“Invencible es el que se conquista a sí mismo; maestro es quien
conquista al prójimo“,
según cita Lao Tse. Y es difícil conquistarse uno mismo. Cada uno de nosotros
tenemos cientos de sombras que condicionan a diario nuestra vida, haciéndonos
actuar en contra de nuestro propósito interno y nuestra Alma. Conquistarse a
uno mismo es recobrar la libertad de actuar según nuestra voluntad y nuestro
ser esencial, sin condicionamientos que nos obliguen a vivir una vida ajena,
impuesta por nuestras sombras del pasado y por los demás, con sus propias
sombras que proyectan a veces con su tóxico cariño…
Como
sabes, nunca he creído en los maestros. Solo creo en la capacidad del ser
humano de afrontar sus miedos y luchar por alcanzar sus sueños. Eso es, para
mí, ser maestro de uno mismo y de su destino. Quien no es capaz de conquistarse
a sí mismo, nunca podrá ejercer de maestro ante alguien más, aunque se lo
proponga.
Seguramente conquistarse a uno mismo es el fruto de una vida entera, al que no
todos llegan!
Hoy, tras cada
uno de mis actos, empieza a haber libertad y no solo condicionantes pasados y/o
externos. Estoy aprendiendo a amarme lo suficiente como para seguir los
dictados de mi corazón.
Aunque eso solo pase durante algunos momentos de mi vida actual. En otros -aún
demasiados- y ante la incertidumbre, mi pasado me pasa factura y recobra fuerza
ese personaje víctima de las circunstancias. Mi pasado me recita constantemente
su lección, insistiendo en mi presunta incapacidad de ser feliz o de amar como
mi corazón sabe amar, ahora. Supongo que es más fácil culpar a los demás o a
las circunstancias por no haber tenido hasta ahora el valor de luchar por la
vida que realmente merezco, esa vida con amor y felicidad que siempre había
soñado!.
La verdad es que
no es fácil en esta vida ser libre para actuar. Supongo que todo empieza
por ser capaz de soñar, luego sentir y, finalmente, hacer de ese sueño una
realidad! Ese es todo el camino, aunque no siempre sea fácil o en
línea recta! Pero es humano que, ante cada tropiezo o caída, uno sienta
miedo. Y es ese mismo miedo quien despierta este oscuro personaje
que todos llevamos dentro y que aprovecha la menor ocasión para resurgir! Y en
él encontramos de nuevo ese temor a ser o a contradecir a los demás! Y, si nos
dejamos vencer por ese personaje que todos llevamos dentro
-fabricado por nuestros sueños inalcanzados e inalcanzables-, volvemos a esa vida sombría que, de
alguna manera y en algún momento u otro, todos hemos padecido en nuestra
historia!
Conquitarse
es, entonces, ser capaz de hacer prevalecer nuestra ilusión y usar todas
nuestras energías para superar los momentos difíciles, sin traicionarse dejando
de ser lo que uno es y siente! Sé que cuesta, al menos a mí a ratos me sigue
costando! Pero también sé que cada vez que logro levantarme de nuevo tras una
caída, mi Alma se fortalece y soy capaz de volver a la senda abandonada de mi
felicidad! Seguramente
tuve que sentir y reconocerme vulnerable ante las dificultades para luego
sentirme fuerte ante el miedo y la adversidad. Ser invencible no es no tener
miedo, sino no dejar dominarse por él, pase lo que pase en nuestra vida!
Ser capaz de crecer en las adversidades y encontrarles su propio sentido es
todo lo que aprendí a hacer! Atrás quedaron las coartadas, las circunstancias y
el pasado vivido, a quienes hasta entonces culpaba de mi presunta y ya crónica
calamidad! Y descubrí que no hay más dañina actitud en la vida que renunciar a
lo que soy y siento! Y, cada día más, me cuesta contradecir a mi Alma ya
charlatana, pues solo obedeciéndola hoy soy capaz de amar de verdad!
Ser capaz de ser,
sentir y vivir el amor y la felicidad, aunque sea un rato cada día, es ser un
poco invencible, a pesar de las circunstancias. Ser invencible no es más que
sentir amor, donde antes hubo solo miedo; vivir la felicidad, donde antes solo
hubo dolor! Eso es empezar a ser libre, ser invencible y vivir lo que realmente
merecemos. Ser
invencible es vivir una vida con sentido, en una vida aparentemente sin
sentido; ser realista viviendo lo posible y deseando hacer realidad lo
aparentemente imposible; tener confianza en la vida, aún cuando no siempre haya
control y seguridad. Eso es, día a día, conquistarse a uno mismo y
conquistar esa vida que cada uno de nosotros ha soñado desde siempre y saber
que solo uno mismo es capaz de convertirla en realidad, aunque no sea
invencible… solo
cambiando el miedo por amor y obteniendo así felicidad!
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