Los cambios personales se
producen de un modo habitual en la vida. Existen cambios buscados por decisión
propia y otros que surgen como consecuencia de imprevistos en las
circunstancias externas. El apego a lo seguro y conocido puede producir un gran
sufrimiento personal porque la vida es cambio. ¿Cómo afrontar estas etapas con una
adaptación positiva?
Los
cambios son difíciles
La mayoría de los cambios sin
difíciles, incluso aquellos que son deseados y buscados. ¿En qué reside dicha
dificultad? En la sensación de incomodidad que surge al sentirte poco seguro
en una zona
que desconoces. Es decir, los cambios te impulsan a salir de tu zona de confort.
En este tipo de situaciones es un gesto de inteligencia emocional tener paciencia
y darte un tiempo para adaptarte con naturalidad a la nueva situación.
La mente tiene una gran higiene
mental como muestra el hecho de que la mayoría de las personas se han adaptado
completamente a la vuelta al trabajo tras el descanso de las vacaciones en el
plazo de una semana.
Los cambios no son absolutos,
es decir, aunque algunos aspectos de la realidad cambien también hay otros que
permanecen.
Visión
del cambio
Es un signo de sabiduría buscar apoyo
en esos elementos que permanecen y que aportan confianza. A través de esta
compensación también es más sencillo relativizar incluso los cambios más
difíciles.
Existen sentimientos que son
poco agradables pero que surgen con naturalidad ante un cambio: la intranquilidad
ante la incertidumbre,
el miedo
a lo desconocido, el apego a la zona de confort, el estrés,
la impaciencia.
Son sentimientos naturales que lejos de reprimir conviene expresar con
naturalidad.
Existen personas que observan
el cambio como una ruptura drástica respecto de una etapa previa. Sin embargo,
un cambio muestra la posibilidad de integrar en el corazón nuevas oportunidades.
Por ejemplo, un cambio de ciudad no es sinónimo de perder amigos sino una
oportunidad para sumar otros nuevos y mantener el contacto con las amistades
previas.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada