Luis López González, especialista en educación emocional
Tengo
50 años. Nací en Mérida y vivo en Castellfedels.
Soy doctor en Psicopedagogía. Estoy casado y
nuestras hijas han nacido en Madagascar: Sina (15), Yamine (12), Francine (10)
y Uly (8). Voté izquierdas, votaré a personas. Siento
al Dios cristiano y hablo otras espiritualidades
TREVA
López González
es coordinador del grupo de investigación Treva (Técnicas de Relajación Vivencial en el Aula), del Institut
de Ciències de l'Educació; de la Universitat de Barcelona, y autor de los
manuales Introducción al focusing
(PPU) y Relajación en el aula
(Wolters Kluwer), resumen de su filosofía, pedagogía y técnicas educativas,
aplicada en varios centros de la Escola Pia, cuyos profesores están
aprendiéndolas. López empezó por la educación física, siguió por la
musicoterapia y ha dado en la educación emocional. Si fuese ministro de Educación,
invertiría en educar a la persona, no en saltar exámenes. López impulsa además
el proyecto solidario Malaria 40 (www.malaria40.org).
Cuál es la gran
carencia de nuestra escuela?
Que
quiere ser efectiva..., ¡y debería ser afectiva!
¿Afectiva?
La
neurociencia más avanzada establece que, más que animales racionales, ¡somos animales
emocionales!
"Siento, luego
existo", dice Damásio.
Sí.
Corregido el "Pienso, luego existo"
de Descartes, sabiendo ya que pensamos con el cuerpo y la emoción, ¿por qué la
escuela sigue eludiendo esta evidencia científica?
¿Hasta qué punto la
elude?
¿Está
ayudando al alumno a autoconocerse, a entender su interior, a gestionar sus
emociones, a formarse una cosmovisión y un proyecto de vida propio? No, no, no
y no.
Enseña a leer, dividir
y la capital de Francia: ¿acaso eso no está bien?
La mente
sabe, pero el cuerpo conoce:
¡enseñemos al alumno a leer los mensajes de su ser íntimo, a interpretar sus
emociones, a escuchar su cuerpo!
¿Puede
enseñarse eso?
¡Sí! Se
aprende y se adiestra: ¡eso es educar! ¿O el objetivo de la educación
es capacitar para ser muy eficaz en lo económico? Mire, el objetivo de la
educación debería ser uno y principal: la felicidad del ser humano.
¿Y qué entiende por
felicidad?
La autorrealización,
¡no la contabilidad!
¿Algún ejemplo?
Una
alumna mía gozaba con la fotografía y soñaba con dedicarse a eso. Yo la
animaba, pero su padre la convenció para que estudiara Derecho y ganara dinero.
Qué lástima...
¿Acaso renuncia usted a
ganar dinero?
Ya
he aprendido que acumular dinero me gratifica menos que hacer lo que me llena y que
compartir, cooperar, ayudar...
¿Manda lo económico en
la escuela?
Aún
rinde culto a Santa Competencia y Santa Excelencia: aún educamos para el codazo
y la exclusión. ¡Eduquemos
para la bondad, la belleza y la verdad! Para la humanidad.
Suena muy bien, sí.
En vez de
personas competitivas y excelentes, saldrían personas excelsas: amantes de lo
verdadero, bello y bueno.
¿Cómo se educa así?
Educamos
a los jóvenes para ser brillantes en la logosfera, la tecnosfera, la
iconosfera... ¡Y
los hacemos analfabetos en la sensosfera!
¿Qué es la sensosfera?
El
universo de las sensaciones, los sentimientos, las emociones, la empatía... Los
pilotos contra las Torres Gemelas eran brillantes en todo... y analfabetos en
sensosfera.
¿Y cómo alfabetizar en
sensosfera?
Por
ejemplo, con nueve herramientas que he aislado tras cotejar técnicas de todas
las tradiciones culturales y espirituales.
Enúncielas, por favor.
Atención.
Respiración. Visualización. Habla. Conciencia postural. Sentidos. Energía
corporal. Capacidad de soltar. Y enfoque emocional (focusing).
Ilústrelas con algún
ejemplo práctico.
Primero
educo al alumno en la llamada pausa revolucionaria.
¿En qué consiste?
En
guardar silencio y cerrar los ojos... un rato. Luego pregunto: "¿Cómo te
sientes hoy, ahora? Presta atención a tu cuerpo, haz un barrido y detecta las
sensaciones menos agradables, conflictos, dolencias... y obsérvalas. Y, sin
juzgarlas, ¡anótalas, dibújalas!".
¿Para qué?
Así
aprende a desidentificarse de sus sensaciones, emociones y pensamientos. Así comprende
que están... ¡pero no son él!
¿Es esto educativo?
¡Muchísimo!
¿Acaso te pegarás con otro por una simple emoción que no eres tú en el fondo?
El joven descubre una distancia entre lo que siente y el ser, la vivencia del
ser profundo, la llamada ipseidad.
Describa la ipseidad.
Paz.
El fondo del ser... ¡es pacífico! Está en la mirada al interior, en inglés,
mindsight.
¿Hay paz en el interior
de cada uno?
Sí.
Y estas técnicas ayudan al alumno a descubrirla dentro de sí.
¿Con qué beneficios?
Mayor
capacidad para concentrarse, pacificación del clima del aula, mejor rendimiento
académico, bienestar emocional y autoconocimiento.
Expóngame algún otro
ejercicio práctico educativo en la sensosfera.
Uno
para niños pequeños: "Dibuja tu nombre propio". ¡Así
empieza a autoconocerse! Otro: cantamos juntos las vocales y consonantes, y les
dices: "Fijaos cada uno en qué sonidos os hacen sentir mejor... y componed
vuestro mantra para hoy"...
Otro más.
El
profesor les hace cerrar los ojos, visualizar un volcán y recorrer sus partes:
¡así aprenden más rápido y mejor!
¿Qué es el focusing o
enfoque emocional, la última herramienta que ha citado?
Focalízate
en lo que sientes en tu pecho y pregúntale qué está pidiéndote: ¡escucha, te
ayudará a actuar!
¿Me fío de lo que me
pida el cuerpo?
Quedarse
sólo en el intelecto es cojo. La razón se siente. ¡Einstein sintió que
"E=mc2" antes de llegar a formularlo así! Joven: estarás en paz si alineas lo que
sientes, piensas y haces.
¿Algún consejo final
para estudiantes?
¡Sonríe!
Decenas de músculos se relajan así. ¡Y sonríete a ti mismo! Si has estudiado,
sonríe: el examen te irá bien. Si has estudiado poco, sonríe: sabes que el
examen te irá menos bien. ¡Esto es inteligencia emocional!
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