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dijous, 5 de desembre del 2013

7 HÁBITOS ÁLTAMENTE EFECTIVOS. Àlex Rovira.


“Uno más uno son once.”
“Los siete hábitos de la gente altamente efectiva”, de Stephen Covey.

“Los siete hábitos de la gente altamente efectiva” de Stephen Covey es un best seller indudable en el universo de los libros de empresa más consultados en todo el mundo.
Covey, a partir de una observación empírica, recoge los siete hábitos que vale la pena trabajarse, tanto en el ámbito profesional como en el personal, aunque nos advierte que antes de incorporarlos es necesario tomar conciencia de cuáles son los principios bajo los cuales funciona la realidad, la vida.
El primer hábito, la proactividad. Sé proactivo, desarrolla el hábito de actuar en lugar de reaccionar: sé causa en lugar de esperar ser efecto; mobilízate, anticípate, arriésgate en lugar de esperar a que las situaciones de cambio te vengan impuestas; sé tú la causa del cambio.
El segundo hábito es tener un fin, un objetivo, y visualizarlo o, como dice Covey, “tener una misión en la vida”. ¿Cuál es tu misión en la vida? ¿Hacer reír a la gente? ¿Transmitir conocimiento? ¿Servir? Define tu misión porque esto te ayudará a afinar mucho tus percepciones y tus principios y valores.
El tercer hábito es establecer prioridades, poner primero lo que está primero. Diferenciar lo que es realmente importante de lo que no lo es, saber ser selectivos en cómo gestionamos nuestro tiempo de manera que pase antes lo que tiene que pasar delante y no perdamos tiempo en tareas o funciones que no nos aportan valor.
El cuarto hábito es pensar en ganar-ganar. Tu ganancia, tu éxito no tiene que depender del fracaso de otros. Dice al respecto: “La mayoría de las personas piensan en dicotomías: fuerte o débil; fácil o difícil; ganar o perder, pero este tipo de pensamiento es fundamentalmente defectuoso. Se basa en el poder y en la posición más que en los principios. El paradigma ganar-ganar radica en la idea de que hay abundancia para todos y que el éxito de una persona no implica la pérdida de otros”.
El quinto hábito es intentar primero comprender y después ser comprendido. “No puede haber influencia sin empatía”, dice Covey, lúcidamente. A partir de la empatía puedes ponerte en la piel del otro y el diálogo es mucho más fácil cuando comprendes y, por tanto, puedes transformar con mayor facilidad las realidades.
El sexto hábito es practicar la sinergia. Siempre hay terceras alternativas a opciones creativas que no aparecen en un primer análisis. Los problemas no se pueden arreglar en el mismo nivel de conciencia en el que son creados.
Y el séptimo hábito es “limar la sierra”, es decir, para mejorar nuestra eficiencia es necesario equilibrar las dimensiones física, mental, espiritual y social de nuestra vida. Si eres una persona adicta al trabajo y obsesiva y no te cuidas el cuerpo, tarde o temprano acabarás “explotando” y toda esa eficiencia se irá al traste muy rápidamente. Si eres una persona que quizás cuidas mucho tu físico, pero descuidas tu dimensión emocional, te quedarás más solo que la una y, por tanto, te sentirás infeliz. Hay pues que compensar las diferentes dimensiones de nuestra existencia para crear un equilibrio. Pongámonos a trabajar.
Una lectura inspiradora y útil de un autor, el Dr. Covey, que murió el 16 de julio de 2012, pero cuyo mensaje inspira todavía e inspirará a todos aquellos que buscan mejorar como personas y profesionales. Una lectura muy recomendable.

Abrazos,
Álex Rovira


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