Y, si?.... Miguel Benavent de B.

Cuanta sabiduria hay en las palabras de Miguel, de los blogs que siguo es el que encuentro más cercano a mi.

Pienso ahora que me he pasado la vida pensando “¿Y si…?”. Pero me doy cuenta de que lo que me llevaré de esta vida corta o larga, es lo que haya vivido y no lo que haya dejado por hacer y solo soñado! Ahí quedan tantas cosas que distrajeron mi mente y me pidieron vivir mi vida. Pienso ahora que mi vida debería valer más por mis intenciones y todo aquello que desee en ella, que por lo que al final haya vivido. Pero no es verdad, mi vida será -ni más ni menos- lo que sea capaz de vivir y, sobre todo, esos sueños que sea capaz de hacer realidad!

Hoy es el cumpleaños de mi madre, que falleció hace un par de años. Cumpliría 82 años! Se dejó morir, cansada ya de la vida y sin una dolencia aparente que lo justificara. Dicen que nuestros mayores nos enseñan a transitar la vida con su camino… y yo, la verdad, es que con ella aprendí -aunque fuera en sus últimos días de vida- lo que no puedo permitirme en mi vida. No le juzgo, ella fue libre de escojer su propio camino y murió como había vivido. Qué gran lección, mamá! Qué cruel manera de enseñarme lo que nunca debo hacer en mi vida! Contigo y así aprendí que la vida dura lo que dura, que está hecha de luces y sombras y que uno escoje qué quiere o no en ella y cómo desea vivir y morir.

Por eso hoy cada día de mi vida es un comienzo sorprendente e imprevisible, pero un gran regalo! De mí depende el recibirlo como tal o, en cambio, resignarme a lo que me ha tocado en suerte y lamentarme por ello. Hoy en mi vida hay mucho amor -cercano y lejano, propio y ajeno- y mucha ilusión por vivirlo y compartirlo con quien hoy amo de todo corazón, si la vida decide que debe ser así. Quizás para lograrlo deba esperar y, mientras, pasar aún por sombras y oscuridad que me enseñarán a valorarlo cuando al fin quizás llegue. Yo ahora solo puedo poner toda mi ilusión y todo mi empeño… confiando -por primera vez- en la vida y después dejando que ella me ayude a mí.

De entrada, la vida me ha permitido darme cuenta de esto y, una vez fui realmente consciente de ello y valiente como para vivirlo, al fin me trajo el verdadero amor a mi vida. Ahora solo le pido que mi vida sea suficientemente larga como para compartirlo, vivir intensamente el hoy y estar siempre bien atento para hacer realidad mi sueño!