
Los seguidores del sabio sufí se quedaron tan impresionados con la belleza del trabajo que mandaron grabar el dibujo en una placa de bronce. Muy pronto se difundió la noticia y comenzaron a llegar peregrinos de todo el mundo con el objetivo de descifrar todos y cada uno de los trazos del dibujo. En pocos años, las personas empezaron a adorar la placa de bronce, como si fuese sagrada.
— ¡El dibujo era apenas una explicación, no un objeto de culto! –dijo el sabio, decepcionado.
Inmediatamente ordenó fundir la placa y transformarla en un caldero.
— Por lo menos, así el bronce permanece bello y no pierde su significado.
Paulo Coelho
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada