Palabras, imágenes, canciones, emociones que nos acompañan en nuestro camino.


diumenge, 31 d’agost del 2014

LAS DIEZ CLAVES DE LA FELICIDAD. Cámbiate.

Las diez claves de la felicidad fueron desarrolladas por la organización Action for Happiness en base a las investigaciones realizadas sobre aquellos comportamientos o acciones que pueden realizar las personas para aumentar su bienestar y felicidad.
Hacer cosas por los demás. La generosidad está unida al centro de recompensa de nuestro cerebro, de manea que ofrecer a los demás nuestra ayuda, tiempo o energía también aumenta nuestro propio bienestar, ya se trate de familiares, amigos, compañeros  o extraños.
Las investigaciones han demostrado que ayudar a los demás aumenta la felicidad y la satisfacción en la vida, proporciona una sensación de significado, aumenta los sentimientos de competencia, mejora el estado de ánimo y reduce el estrés. Así mismo, nos ayuda a conectar con los demás y a satisfacer nuestra necesidad básica de relacionarnos con los demás.
Además, ser amables y preocuparnos por los demás parece ser contagioso, ya que cuando vemos a alguien ser amable o cuando los demás son amables con nosotros, tenemos más probabilidades de serlo también con los demás.

Hacer ejercicio. Dado que la mente y el cuerpo están conectados, no es extraño que mantenernos activos nos ayude a sentirnos mejor. El ejercicio puede mejorar el estado de ánimo de inmediato, ayudarnos a salir de una depresión y aumentar nuestra vitalidad y energía.

Ser consciente del mundo a tu alrededor. Si te detienes a mirar a tu alrededor, puedes descubrir que hay un mundo mucho más amplio del que creías justo a tu lado. El mindfulness consiste en experimentar plenamente lo que está ahí, de manera consciente, intencional y sin juzgar. Implica ser más consciente de lo que llega a ti a través de tus cinco sentidos, observándolo todo sin juzgarlo. Hagas lo que hagas, ya sea ir caminando al trabajo, comer o cuidar de una planta, si lo haces con mindfulness lo estás haciendo con tus cinco sentidos, dejando que esa tarea te absorba y mantenga tu atención sumergida en el instante presente.
Así, el mindfulness te ayuda a conectar contigo mismo y tus sentimientos en el presente y dejar de dar vueltas al pasado o a las preocupaciones, además de enriquecer tu día a día.

Aprender cosas nuevas. El aprendizaje de cosas nuevas aumenta nuestra felicidad porque nos expone a ideas nuevas, nos mantiene ocupados y absortos en algo que nos interesa, y aumenta nuestra sensación de competencia y logro y nuestra autoestima. Aprender algo nuevo no necesariamente implica ir a clase o hacer un cursillo. Puedes aprender por tu cuenta, unirte a algún club, practicar algún deporte, etc.
 
Tener metas. Tener metas y objetivos que alcanzar nos hace sentir bien acerca del futuro. Las metas deben ser realistas y alcanzables, con cierto grado de dificultad para motivarnos pero no tan complicadas como para resultar imposibles. Las metas aportan una sensación de dirección a nuestras vidas y, al alcanzarlas, nos dan una sensación de logro y éxito, nos ayudan a hacer realidad nuestros sueños y mejorar nuestras vidas y nos aportan una sensación de significado y propósito.

Resiliencia. Tarde o temprano, a todos nos llegan las malas rachas: el estrés, las pérdidas importantes, los fracasos, los golpes de la vida… A menudo, no podemos evitar que suceda, pero sí podemos intentar decidir cómo vamos a actuar ante esos reveses. La resiliencia hace referencia a la capacidad para afrontar la adversidad y superarla sin dejar que nos hunda o nos dañe.
La resiliencia es algo que se puede aprender y un modo de hacerlo consiste en cambiar nuestro modo de pensar acerca de la adversidad y nuestro modo de relacionarnos con ella.

Emociones positivas. Las emociones positivas, como la gratitud, la alegría, la inspiración, etc., cuando se experimentan de manera habitual, nos ayudan no solo a sentirnos mejor sino también a tener más recursos. Sin dejar de ser realistas, podemos optar por centrarnos en los aspectos positivos de una situación.
Las emociones positivas nos ayudan a ampliar nuestras percepciones, a ver más de lo que hay a nuestro alrededor, responder mejor ante las exigencias de la vida, ser más creativos, afrontar mejor las dificultades, interesarnos por aprender cosas nuevas y estar más abiertos ante las nuevas ideas. Así mismo, nos ayuda a sentirnos más cerca de los demás y confiar más en ellos, lo que mejora nuestras relaciones con otras personas.
“El miedo cierra nuestras mentes y nuestros corazones, mientras que las emociones positivas abren literalmente nuestras mentes y nuestros corazones. Realmente cambian nuestra forma de pensar y nuestra bioquímica”, (Dra. Barbara Fredrickson, Universidad de Carolina del Norte).

Autoaceptación. Si te centras siempre en tus defectos, te desprecias a menudo o no te gustas como eres, difícilmente te vas a sentir feliz. Por este motivo, aprender a aceptarnos tal y como somos y ser mables con nosotros mismos incluso cuando cometemos errores, aumenta nuestro bienestar, satisfacción y resiliencia. Además, nos ayuda también a aceptar a los demás tal y como son.


Significado. Las personas que piensan que sus vidas tienen un significado o un propósito son más felices y tienen una mayor sensación de control. Además, experimentan menos ansiedad, estrés o depresión. Cada persona encuentra significado y propósito de un modo diferente. Algunos lo encuentran en un trabajo vocacional, otros en la maternidad o paternidad, otros en las creencias religiosas, etc. Lo que todos tienen en común es que les aporta una sensación de pertenencia a algo más grande que ellos mismos que ayuda a las personas a responder a la pregunta de por qué estamos aquí o qué sentido tienen nuestras vidas. Ofrece también una guía sobre cómo vivir nuestras vidas o qué metas perseguir, aporta sentido a las cosas que nos suceden y nos ayuda a afrontar los tiempos difíciles.


Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada