Facebook hace apenas dos semanas y voy a entrar en Twitter dentro de poco. Primero he observado hasta decidir cómo quiero ser Yo en la red. Allí quiero aportar valor, belleza, buenos vídeos, imágenes y poemas. Quiero regalar al mundo aquello que me transforma a mí. No es importante que la gente sepa mis circunstancias, sino aquello que por dentro me llena y eleva. Esta es la grandeza de las redes.

Crisis a nuestro alrededor y boom social, ¿mera coincidencia?
Crisis, crisálida, crisol. Toda crisis supone la emergencia de una nueva conciencia, más humana, pura, revolucionaria y solidaria.

¿Reinventarse o morir?
Reinventarse y resucitar.

divendres, 27 de juliol del 2012

ALEGRIA, BELLAS IMAGENES ACOMPAÑADAS DE UNA CANCIÓN GENIAL.

Una lectora del blog, Marga Arévalo, quiere compartir con todos nosotros estas bellas imágenes acompañadas de la canción Alegria del Cirque du Soleil.

Bellas imágenes y genial canción, muchas gracias Marga!.




"Deja ya de engañarte. Eres la causa de ti mismo, de tu tristeza, de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso o de tus éxitos, alegría y paz". Frases para cambiar vidas.

Autor:: Jorge Santamaría.
Hay veces, da la impresión, de que no contemplamos más alternativa para superar una situación que no nos encaja que automentirnos. Sea con el afán de salir de un laberinto que aparentemente no tiene salida, o no queremos verla, o como medida para salvar nuestro orgullo excusándonos de nuestros fracasos, o como forma de escapar de aquello que no comprendemos o que sí comprendemos... pero nos gustaría pensar que es diferente.
El autoengaño se define como el proceso de negarse a racionalizar importantes evidencias y argumentos lógicos que son opuestos a los propios.
Y resulta curioso el efecto, porque parece que cuando nos autoengañamos se nos apaga de repente la luz interior de la lucidez y dejamos de reconocer la realidad de una situación tal cual es. Asumimos la creencia errónea, sin más, y lo que pensamos lo damos completamente por cierto, hasta el punto de poder persuadir con nuestro argumento equivocado a cualquiera... cuando sólo estamos creyendo lo que más nos conviene. Y llegamos a asumir tan bien nuestras propias mentiras, que nadie -nosotros mismos incluidos- seríamos capaces de diferenciarlas de la verdad.
Digamos que el autoengaño es una vía para la supervivencia, y si bien puede ser saludable autrocreerse, por ejemplo, que una situación no es tan dramática como lo es en la realidad, hacer de ello un recurso habitual para cualquier trance desagradable, nos llevará a una especie de realidad paralela en la que las cosas nunca son como realmente son, sino como nos decimos que son.
Si los éxitos que conseguimos son producto de nuestra competencia y habilidad, los de los demás también lo serán, ¿no? Es poco razonable que pensemos que los otros siempre alcanzan sus logros como producto de un golpe de fortuna o porque el destino es  más benévolo para con todo el mundo, pero no para con nosotros.
Contra el autoengaño, la racionalidad. Algo muy habitual también, es esperar el cambio de carácter o de forma de ser de una persona que nos decepciona permanentemente. “Ya cambiará”, es la eterna letanía; pero ese cambio nunca llega y, probablemente, nunca llegará y mientras tanto se vive en la ilusoria idea de que sí es posible... y van pasando los años y todo permanece igual.
Reflexión final: ¿Por qué te sigues mintiendo, si al final tendrás que contarte la verdad?

LAS CIRCUNSTANCIAS DE TU NACIMIENTO SON TU GUION - Maria Luisa Becerra. La Contra de la Vanguardia

Tengo la edad de mi joven corazón. Nací en Barcelona y vivo en Cardedeu. Soy renacedora y terapeuta de constelaciones familiares sistémicas. Tengo seis hijos (de 47 a 33 años) y cinco nietos. ¿Política? Soy libre. ¿Creencias? Soy libre. ¿Afición? Las artes. Reviví mi nacimiento.


MEMORIA BIOLOGICA
Esta señora ha nacido dos veces: una cuando la parieron, otra cuando se parió. Dice que protagonizó una sesión de 'rebirthing' (renacimiento) que la retrotrajo a la memoria biológica de su propio nacimiento, y que recuperar esa información primordial la ayudó a mejorar su vida. Dicha técnica de "renacimiento" pasa por unos ejercicios respiratorios capaces -dice- de reactivar antiguas memorias emocionales empaquetadas en tu sistema cerebroespinal. Así puedes rastrear pautas que imprimió en tu personalidad el lance de tu nacimiento: Becerra (www.marialuisabecerra.com) anuncia que puedes modificar tales pautas si tomas conciencia de ellas. Ella asegura haberlo experimentado.

Nacer o no nacer: ¿esa es la cuestión?
¡Desde luego! ¡Shakespeare! Quizá un día merezcamos no nacer...

Entretanto, nacemos.
Recibamos, pues, al que nace, del modo más amoroso y consciente posible.

