Autor: Siddhartha Gautama
Creo que es posible afirmar sin incurrir en inexactitud o exageración, que India es el país más religioso del mundo. La religiosidad impregna toda la sociedad y es posible percibirla hasta en el más pequeño acto cotidiano de cada hindú.
Para entender la espiritualidad de la India, sería necesario comprender, en primer lugar, los principios básicos del hinduismo. Una religión rica, compleja y profundamente simbólica, el denominado hinduismo es, en realidad, el Sanatana Dharma o la verdad eterna. Más del 80% de la población de la India practica esta integración de creencias metafísicas, religiosas, cultos, costumbres y rituales, que conforman una tradición. Si los hinduistas la llaman “Verdad eterna”, es porque consideran que no tiene principio ni tendrá fin.
Todo el mundo es una ilusión, una sombra de la realidad, por lo que cree que el hindú, y es solo a través de la mirada interior, ya sea como un asceta, un cabeza de familia, un rey, un mendigo, como la verdad puede ser vista.
El hindú también reconoce la diferencia entre la creencia y la fe. Si bien una creencia puede o no puede ser cierta; la fe es garantía. De acuerdo con este pensamiento, la clave de la fe es la experiencia y esto es fundamental para el hinduismo. Es bueno tener creencias, siempre y cuando se esté "trabajando" en ellas y probando su verdad o falsedad. Y así, cada individuo es alentado a desarrollar una fe sólida basada en la experiencia.
En la India se enseñan las "Cuatro Leyes de la Espiritualidad"
"La persona que llega es la persona correcta". Es decir: nadie llega a nuestras vidas por casualidad, ya que todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo... para hacernos aprender y avanzar en cada situación.
Segunda ley:
"Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido". Nada de lo que sucede en nuestras vidas, podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el "si hubiera hecho tal cosa... hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.
Tercera Ley:
"En cualquier momento que comience es el momento correcto". Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuando comenzará.
Cuarta Ley:
"Cuando algo termina, termina". Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.
"Si un día tienes que elegir entre el mundo y el amor, recuerda: Si eliges el mundo quedarás sin amor, pero si eliges el amor, con él conquistarás al mundo"
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