—De
acuerdo, dime: ¿Cuál es la diferencia entre la suerte y la Buena Suerte?
Víctor meditó antes de contestar:
—Cuando
a vuestra familia os tocó una herencia, tuvisteis suerte. Pero esa suerte no
depende de uno, por eso tampoco dura demasiado. Solo tuviste algo de suerte,
por eso ahora no tienes nada. Yo, en cambio, me dediqué a crear suerte. La
suerte, a secas, no depende de ti. La Buena Suerte, solo depende de ti. La
verdadera, es esta última. La primera, sencillamente, no existe.
David no podía dar crédito a lo que
estaba oyendo.
—¿Me
estás diciendo que la suerte no existe?
—Bueno…
Si quieres digamos que sí que existe, pero es demasiado improbable como para
esperar que te ocurra a ti. Y, en ese caso, no dura demasiado, es efímera.
¿Sabías que casi el 90% de las personas a las que les ha tocado la lotería, no
han tardado más de diez años en arruinarse o en volver a estar como antes
estaban? En cambio, la Buena Suerte es posible siempre que te lo
propongas. Por eso se llama la Buena Suerte, porque es la Buena, la de verdad.
Un fragmento de una historia que
publiqué ya hace diez años a cuatro manos con mi amigo Fernando Trías de Bes; un libro que me ha reportado muchas
satisfacciones. En especial, haber conectado con tantísimos lectoras y lectores
en todo el mundo, en más de 40 idiomas y en multitud de países. Un libro que
aún hoy seguís compartiendo y manteniendo vivo, algo que no puedo dejar de
agradecer.
En esta entrada, avanzo las diez
reglas sobre las que se fundamenta la historia, y que iré comentando en
sucesivos posts.
Para empezar, os invito a reflexionar
sobre un binomio interesante:
PREPARACIÓN
+ OPORTUNIDAD
Es decir, disponer de un conjunto de
actitudes y de aptitudes con las saber aprovechar las opciones que se nos
presenten. ¿El resultado de esta suma? Nada más y nada menos que LA BUENA
SUERTE.
Feliz semana,
Álex
Primera
Regla de la Buena Suerte
La suerte no dura demasiado tiempo,
porque no depende de ti. La Buena Suerte la crea uno mismo, por eso dura siempre.
Segunda
Regla de la Buena Suerte
Muchos son los que quieren tener Buena
Suerte, pero pocos los que deciden ir a por ella.
Tercera
Regla de la Buena Suerte
Si ahora no tienes Buena Suerte tal
vez es porque estás bajo las circunstancias de siempre. Para que la Buena
Suerte llegue, es conveniente crear nuevas circunstancias.
Cuarta
Regla de la Buena Suerte
Preparar circunstancias a la Buena
Suerte no significa buscar solo el propio beneficio. Crear circunstancias, en las que
otros también ganan, atrae a la Buena Suerte.
Quinta
Regla de la Buena Suerte
Si “dejas para mañana” la preparación
de las circunstancias, la Buena Suerte quizás nunca llegue. Provocar
circunstancias requiere dar un primer paso… ¡dalo hoy!
Sexta
Regla de la Buena Suerte
Aún bajo las circunstancias
aparentemente necesarias, a veces la Buena Suerte no llega. Busca en los
pequeños detalles circunstancias aparentemente innecesarias…
pero ¡imprescindibles!
Séptima
Regla de la Buena Suerte
Para los que solo creen en el azar,
crear circunstancias les resulta absurdo. A los que se dedican a crear
circunstancias, el
azar no les preocupa.
Octava
Regla de la Buena Suerte
Nadie puede vender suerte. La Buena
Suerte no se vende. Desconfía de los vendedores de suerte.
Novena
Regla de la Buena Suerte
Cuando ya hayas creado todas las
circunstancias, ten paciencia, no abandones. Para que la Buena Suerte llegue, confía.
Décima
Regla de la Buena Suerte
Crear Buena Suerte es prepararle las
circunstancias a la oportunidad. Pero la oportunidad no es cuestión de suerte o azar: ¡siempre
esta ahí!
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