Del blog de Hanna Harranz, otra perla....
Los tamaños varian conforme el grado de compromiso.
Una persona es enorme para uno, cuando habla de frente y vive de acuerdo
con lo que habla, cuando trata con cariño y respeto, cuando mira alos ojos y
sonríe inocente.
Es pequeña cuando sólo piensa en sí misma y le hace creer a los demás que
piensa en ellos,cuando se comporta de una manera poco genial, cuando no
apoya,cuando abandona a alguien justamente en el momento en que tendría que
demostrar lo que es más importante entre dos personas: la amistad, el
compañerismo, el cariño, el respeto y el amor.
Una persona es gigante cuando se interesa por tu vida, cuando busca
alternativas para tu crecimiento, cuando sueña junto contigo. Cuando trata de
entenderte aunque no piense igual.
Una persona es grande cuando perdona, cuando comprende, cuando se coloca en
lugar del otro, cuando obra no de acuerdo con lo que esperan de ella, sino de
acuerdo con lo que se espera de sí misma.
Una persona es pequeña cuando se deja regir por comportamientos
clichés.Cuando quiere quedar bien con todos, cuando maneja a la gente como un
titiritero y lamentablemente siempre hay gente que no tiene convicciones y se
deja manejar...
Una misma persona puede aparentar grandeza o pequeñez dentro de una
relación, puede crecer o disminuir, en un corto espacio de tiempo.
Una decepción puede disminuir el tamaño de un amor que parecia grande.
Una ausencia puede aumentar el tamaño de un amor que parecia ser infinito.
Una decepción puede terminar con el respeto por alguien.
Una acción correcta puede enaltecer a otros.
Es dificil convivir con esta elasticidad:
las personas se agigantan y se encojen a nuestros ojos. Ya que nosotros no juzgamos a través de centímetros o
metros, sino de acciones y reacciones, de verdades o falsedades, de
expectativas y frustaciones.
Una persona es única al extender la mano y al recogerla inesperadamnete, se
torna otra.
El egoísmo unifica a los insignificantes, a los perdedores, a los
falsamente llamados diplomáticos.
No
es la altura, ni el peso, ni la belleza, ni un título o mucho dinero lo que
convierte a una persona en grande...es su honestidad, su decencia, su
amabilidad y respeto por los sentimientos e intereses de los demás.
Por
su sensibilidad sin tamaño.
Hermoso escrito de Shakespeare
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