Maneja la silla de ruedas con
total soltura, lo hace desde los 4 años; con ella baila, canta, actúa, ama e
intenta cambiar el sentimiento de exclusión de los discapacitados. Tiene una
voluntad férrea y una belleza singular, es triple medalla paralímpica de
esgrima y ha participado en cinco Juegos consecutivos, en los que ha quedado
entre las ocho primeras. En televisión la vimos en la serie Periodistas y en
Alquilados; en cine, en Carne trémula y en Sobre ruedas. Su fundación, BEY+,
quiere integrar por medio del arte (cine, teatro, música, danza) a las personas
con discapacidad. Ha creado la compañía Bey Pro-Action, de danza deportiva, que
integra a profesionales con y sin discapacidades. Transmite energía y
sabiduría.
He derribado muchas barreras,
una es la edad. Tu tiempo está aquí mientras vivas, calidad y no cantidad. Nací
y vivo en Madrid. Me licencié en Periodismo, estudié interpretación y soy
campeona paralímpica de esgrima.La diversidad enriquece el mundo. Creo en la
vida.
Estamos aquí para disfrutar, pero nos complicamos
la vida. Basta tener un accidente para tenerlo clarísimo.
¿Qué le pasó a usted?
Íbamos toda la familia de fin
de semana, mis padres y mis tres hermanos, y el coche se salió de la carretera.
Yo tenía 4 años e iba dormida. Tuve una mala recogida: me cogieron en brazos,
me sentaron en un coche, en el hospital me pusieron de pie, y ya la médula dijo
basta.
...
...Pero el motor que me mueve
no está en las piernas, está en la cabeza y en el corazón. He vivido la vida
desde otro ángulo: mi parálisis es sólo una circunstancia.
¿Cómo fue su infancia?
Tuve que enfrentarme a la diferencia. Durante la recuperación en el hospital de Parapléjicos de Toledo mi
preparadora física me transmitió que lo que me había pasado era duro pero que
había mucho por vivir.
Pese a ello, no debió de ser
fácil.
El mundo no está preparado para personas con
discapacidad, es más fácil que el hombre llegue a la
Luna que yo vaya a comprar el pan; y para los niños discapacitados el entorno
es hostil, ¿se ha fijado en que apenas se les ve por las calles?..., pregúntese
por qué.
¿Cómo se enfrentó a la
adolescencia?
Si tener un granito es un
problema, pues imagine tener una silla de ruedas… Yo de pequeña decía: "Tengo que
estudiar mucho y ser muy lista porque nunca voy a ligar". Pero
luego empecé a salir y la gente me ayudaba, entonces pensé: "Si la vida te va sobre ruedas, ¿por qué no
bailas?".
Cantó, bailó y actuó.
Sí, he actuado en televisión
y he grabado un disco: Sobre ruedas. Y tuve un novio durante años con
el que mantuve una relación completa… Hay mucha desinformación: en el amor
físico todo fluye naturalmente y casi mejor que en otras circunstancias, porque
la situación obliga a la sinceridad total.
¿Cuántas veces ha oído
"no puedes"?
Muy a menudo, pero no he
permitido que los demás me pusieran limitaciones, he hecho todo lo que me ha
gustado y he encontrado gente que me ha dicho: "Estaba
en un momento bajo y verte me ayudó", y eso ha sido un
regalo. Por eso aparezco bailando en Fama, que se ha unido a mi proyecto, la
Fundación BEY+.
¿De qué se trata?
Medios audiovisuales
solidarios. Yo
defiendo la solidaridad proactiva, no la pasiva. Formamos a la gente
con discapacidad en cine, danza, teatro, música, deporte..., y generamos
contenidos. Se trata de un colectivo artístico abierto donde cabe todo tipo de
gente. La idea es "ven y sorpréndete de lo que puedes
aportar y crear".
Es usted pura energía.
Todo tiene su cara y su cruz,
y depende de
dónde te enfoques esas serán las energías que moverás, con ellas te
hundirás o florecerás. La vida no es lineal, subes y bajas; es como en el
deporte: ganas y pierdes.
¿Y?
Que perder lleva al
recogimiento y la reflexión, la mejor manera de poner las bases para volver a
triunfar. Lo
importante es aprender.
Su campo de batalla fue la
esgrima.
Éramos tres mujeres y en
aquellos primeros Juegos Paralímpicos, Barcelona´92, empezamos perdiendo, pero
ocurrió un malentendido que lo cambió todo.
... Qué emoción.
Perdí y el público aplaudió;
pensé que, como la esgrima es tan complicada, creían que había ganado, así que
me acerqué al público y con gestos le dije que había perdido, y entonces
todavía aplaudieron más.
Valoraban su esfuerzo.
Exacto, y me fui con ese
mensaje: que lo
que importaba no era tanto ganar o perder como darlo todo. Se lo
transmití a las otras dos chicas: "Vamos a
quitarnos los nervios y disfrutar, porque no sabemos si viviremos otros Juegos.
El premio es estar aquí".
Y entonces ganó, como en las películas.
Sí, contra toda previsión
empecé a ganar contra deportistas más preparadas. Realmente, las energías
funcionan y cuando
focalizas la mente, el cuerpo y el espíritu, la fuerza es espectacular.
Es esa osadía ante la vida lo que me apasiona. A la vida has de permitirle que te
sorprenda.
No debes ponerle límites.
Al ponértelos a ti, se los pones a la vida. Uno
puede conseguir lo que se proponga, y se lo digo desde esta silla.
¿Y usted qué es lo que quiere
ahora?
Me voy poniendo objetivos.
Mis últimos Juegos fueron contra China, que son buenísimas. Sabía que tenía que
apostar, así que me fui sola a Hong Kong con el equipo chino: "Para estar
entre las mejores del mundo necesito entrenarme con vosotros",
les dije.
¿Qué pasó?
Comprendí algo básico: eres
más rápido desde la concentración que desde la acción; el tiempo se dilata y se contrae, hay
tiempo para todo, es cuestión de intensidad. Y todas estas cosas que
he aprendido desde mi anormalidad es lo que quiero transmitir.
La normalidad no existe.
No, y la vida son encuentros, y para que se den,
debes escuchar, todas las personas que se cruzan en tu camino tienen un regalo
para ti. La gente viene y se va, y cuando se va es triste, pero
siempre te deja algo. Somos la suma de todas las personas con las que nos
encontramos.
quanta saviesa em desperten les seves paraules!!
ResponEliminaM'encanta la seva manera de veure el món, les persones i la vida.
Això sí que és un SI a la vida.
Quanta força, convicció, fermesa i decissió!
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