Autor:
Jeremy Leven (Novela: Steven Pressfield) de la película “La leyenda de Bagger
Vance”.
La frase elegida como cabecera
de nuestro encuentro semanal con el cine es considerablemente más larga:
"Dentro
de todos y cada uno de nosotros hay un verdadero y auténtico swing. Algo con lo
que nacemos, algo que es nuestro y solo nuestro. Algo que no se puede enseñar
ni aprender. Debemos mantenerlo vivo. Con el paso del tiempo el mundo puede
robarnos ese swing y queda enterrado en nuestro interior bajo todos nuestros "habría, podría, debería".
Hay quien llega a olvidar cual era su swing... hay quien llega a olvidar cual
era su swing" (Bagger Vance)
La película cuenta la historia
de un campeonato en el cual compiten los tres mejores golfistas de la época y
entre ellos un héroe local que desde que regresó de la guerra es incapaz de
jugar al nivel que tenía antes. De repente, aparece un curioso personaje,
Bagger Vance (Will Smith), que comienza a darle consejos y le enseña el camino para
recuperar su swing (el estilo y el modo de balancearse del golfista
al golpear la bola y que se equipara al ritmo con el que se movían los
intérpretes de jazz en los años 30)
Un hombre que perdió su swing.
Que extravió su golpe perfecto y con el extravío llegó la pérdida de su
confianza... y con ella el fracaso, es una magnifica metáfora que todos podemos
asimilar.
En
la vida no siempre estaremos en nuestro mejor momento. Con las
cualidades y capacidades a punto y el talento desbordando límites
permanentemente. Entonces, llegarán las dudas y, probablemente, los errores y
los fracasos y pensaremos estar a un paso de hundirnos, pero lo importante
será siempre saber que lo que nos hace singulares y brillantes o geniales, a
nuestro modo, sigue estando ahí: nuestro swing.
Reflexión final: ningún buen jugador se olvida de jugar. Se
podrán atravesar mejores o peores momentos, pero quien ha sido capaz de
demostrar su valía una vez podrá hacerlo de nuevo.
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