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dissabte, 25 d’agost del 2012

"Hemos mantenido dormido el hemisferio derecho del cerebro". Juna Albert. La Vanguardia.


La física y coach Juna Albert, autora del libro '¡Sincroniza tu vida!', asegura que actualmente hay que potenciar la imaginación frente al conocimiento
"La imaginación es más importante que el conocimiento". Esta conocida frase y toda una declaración de principios del físico Albert Einstein ha servido mucho de inspiración a Juna Albert (Granollers, 1963), autora del libro ¡Sincroniza tu vida! (Ediciones B). Juna, licenciada en Física por la Universidad de Barcelona, reconoce que fue a la facultad por “la capacidad de imaginar de Einstein y crear posibilidades que además eran ciertas”. La coach y conferenciante comenta en su libro a través de la metáfora de los hemisferios cerebrales que estos últimos años hemos dejado de lado “el poder de la imaginación, la intuición y las emociones” y hemos estado condicionados “para usar preferentemente el hemisferio izquierdo, base del pensamiento lógico y racional”. Juna, profesora colaboradora en las Universidades de Lleida y Girona, afirma que tampoco quiere “hacer un estudio del cerebro sino cambiar nuestras vidas y la forma de relacionarnos”. Para empezar para ser más felices pasa por “sincronizar nuestros cerebros, nuestras vidas”, según Juna.
-¿Cómo surgió su interés por la física y relacionarla con las emociones?
- Yo empecé a estudiar física pero siempre me han interesado mucho las relaciones humanas. Se dice que la historia se vive hacia delante pero se comprende cuando miras hacia atrás. En mi caso, todo empieza por una necesidad de descubrir desde bien pequeña. Recuerdo como en casa cogía una lupa para experimentar si los rayos de sol podían quemar un papel.
- ¿En su caso su vida está sincronizada?
- Sí, pero me he tenido que dar cuenta. He aprendido a percibir e intuir como cuando éramos pequeños. En la introducción del libro comento que nacemos con las capacidades de percepción y de intuición intactas y a medida que vamos creciendo nos las van cortando. La manera en que estamos educando a los niños reduce sus facultades de aprendizaje y creatividad.
- ¿Qué se puede hacer para remediar esto?
- Una reflexión que me parece interesante es que algunos neurocientíficos afirman que lo que determina que un niño progrese en su vida adulta y pueda ser feliz es la concordancia entre las características del niño y las expectativas de los padres. No hay ninguna característica de una persona que sea mala, lo que cuenta es que alguien crea en ti. Nosotros creamos nuestra realidad.
- ¿Y en todo este proceso qué importancia tienen el hemisferio izquierdo y el derecho del cerebro?
- En mi artículo ‘La metáfora de los hemisferios cerebrales’ (véase artículo) escribo sobre esta teoría y metáfora que utilizan muchos científicos.
- ¿Cuál es esta metáfora cerebral?
- En el hemisferio izquierdo de nuestro cerebro está lo que somos conscientes y centraliza, por ejemplo, la parte verbal y las deducciones. Pero la capacidad de relacionarse, de captar la belleza o de tener empatía está en el hemisferio derecho. El problema es que como normalmente hemos capado el hemisferio derecho hemos perdido capacidad de sentir.
- ¿Es mejor aprender potenciando el hemisferio derecho?
- Los nuevos experimentos neurocientíficos revelan que el aprendizaje en los niños, gobernados mayoritariamente por el hemisferio derecho, se da cuando se les deja tomar la iniciativa, explorar posibilidades, basarse en su intuición, escuchar y compartir ideas, integrar experiencias, movilizarse y sentir integradamente.
- ¿Por qué el hemisferio izquierdo actualmente sería en nuestra sociedad el predominante y no damos más importancia al hemisferio derecho?