¿A qué se refiere?
A que padre y madre lo deseen desde su concepción, que lo amen durante la gestación –venga niño o niña–, que acojan sin posesividad a ese bebé que les ha elegido, que lo arrullen sin que nadie se lo lleve aparte...

Perdón: ¿el bebé elige a sus padres?
Míralo así, es bonito: todo bebé nace por algo. Y las circunstancias de su nacimiento serán el guión de la película de su vida...

¿Qué circunstancias?
Tu parto imprimió en ti una huella profunda: ¡guardas memoria celular de ese lance!

¿Sí? Pues yo no recuerdo nada...
Pues lo viviste, y eso modeló aspectos de tu identidad, de tu personalidad.

¿Qué aspectos?
Tiene que ver con ser más o menos luchador o apático, más lanzado o inseguro, rabioso, tímido, seductor, o negarte el éxito...

¿En qué se basa para afirmar esto?
Lo he experimentado yo misma.

¿Cómo?
Reviví mi nacimiento: recuperé memoria de lo sucedido..., ¡y eso me ha llevado a mejorar! Y hoy ayudo a otros a hacer lo mismo: esa experiencia te permite entenderte y, así, superar bloqueos que te mortifican...

¿Qué experimentó usted?
Yo había asistido como doula (comadrona coach) en tres mil partos..., y en cada parto intuía que había algo más de lo que veía... Y en un congreso de ginecología y obstetricia, conocí a Leonard Orr...

¿Quién?
El creador del rebirthing (renacimiento), técnica de respiración circular consciente que te permite reconectar con tu memoria perinatal: afloran memorias atascadas. Quedé en posición fetal, sentí grandes dolores... hasta que un grito brotó de mis entrañas…

¿Nacía?
¡Lo reviví, sí! Y fue así como entendí que el dolor de cabeza que yo sentía  cada vez que asistía a un parto... ¡era recuerdo del dolor de los fórceps con que me extrajeron a mí!

¿Ha contrastado eso?
Mi madre me lo ha confirmado. Y en mi renacimiento visualicé unas llamas..., y luego mi madre me ha explicado que, por un apagón, nací a la luz de muchas velas. ¡Hay que ver hasta dónde llega nuestra memoria!

¿Hasta dónde?
A rememorar el frío que sentiste al nacer, los dolores, que papá no estaba, los abusos...

¿Qué abusos?
Lo es una cesárea injustificada: extraído, a ese bebé le han robado su nacimiento, ¡no ha podido ni nacer! ¡Qué impotencia sentirá en su vida! Padecerá de falta de vitalidad.

¿Por qué?
Porque estará sintiendo que vivir implica dañar a alguien a quien ama (su madre).

¿No es esto demasiado determinista?
Se trata de un guión general, tamizado en cada caso por otras  circunstancias... Si te haces consciente de esto, puedes aceptarlo, amarlo ¡y transformarlo desde la consciencia! Las memorias, pues, pueden sanarse.

¿Qué guión tengo si nací con anestesia?
En momentos públicos cruciales, los sentirás como un sueño, no vivirás vívidamente.

¿Qué guión tengo si nací con fórceps?
“La ayuda hace daño”: te costará dejarte ayudar, serás muy autosuficiente..., con enorme desgaste. Y en momentos de tensión, te dolerá la cabeza.

¿Y si nací de culo o de pie?
“Voy siempre al revés, no encajo”, sentirás. Y si lo primero que mostraste son tus genitales, sentirás rechazo hacia tu sexualidad.

¿Y con el cordón umbilical alrededor del cuello?
“Para vivir, debo luchar”: te meterás en mil enredos, pues identificarás vida con lucha. Y eso también desgasta mucho...

¿Y el bebé que empieza a nacer y le obligan a esperar unos minutos?
Pasó con uno de mis hijos... y siempre que está a punto de algún logro, ¡se frena!

Suena a chiste...
No lo es. Los nacidos de parto inducido esperan siempre a que alguien les empuje o induzca para actuar.

¿Y los bebés prematuros?
Tenderán a querer resolver las cosas apresuradamente.

¿Y el bebé tardío?
Algo le decía que las cosas afuera no estaban finas, que mejor esperar... Tenderá a gustarle la noche, y la cama será su espacio al que se llevarán libros, ordenador...

¿Y los de sexo no deseado?
Anhelarán ser amados por su sexo, incurriendo en relaciones insatisfactorias. Erróneo camino: no lograrán ser amados.

Relate algún caso curioso...
Una parejita estaba muy preocupada por no haber completado la mudanza de su piso nuevo... Tanto, que el feto se puso de culo. Les relajé, comprendieron que no importaba que su hijo naciese entre cajas... ¡y entonces el bebé se recolocó!



¿Qué consejo daría usted a toda madre gestante?
Canta mucho, comunícate afectivamente con el feto, huye del estrés... Y, sobre todo, vive un ritual de renacimiento: aprenderás a trascender los dolores de tu vida, y así darás a tu hijo lo mejor ti mismo.