Enrique Urbizu, director de cine, seis Goya por 'No habrá paz para los malvados'
Tengo 49 años. Soy de Bilbao y vivo en Madrid. Tengo pareja pero vivo solo. Me licencié en Comunicación. Vivimos un momento desalentador: hemos constatado que lo que mueve el mundo son los medios financieros y no el voto, y hay pocas alternativas. Creo en la gente
Paradojas nacionales
Comemos entre clase y clase junto a la escuela de cine Bande à Part. Observador nato, me hace reír cuando parodia a los ejecutivos de rodríguez: "Me gusta verlos en el supermercados mirando los tropecientos aceites y con cara de ¡si yo sólo quiero freírme un huevo esta noche!". Creció rodeado de mujeres: madre, abuela y dos hermanas: "Me divierto más en compañía de señoras, están más desinhibidas". También imparte clases en el ICAM de Madrid y en la Universidad Carlos III: "Las escuelas están llenas, hay toda una cantera de gente que quiere contarnos cosas, es otra paradoja nacional: el cine español se considera una mierda pero hay un mogollón de gente que quiere hacerlo. Curioso".
Le gusta poner la oreja en mesa ajena.
¿Cómo lo sabe?
Casi mete el tenedor en el vaso.
Todas las semanas pillo tema. El otro día escuché a un borracho decir: "Dios está de mi parte". Lo pones en un guión y queda inverosímil.
¿Las apunta?
Muchas sí. En el Cercanías de Madrid tenía delante a una monja. Observé que el chaval de seguridad le decía algo. Cuando me fui me fije en ella. Debía de tener unos sesenta años, llevaba gafas de sol y tenía los pies encima del asiento, eso sí: sobre una servilleta.
Una monja yeyé.
Como cualquier adolescente no le hizo ni caso al revisor. Este país tiene un puntito de surrealismo, entre la picaresca y lo cruel.
Usted radiografía España.
Lo que funciona se me antoja menos interesante, quiero contar lo que no funciona, lo que está torcido.
Entonces tiene tema.
Si a la avaricia le añades cargo político tienes la corrupción, y eso genera material interesante. Intento contar cómo las cosas que pasan allí arriba afectan a los de abajo y viceversa. Y luego esta ese otro tipo de hijos de puta insignificantes pero abundantes.
¿De quiénes se trata?
Toda esa gente que no es consciente de que tiene que hacer bien su trabajo, su parte, sea la que sea. Como ese funcionario que no te sella un papel. Esa picaresca cotidiana hace mucho daño, son como termitas. Se te cae la estación Mir porque alguien no ha puesto un ventiladorcito que cuesta un euro.
Chapuceros.
Sí, parece un género nacional, y aplaudido.
¿Qué otros primores nos definen?
Somos muy paradójicos, para algunas cosas se nos llena la boca con la palabra España y para otras España es lo peor: si se ha hecho aquí no puede ser bueno, ese es un sentimiento muy frecuente y muy dañino.
¿Un problema de autoestima?
Igual tiene que ver con la pérdida del imperio. Y seguimos celebrando haber expulsado a pedradas a los franceses, quizás fue un error.
Veo que no es usted un salvapatrias.
Perdimos el tren de la modernidad, Goya y otros cuantos se dieron cuenta. Y de ahí para delante pues Picasso para Francia, Lorca a la tumba, Buñuel para Francia, el otro para México...
Y aquí los conformistas.
Un país autodestructivo de pírricas victorias y con el fútbol sobrevalorado. Fíjese en las críticas burlonas que se le hacen en periódicos como ABC al que esta considerado el mejor cocinero del mundo, Ferran Adrià. ¡Qué tontos somos! Si está ahí arriba será por algo. Almodóvar: a cargárselo, aunque haya triunfado en todo el mundo.
...
Y otro tema recurrente que tarde o temprano sacaré en alguna ficción sois vosotros: la prensa. El periodista, el buscador de la verdad, ahí ha caído otro telón. El malo de las pelis de James Bond, el Doctor No, igual es Murdoch.
El nombre ya lo tiene.
Sí, ¡Murdoch, el que quiere dominar el mundo! El periodista digno de la novela negra va desapareciendo, ves tanto cinismo en titulares... Me gusta hacer ficción que restablezca cierto equilibrio, no cambias nada, pero algo de inquietud siembras.
¿Y al cine español qué le pasa?
Desde la gala de los Goya del "No a la guerra", el cine ha sido arma arrojadiza sobre todo por parte de los medios de la derecha contra el PSOE, como si todos los que hacen cine fueran de ese partido. Así que tenemos a los patriotas diciendo que el cine español es una mierda y ocasionando un daño cultural enorme.
Se ha hecho mucho cine con dinero público que no se ha llegado a estrenar.
Estamos a la cola de Europa en ayudas a la cultura y al cine. Y no estamos a la cola en talento, llevamos unos cuantos Oscar para ser tan malos. En Chicago te pagan para que ruedes, Madrid te dificulta. Y rodar en Barcelona es un infierno.
Lástima.
Sí, porque en este país está todo por contar, queda mucho cine histórico y de aventuras por hacer: desde la España musulmana a la conquista de América, ¡menudo filón! La gente no sabe por ejemplo que los extremeños llegaron a Seattle en 1621, recorrieron California y la Costa Este mucho antes que John Wayne.
Hábleme de lo que ha sido importante en su vida.
La pérdida del padre a los veinte años (tenía una enfermedad degenerativa), las novias, aguantarme en soledad... Yo intento no ser el centro de mi problemática diaria, porque bastante nos comemos la cabeza.
¿Qué tal le han sentado los Goya?
Fantásticamente, pero de lo que se aprende es de los fracasos.
¡Qué agorero!
Si hiciéramos películas más a menudo no sería tan traumático, pero como haces una cada 8 años..., si tienes 40 te plantas con 48 años, y date prisa porque te queda para dos.
¿Y entre medio de qué vive?
Esa asignatura quiero impartirla en la escuela de cine: "Cómo vivir entre película y película". En mi caso no tengo hijos, ni coche, ni casa en la playa, cocino... Puedo decir: "No me da la gana rendirme", y voy tirando.
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