Los catalanes tenemos por delante un fin de semana largo, el lunes fiesta!, y aprovecho para publicar uno de los cortometrajes que más me han gustado últimamente. Seguramente algun@ que me conoceis ya lo habeis visto en caso o os lo he pasado por el Facebook. Me he convertido en uno de los muchos fans que tiene!.
Es un proyecto de Unicef del año 2004, "En el mundo a cada rato", una serie de cinco historias filmadas por cinco directores diferentes en diversas partes del mundo. En su totalidad conforman un largometraje donde su muestran cinco prioridades de Unicef.
Es un proyecto de Unicef del año 2004, "En el mundo a cada rato", una serie de cinco historias filmadas por cinco directores diferentes en diversas partes del mundo. En su totalidad conforman un largometraje donde su muestran cinco prioridades de Unicef.
- la educación de las niñas,
- el desarrollo integrado en la primera infancia,
- la inmunización,
- la lucha contra el VIH/SIDA y
- la protección contra la violencia, la explotación, y la discriminación.
En "El secreto mejor guardado", Ravi, un niño huérfano que vive con su abuela en una aldea del sur de la India, ha de recorrer un largo camino hasta la escuela de otro pueblo porque en el suyo no le quieren, aunque no entiende por qué. Sólo su amiga Krishnaveni parece estar a gusto a su lado.
En "La vida efímera", Vicenta, hija de madre española y padre guinea-no, vuelve a Malabo, la ciudad que abandonó de niña, para trabajar en el Hospital General. A través de su trabajo, descubre algunas de las plagas del continente africano, como el paludismo, que en Gui-nea Ecuatorial sigue siendo la principal causa de mortandad infan-til.
En "Las siete alcantarillas", Maca, una niña de tres años, va a contarnos por qué es feliz. Nos enseña su familia, su casa, su barrio, pero lo que ella ve no es precisamente la misma realidad que observa el espectador. La vida en “Las 7 Alcantarillas” no es fácil y pronto tendrá que descubrirlo.
En "Hijas de Belén", Eusebia vivía con los Jeberos en el interior de la selva amazónica. A los diez años vino al barrio de Belén en la ciudad de Iquitos (Perú) con la intención de ir a la escuela. Nunca aprendió a leer y a escribir porque tuvo que trabajar desde niña. Tres generaciones más tarde, la historia se repite con Nancy, otra niña de Belén.
En "Binta y la gran idea", Binta tiene siete años, vive en una aldea al sur de Senegal y va al colegio. Su prima Soda no tiene la misma suerte; a ella no se le permite aprender las cosas que ignora de este mundo. Binta admira a su padre, un humilde pescador que, preocupado por el pro-greso de la humanidad, está empeñado en llevar a cabo algo que se le ha ocurrido, "la gran idea"
Hoy os dejo este último, Binta y la Gran idea de Javier Fresser, rodado en el sur de Senegal (La Casamance) nos conecta con la realidad de un pueblo, de una cultura. Much@s ya sabeis de soy un apasionado de Àfrica y, puestos a escoger, la subsahariana (Senegal, Mali, Burkina Fasso, Gambia...). La sencillez de las gentes, el contacto directo, perderme por esos mercados llenos de color, conversaciones, gritos, miradas... poder conectar con esas sonrisas que muchas veces hemos perdido por aquí me cautivaron la primera vez que fui, hace ya años...
África son muchas Áfricas, la de las grandes llanuras con las manadas de animales, la de los grandes desiertos, maravillosos deltas, impresionantes cascadas pero si he de escoger me quedo con la de las gentes. Sencillas, amables en su mayoría, con ganas de saber, de compartir, de conocer. También es cierto que es el África de la pobreza, pero una pobreza llevada con una dignidad admirable, una pobreza asumida con una sonrisa de oreja a oreja y con un conformarse, que no resignarse.
Este corto me conecta con la música africana, con la manera de vivir de sus gentes, su sencillez y su tempo, ese tempo africano que ya me gustaría aplicarme ami aquí, es el estar aquí y ahora.
Genial el detalle del reloj suizo, la escena del colegio, la tristeza de Soda, la sonrisa de Binta, el baile donde se muestra fugazmente una de las lacras de la zona las minas y sus efectos, la representación de la obra, los "fuegos artificiales" del final y claro la "gran idea", sencilla, maravillosa y real y la lucha del padre por llevarla a cabo, y las caras de las autoridades a quien se la explica y el "por que no?" del gobernador.
Javier Fresser, como casi siempre, genial. Con esa sencillez, sensibilidad y detalles surrealistas que tiene nos presenta una historia real, de denuncia, Sin renunciar a su peculiar sentido del humor, Fesser logra denunciar la situación de muchas mujeres africanas que son discriminadas por sus propios padres a la hora de recibir una educación. La idea que da nombre al corto, que se descubrirá al final, es de una brillantez aplastante.
En fin que el corto arranca sonrisas y hace que se escape más de una lágrima. Reivindica mediante una obra teatral, sencilla y muy gráfica, la discriminación que sufren las niñas consecuencia de costumbres y creencias machistas y que menosprecian a la mujer entre otras cosas que dejo que descubrais. Espero que este corto os alegre este fin de semana que se presenta lluvioso y tristón.
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