El otro día, una amiga se encontraba en baja forma a causa de problemas. Vista la situación, le pregunté,"¿Pides ayuda cuando te encuentras mal?”
Su respuesta, ya que la conozco me la esperaba…
"Yo no suelo pedir mucha ayuda, procuro valerme por mi sola, sólo cuando estoy muy desesperada. No me gusta molestar a nadie, ni amagar a las personas con mis problemas, aunque reconozco que muchas veces es difícil valerse por una misma.
Además a mi entender parece que le debes un favor y no me gusta deberle favores si no para cosas que considero muy importantes, me valgo quizás no muy bien sola, pero prefiero estar segura de mis cosas. "
No pedir ayuda en ciertos casos te puede hundir más llegando a la depresión y a sentirte solo en el mundo. ¿Qué es lo que te impide pedir ayuda cuando la necesitas?
Una ayuda a tiempo nos permite recuperar la esperanza, eleva nuestro ánimo cuando estamos cansados, apáticos o desilusionados y nos puede proporcionar la fuerza necesaria cuando necesitamos a volver a creer en nosotros mismos.
Ya desde pequeños se nos incrusta la creencia por nuestros padres y en la escuela que hay que valerse por uno mismo y que no hay que molestar.
Bajo este concepto, creo que deberíamos cambiar la palabra “AYUDA” por “APOYO”. Simplemente una persona que te escuche, que te acompañe y que te apoye es suficiente para no sentirte solo ante tus situaciones. Hay muchas personas, al igual que tú, que tienen la necesidad del otro, y no con algo material si no con la palabra, la sonrisa, simplemente con la compañía, a eso se le suele llamar hoy en día “EMPATIA”.
Vivimos bajo la creencia de ser perfectos, ser auto exigentes con nosotros mismos, auto suficientes, ser los mejores. Eso nos lleva a crearnos los “debes” que nos paralizan, nos atemorizan y nos cierran posibilidades de salida del túnel.
Nos han enseñado a que “pedir ayuda” es mostrar debilidad, falta de conocimiento para salir adelante por sí mismo, es un símbolo de fracaso.
Debemos reconocer que no poseemos todas las respuestas, que no poseemos todos los talentos y habilidades y que intelectualmente y físicamente tenemos límites.
Pedir apoyo, es una gran herramienta para aumentar nuestra confianza, ver todas nuestras posibilidades.
Un destornillador sirve para ajustar la presión de un tornillo, pues el apoyo de una amistad nos puede servir para ajustar nuestros juicios y creencias posibilitándonos visualizar nuevas oportunidades.
¿Vemos los beneficios que nos aporta pedir apoyo?
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