Es mucho mejor ver, llorar y liberar que reprimir y deprimir.
Porque quizás
detrás de las lágrimas está el encuentro con uno mismo. Y desengañémonos: el
camino para encontrarse con uno mismo no es fácil, requiere asumir riesgos,
requiere Arriesgarse.
Es un camino
que no se puede recorrer con pastillas, porque requiere estar muy despierto
y,es un camino que se hace andando a solas, en el silencio de uno mismo.
Que requiere
escucha, atención, audacia, paciencia y perseverancia...
Porque a veces
aparece el miedo, la duda, la angustia...
Porque no
sabes dónde vas a pisar, qué vas a encontrar...
Hay un gran
vacío, un gran espacio desconocido...
Cuando
empiezas a andar no sabes dónde llegarás. Porque para ir adonde no se sabe hay
que ir por donde no se sabe..
Y aunque es
más fácil quedarse donde uno está,merece la pena Arriesgarse.
Merece una
vida feliz Arriesgarse.
Una vez
empiezas a andar, no puedes volver atrás porque el camino andado desaparece.
Y no te queda
más remedio que avanzar...
También puedes
quedarte quieto, pero eso no te lleva a ninguna parte.
Nadie ha transitado
antes por este camino; es un camino absolutamente singular y personal.
Un camino donde empiezas
siendo peregrino, que quiere decir extranjero, y acabas encontrándote y dejando
de ser un extraño para ti mismo.
Cuando inicias
el proceso, cualquier paso que das provoca miedo. Pero es precisamente en este
espacio, en este vacío, donde finalmente te encontrarás...
Donde se
producirá el milagro...
No es un
trabajo de esfuerzo, sino de abandonarse, de soltarse, de liberarse de pesos y
de presiones.
¿No será, que
aquello a lo que llamamos arriesgarnos es, en el fondo, nuestra “felicidad
temida”?.
“Reírse
es arriesgarse a parecer tonto.
Llorar
es arriesgarse a parecer sentimental.
Alargar
el brazo para coger a otro es arriesgarse a implicarse.
Mostrar
los sentimientos propios es arriesgarse a mostrarse uno mismo.
Exponer
tus ideas o sueños ante una multitud es arriesgarte a perderlos.
Amar
es arriesgarse a no ser correspondido.
Vivir
es arriesgarse a morir.
Tener
esperanzas es arriesgarse a perderlas.
Pero
se tienen que correr riesgos.
Porque
el mayor peligro en la vida es no arriesgar nada.
Si no
haces nada, si no arriesgas nada, tu existencia se oscurece.
Es
probable que de este modo evites sufrimientos, pero no vas a aprender, a
sentir,a cambiar, a amar ni a vivir.
Encadenado
a una actitud de miedo, uno se convierte en esclavo...
Y
pierde su libertad.
Sólo eres libre si te
arriesgas”.
Y ahora algo
más. No sólo
se trata ya de pensar en ello: te invito, si quieres, a hacer algo al
respecto...
Alex Rovira.
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