Tengo 61 años: anticipo lo peor de lo que no depende de mi y me
preparo como el mejor para lo que sí depende. Investigo en Texas y presidí la
Asociación Americana de Psicología. Nací en Argentina: era lógico especializarme en frustración. Colaboro
con la Universidad de Barcelona.
EL RUIDO Y LA
RAZÓN
"La vida es unaa
historia sin sentido llena de rabia y ruido contada por un idiota” sentencia el
ambicioso Macbeth al intuir su final.
Séneca y Epícteto, matizan: acepta la vida en
lo que no depende de ti y sufrirás menos su absurdo y cultívate para mejorarla en aquello que sí depende de ti. Ataraxia y resiliencia: asume que el
tarro de la vida te llevará por caminos a veces desgraciados sin dejar de superarte
para mejorarla en los ratitos en que lo conduzcas tú. El doctor Papini investiga
en su laboratorio conductual cómo gestionar la frustración para sobreponernos
al infortunio y explica que no podemos
decidir todo lo que nos sucede, pero si cómo nos lo tornamos.
Qué
nos enseña el modo de aprender de los animales?
He estado comparándolo con el nuestro durante toda mi carrera y me
he especializado en la frustración como mecanismo adaptativo,
porque explica mucho sobre cómo modificamos nuestras conductas.
¿Los
animales también se frustran?
Los experimentos de laboratorio demuestran que todos los mamíferos
nos frustramos por igual.
Defina frustración
Lo que sientes cuando obtienes algo menos bueno de lo que
esperabas.
¿Y cómo la investiga en animales?
Le doy a una rata de laboratorio una solución de agua con un 32%
de sacarosa durante una serie de días y luego se la cambio por otra que tiene
sólo un 4%: 8 veces menos.
¿Y cómo reacciona?
La rechaza con una reacción emocional exagerada muy similar al
estrés.
¿La rata pilla un berrinche?
En psicología decimos que se frustra: reacciona con una forma
exagerada de rechazo ante cualquier cambio negativo ysignificativo entre lo que
esperaba y lo que obtiene.
¿Por qué la califica de exagerada?
Porque lo es en comparación
con la actitud de otra rata a la que damos siempre un 4 % de sacarosa y la
acepta. En ella no hay
frustración, porque no había expectativas.
¿Para qué nos sirve la frustración?
Mi hipótesis es que es evolutivamente necesaria para adaptarnos a
situaciones de cambio brusco en la proporción de alimento.
¿Y
por qué es tan útil para adaptarnos?
Si usted va cada día a por fruta a un árbol v se harta y el día
que no queda no se frustrara, continuaría yendo al árbol a por fruta v moriría
de inanición: la frustración
nos hace cambiar de modo radical de conducta y buscar así nuevas fuentes de
sustento.
¿Sin frustración no hay rectificación?
Sin ella nos costaría mucho cambiar de pautas y costumbres. Lo
interesante es que la frustración está relacionada con el sentimiento de pérdida y el mecanismo de dolor.
¿En qué sentido?
Si usted se hace un corte en un dedo, activará los mismos
circuitos neuronales que si sufre una pérdida o se frustra.
¿Cómo reacciona el cerebro?
Tanto ante la frustración como ante un dolor de muelas, libera
opioides endógenos.
¿Son un paliativo del dolor?
Sí, ¿y sabe cómo reacciona la rata a la que se priva de lo que
esperaba?
Es nuestra maestra.
Cuando se frustra porque le reducimos su sacarosa, aumenta su
ingesta de Libríum, un ansiolitico antidepresivo adictivo, que hasta entonces
apenas había querido consumir, aunque también se lo ofrecíamos cada día .
¡Igual que los que beben por amor!
Si cambiamos cada día a la rata su dosis de sacarosa al azar,
sometiéndola así a una frustración crónica, al principio la compensa tomando
mucho antidepresivo, pero después va tomando menos, es decir, se sobrepone. La
rata aprende a soportar el dolor. Tiene mecanismos de resiliencia como nosotros y como todos los mamíferos.
La rata aprende a no hacerse ilusiones.
Por eso, a mí las ratas de] laboratorio me han enseñado mucho
junto a Séneca y Epicteto.
Grandes maestros estoicos.
Los estoicos nos enseñaron a gestionar la frustración y a
ejercitar la resiliencia...
Y sin ansiolíticos.
Aprende a esperar lo peor de lo que no depende de ti y a prepararte como
el mejor para lo que sí depende. Gran parte de lo
que nos sucede en la vida no depende de nosotros y, por ello, reduciremos la
frustración si anticipamos lo peor.
¿Cómo aprendió Epíteto?
Recomendó ejercicios de premeditación que yo practico. Cada
mañana, me siento unos segundos al borde de mí cama al despertarme y trato de
anticipar todo aquello que puede salirme mal pero que no controlo. Después me
comprometo a hacer muy bien lo que sí depende de mí y controlo.
Es el poder del pensamiento negativo.
Yo diría que es
el poder del pensamiento realista. Si anticipas que hay cosas que no dependen de ti y saldrán mal,
tu frustración en la desgracia será menor y más fácil de gestionar. Pero, al
tiempo, debes ser positivo y
proactivo en lo que sí depende de ti y en tu compromiso con la vida: debes asumir lo peor y prepararte como el mejor siempre.
Es el poder del pensamiento positivo.
En lenguaje estoico: yo controlo mis
virtudes: mi esfuerzo, mi dedicación, mi talento... Pero también aprendo a
anticipar y a asumir que, pese a ellos, habrá
una parte de mi destino que no depende de mí.
No puedes decidir todo lo que te va a suceder, pero sí cómo te lo
vas a tomar.
Los estoicos cultivan la ataraxia, que vendría a ser
en términos psicológicos como la gestión de la
frustración, que, como ha visto, es una emoción científicamente demostrable y
evolutivamente necesaria.
¿Qué enseñan las ratas del laboratorio?
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