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dimecres, 10 de juny del 2015

"La música tiene el poder de despertar mentes dormidas". Michael Rossato Bennt. La Contra de La Vanguardia.

Michael Rossato-Bennett, director de documentales
56 años. Vivo en Nueva York. Estudié cine, pero mi mayor profesor ha sido mi estupidez Casado, dos hijos; hay mucho amor en casa. Estamos ante un gran cambio en la manera de relacionarnos entre los humanos y con el planeta. Somos vibración: creo: creo en el sol y en la física.

DESPERTARES
La película que ha ganado el festival de cine de Sundance, Alive Inside (Vivo en mi interior), que levantó a los espectadores de sus butacas con vítores y lágrimas, y cuyo trailer se ha convertido  en un fenómeno viral en YouTttbe (no se lo pierdan) se ha presentado en la II Mostra Audiovisual de Cinema Científic i Tecnològic de Barcelona y busca distribuidor en España. El documental muestra los resultados del programa Música y memoria, oenegé que reune Ipods con música personalizada para pacientes con demencia y que cómo la música evidencia como la música activa el cerebro. Ver el despertar de esas personas arrinconadas, su alegría, como conectan con sus vidas, es mágico.

¿De qué estupidez ha aprendido más?
Me rompieron el corazón me encerré en mí mismo.

¿Quién le hizo eso?
Perdí a mi madre cuando era muy pequeño, y mi padre, siempre ausente, se volvió a casar con una mujer loca y violenta. Con 6 años me decía a mí mismo: «Sólo tengo que aguantar 12 años más".

Pobrecito.
Dediqué mi vida a buscar dónde reside el amor. Mis documentales tratan de seres despertándose a la vida interior.

¿Qué hizo con su propia desolación?
Sabía que no podía superarla solo y decidí rodar Ilumíname. Me puse a las órdenes de un maestro budista durante un año entero. También conocí a un chamán que me llevó a mis infiernos y me ensanchó el corazón.

¿Le libró de la tristeza?
Si, desenterré recuerdos olvidados que años de psicoterapia no habían logrado aflorar. Comprendí que el secreto es la conexión con uno mismo y con los demás. Y cuando vi el despertar de aquellos ancianos dementes tras diez años desconectados del mundo, fue como ver mi propia historia.

Cuéntemelo despacio
Me encargaron un corto sobre el trabajo de Dan Cohen, un voluntario que cuidaba ancianos y que estudiaba el poder de la música para restablecer la memoria en gente con alzheimer.

¿Qué imágenes le impactaron?
Desde el primer momento quise irme de aquella residencia. Entré por un pasillo y vi a cien viejos en su silla de ruedas aparcados contra la pared. Algunos movian los brazos compulsivamente, otros tenían la cabeza gacha y no se movían. Era tan triste...

¿Estaban todos idos?
Sí, y sedados con antipsicóticos. Dan cogió a uno, lo entró en una habitación y por primera vez le conectó, mediante unos cascos y un iPod, con su música de juventud, y fue como si encendieran una luz en su interior!

He visto el vídeo, es impactante.
Henry levantó la cabeza y comenzó a cantar y a hablar con tanta poesía que me hizo llorar. Supe que esto es lo que las personas pueden ser si les das un poco de atención y un poco de ellas mismas, de su identidad. Vi claramente que los viejos del pasillo es en lo que nos convertimos sin esa atención, sin ese amor de los unos hacia los otros.

Y el corto se convirtió en un documental y en un proyecto de por vida.
Un solo día me bastó para darme cuenta de que tenía que ayudar a Dan y sumarme a su proyecto, Música y memoria: utilizar la música personal de cada anciano en las residencias y empujar a los jóvenes a que busquen esa música y ayuden a sus mayores.

Es bueno para todos.
Nuestra cultura nos segmenta, es la mejor manera de vendernos productos: mujer-joven-soltera; adolescente... Cada identidad tiene sus identificadores, es marketing puro. Y en este mundo los viejos son objetos inútiles que hay que aparcar en algún lugar.

...Y los amontonamos en residencias.
Sin embargo, dentro de nosotros hay una gran capacidad de sentirnos los unos a los otros, pero buscamos la seguridad en lugares equivocados, en preservar lo mío, cuando lo que nos hace felices es conectar. Así llegué a hacer un imposible: una historia feliz sobre la demencia.

¿Qué dicen los estudios?
El Health and Hospitals Corporation (HHC) de Nueva York realizó un estudio de tres años; trataron a los pacientes de alzheimer haciéndoles escuchar la música que les gustaba y los conectaba con su juventud, y el consumo de antipsicóticos disminuyó del 38% al 13% y se ahorraron 400 dólares por persona al mes sin efectos secundarios.

¿Cómo reaccionaron las residencias?
Dan había despertado de su letargo a mucha gente, pero las residencias de ancianos son grandes burocracias y no conseguía que se interesara nadie en esta idea. Hicimos un vídeo corto para colgarlo en internet.

¿Y tuvo visitas?
Muy pocas, pero una noche mi hijo adolescente vio que otro chico lo había colgado en una web de gente joven, Redditcom. En una sola noche tuvo casi 200.000 visitas, y en una semana alcanzó los ocho millones.

¿Reaccionaron las residencias?
En dos meses todas las residencias del mundo habían visto ese pequeño vídeo. Ahora la gente sabe que la música tiene el poder de entrar en esas mentes dormidas y despertarlas y, hoy por de hoy, ya hemos introducido el programa en 1.350 residencias.

Ha conectado su propio pasado con su futuro.
El mayor dolor de la gente es la separación y la incapacidad de sentirse a uno mismo, de conectar, ese era mi dolor cuando era joven. Toda la alegría en mi vida ha venido a través de la conexión conmigo mismo, con los seres queridos y con la vida.

No hay alegría en el aislamiento.
No, y sin embargo es así como buscamos la seguridad. La música nos conecta con los sentimientos, y los sentimientos siempre tienen que ver con los otros. La música nos muestra que debemos vivir en armonía.



2 comentaris:

  1. Sencillamente genial, sobran las palbras. Gracias por compartir tanta belleza.

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  2. Un gran artículo, gracias por compartirlo!

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