- No nos han enseñado a desarrollarlo y todo esto se puede trabajar. Estamos dialogando con la vida solamente desde nuestro hemisferio izquierdo que solamente está preparado para ver casualidades y solamente cree en lo que puede medir y describir. Por tanto, no puede valorar la belleza ni el amor que no son cuantificables ni medibles. En el libro descubro que también tenemos un hemisferio derecho que hemos mantenido acallado y dormido. Y explico qué hacer para despertarlo y sincronizarlo con el hemisferio izquierdo.
- Usted propone sincronizar estos dos hemisferios con casos concretos y ejemplos. ¿Cómo se podría hacer?
- Lo primero para sincronizarse es comprometerse. Si haces un cambio de mentalidad puede ser muy rápido. No es una cuestión de que te den un ejercicio porque todo pasa por cambiar las bases.
- Y una vez que se cambian las bases, ¿qué ejercicios se podrían hacer para estimular nuestro cerebro?
- Practicar más el sentido del humor, darle la vuelta a las cosas o hacer juegos imaginativos.
-Por ejemplo…
- Yo propongo lo que llamo el ‘haz como si y olvídate’. Un ejercicio que incluyo en el libro sería imaginarte que tú puedes controlar el volumen. Por ejemplo, cuando te molesten las voces insidiosas de crítica, que no son objetivas ni ecuánimes, haces ver que bajas el volumen.
- ¿Y así estaremos mejor?
- Lo que quiero decir es que nosotros tenemos que empezar por creer y crear nuestra realidad. Así entramos en un feedback positivo que nos catapulta cada vez más a conseguir sin esfuerzo aparente lo que queremos.
- ¿Cree que la población está suficientemente concienciada del potencial de su cerebro?
- No lo está y es una pena porque se consigue con un simple cambio de mentalidad. El problema es el miedo que hace que no utilicemos todo nuestro potencial y no permitamos aceptar nuestra parte más subjetiva y soñadora.  La desconexión y la desincronización no nos traen más que sufrimiento personal y como especie.
-En estos tiempos de crisis económica, ¿cree que sería necesario potenciar más el hemisferio derecho que el izquierdo?
- ¡Claro! Lo que está diciendo la cuántica es que nosotros decidimos lo que creemos, nadie puede decir que eso está bien o mal.
- ¿Hay algún límite de edad para cambiar esta mentalidad?
- No hay ningún límite de edad. Es cuestión de que empieces a pensar y hablar de otra manera. Normalmente no somos conscientes pero cuando éramos pequeños nos han descrito el mundo de una manera. Una referencia interesante la encontramos en el modelo de estilo atributivo propuesto por Martin Seligman y en el lenguaje optimista y  el pesimista.
-Me pondría un ejemplo…
-  Si alguien consigue algo decimos que lo ha hecho porque se ha esforzado mucho. Éste sería el lenguaje pesimista. En cambio, el lenguaje optimista diría que lo ha hecho porque tiene talento. Y esto no está reñido con la crítica constructiva. 
- Distintas maneras de ver una realidad…
- También me gusta mucho la manera de ver la realidad del novelista y ensayista Arthur Koestler. Una frase suya dice que “la vida es un texto escrito en escritura invisible”. Imagínate que a un capitán le dicen que se vaya a alta mar con un sobre con las instrucciones y no puede abrirlo hasta que esté allí. Cuando llega abre el sobre y las instrucciones están en un texto como mágico que de vez en cuando se lee alguna palabra.
-¿Cuál es el sentido de todo esto?
- Si no hubiera llevado el sobre encima no habría llegado hasta donde ha llegado. Hasta que no actuamos la vida no nos da respuestas. Tenemos que creer que hay algo más allá, no me refiero a la vida después de la muerte, sino que hay algo más fuerte que nosotros. La esperanza salva vidas. 


2 comentaris:

  1. QUE BUENA REFLEXION ME GUSTO MUCHOO!!!!! GRACIAS POR COMPARTIRLO

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  2. De nada, gracias a ti. Un abrazo!

    Joan

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