Aniol Esteban, responsable de economía de la New Economics Foundation (NEF).
Cambio de ritmo
Ha trabajado en proyectos de conservación de biodiversidad en la Agencia Sueca para la Protección del Medio Ambiente y ha realizado consultorías para la Comisión Europea, entre otras. Ejerció de economista en la Royal Society for the Protection of Birds, donde demostró que proteger el medio ambiente es bueno para la economía. De allí saltó a la New Economics Foundation (NEF), donde un grupo pluridisciplinar lleva 26 años insistiendo en que el camino para que todos vivamos mejor es la economía verde. Ha coordinado el informe 21 horas, que argumenta la semana laboral más corta (Icaria), y ha pasado por Barcelona para hablar de economía verde en la Fundación Ubuntu.
Un think tank británico para transformar la economía?
Sí, eso es la NEF. Nació en Londres en 1986 con el objetivo de catalizar el cambio hacia una economía sostenible.
¿Y quién lo forma?
Unos cincuenta trabajadores de muy distintos ámbitos: economistas, estadistas, sociólogos, ecólogos, psicólogos...
¿Algún eslogan?
"Economía como si la gente y el planeta importaran". Bajo este eslogan investigamos y promovemos debate.
¿Por ejemplo?
Hace más de diez años decidimos que había que medir la felicidad y el bienestar de los ciudadanos, que el baremo económico no era válido para establecer el bienestar de una sociedad. Nos tacharon de majaretas.
Ya está en la agenda de muchos países.
Cierto, el Reino Unido está desarrollando un índice nacional de felicidad y muchos institutos nacionales de estadística de la UE, como Italia, incorporan nuevos baremos para medir el bienestar. España no ha empezado.
"Estoy harto de la milonga de la economía sostenible", dijo Javier Arenas.
Dijo lo que la mayoría de los políticos piensan en este país, pero creer que la protección del medio ambiente esta reñida con el progreso es un tópico muy dañino: en realidad es la única opción para progresar y, por tanto, nuestro humilde objetivo es cambiar el sistema económico mundial.
Osados.
Hay que efectuar una transición del modelo económico actual, el de las cuatro íes (injusto, inestable, insostenible, infeliz), a una economía centrada en el bienestar humano, justicia social y sostenibilidad ambiental.
De acuerdo, pero cómo.
Vivimos una triple crisis: económica, energética (la demanda del petróleo y gas crece más rápidamente que la oferta) y ecológica.Todos estamos de acuerdo en que hay que reactivar la economía, pero no en el cómo. Debemos reducir emisiones y la dependencia del petróleo y mejorar el estado de los recursos naturales.
Para eso hace falta financiación.
Si somos capaces de encontrarla para rescatar el sistema financiero, debemos serlo para rescatar el sistema natural del que dependemos. Hay que crear un banco de inversiones verde que invierta en energías renovables, tratamiento y gestión de residuos, pequeña y mediana empresa, protección ambiental...
¿Con capital público?
Al inicio sí, para atraer inversión privada. A través de este banco los gobiernos deberían emitir bonos verdes.
¿Y cuáles son sus beneficios económicos a corto plazo?
Ahorro en la factura pública o privada, o en beneficios directos (venta de electricidad a la red pública). El Banco Europeo de Inversiones ha emitido bonos verdes por un valor de 3.000 millones de dólares que adoptan muchas formas: de infraestructura verde, de clima, corporativos...
¿Alguna idea para crear empleo?
Es posible crear riqueza y trabajo al mismo tiempo que se construye una economía verde a través de restauración del medio natural, energías renovables, eficiencia energética (reformando edificios comerciales, públicos y vivienda), gestión de residuos, innovación y tecnología...
Si fuera tan sencillo...
Estamos en un contexto en el que hacer las cosas bien no es rentable. El consumidor responsable paga más, el empresario responsable gana menos y el político valiente no dura tres días.
¿Entonces?
Los gobiernos deben aplicar reformas fiscales encaminadas a que la ineficiencia y la contaminación salgan caras, y a que reducir el impacto ambiental y social salga barato.
¿Qué más?
Hay que entender el medio natural como proveedor de servicios: nos alimenta, nos da materiales y mejora nuestra salud y nuestra educación con menos recursos. Hay múltiples estudios que lo demuestran.
Escoja uno.
El coste de la inactividad física en el Reino Unido es de unos 8.200 millones de libras. La gente que vive en áreas con alto nivel de espacios verdes tiene el triple de probabilidades de ser físicamente activa.
¿Y qué tiene que ver con la educación?
Está demostrado que el contacto con el medio natural es beneficioso para el desarrollo del conocimiento y la capacidad de aprendizaje en los niños. Debemos construir una economía que dependa más de nosotros mismos, que podamos controlar y huir de estar a merced de fuerzas externas.
¿Hay iniciativas exitosas?
Sí, el movimiento Transition Towns, que se inició en Inglaterra, se está extendiendo por todo el Reino Unido. Ciudades que han comenzado a buscar fórmulas para garantizar su provisión de energía y alimentos, restauración de espacios públicos, establecimientos cooperativos; y otras muchas iniciativas que han favorecido la creación de empleo local y un futuro para los habitantes.
¿Vivir más y trabajar menos?
"Trabajar más, ganar más", decía Sarkozy. Nosotros decimos "trabajar menos, vivir más" y "trabajar menos, trabajar todos". En países donde la jornada laboral es más reducida (Alemania y Holanda), el impacto de la crisis en los trabajadores ha sido menor.
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