Todos en
algún momento experimentamos energía negativa. A veces somos nosotros los
negativos y otras veces somos los receptores de la negatividad. ¿De dónde viene?
¿Cuál es la mejor manera de lidiar con ella?
A
medida que nos volvemos más conscientes de nosotros mismos, las emociones
negativas pueden salir a la superficie con el fin de ser liberadas y sanadas.
La
negatividad nace del dolor, de la frustración y del miedo. Tiende a viajar como
un virus. Piensa en un jefe que le grita a su empleado, y el empleado que
absorbe energía negativa del trabajo y luego lo libera en su familia. Tal vez
tu amigo tiene un problema y lo vuelca sobre ti, y luego te sientes mal. La
negatividad puede ser muy sutil, se muestra en forma de amargura, sarcasmo o
superioridad.
Las
personas transfieren y canalizan la energía, a menudo en un esfuerzo por
liberarla. Afortunadamente, podemos transmutar la negatividad en el momento.
1) Elige entender
Las
personas negativas en su interior están sufriendo. Por lo general el
comportamiento negativo es el resultado de rabia contenida, tristeza, estrés u
otras emociones. Al elegir ver el origen de la conducta de alguien, la energía
negativa empezará automáticamente a transformarse. Basta con tener la intención
de comprender para que cambie la intensidad de la negatividad.
2) Observa la forma en
que respondes a la energía negativa
¿Cómo
respondes cuando alguien te lanza un comentario negativo? ¿Te sientes atacado? La forma en que
respondes a la negatividad moverá la energía. Si le das espacio, la
negatividad respira y se desplaza. Es como poner una lupa a la negatividad y
decir: “¡Ahí estás!” Ya no te puedes ocultar. Detenerse y observar te permitirá
a ti y a la otra persona ser más conscientes de la energía negativa y responder
a ella.
3) Deja a las personas
ser dueños de su propia negatividad
Todos
tenemos días malos. No es nuestro trabajo mejorar todas las situaciones.
Algunas personas sólo necesitan el espacio para procesar su propio dolor y
frustración. No
estamos aquí para cambiar y ayudar a aquellos que no están dispuestos a recibir
nuestra ayuda. Cuando las personas son negativas, a veces es mejor
permitirles ser dueños de su propia negatividad y de su transformación.
4) Opta por no asumirla
Muchas
veces las personas arrojan inconscientemente su negatividad. Prueba imaginar que
fluye a través tuyo y observa lo que sucede. Sé consciente de no atrapar la
energía. Al no juzgarla, le ofreces la oportunidad a la energía negativa de
cambiar.
5) Cambia tu
perspectiva
La
idea de “negatividad” es a menudo una calle de doble sentido. La estás
recibiendo y experimentando — ¿está fuera de ti o dentro? Elige una actitud
desapegada y neutral:
¿Cuál
es la lección de experimentar esto ahora mismo?
¿Cómo
podría transformar esta situación de una manera útil?
¿Qué
representa en mi vida esta “aparente” negatividad?
6) Perdona
Simplemente
comienza con la intención de querer perdonar y observa lo que sucede. Perdónate a ti
mismo por sentirte mal por lo sucedido y a quien sea que esté involucrado.
“Te
perdono por _____, y me perdono por ______.”
Casi
toda la negatividad simplemente viene de malos entendidos y de falta de
comunicación. Rara vez hay alguna verdadera mala intención en cuestión.
7) Contempla
Cuando
tienes una pelea o confrontación, permite que haya un poco de espacio antes de
comunicarte con esa persona otra vez. Espera por lo menos 24 horas. Tómate el tiempo
para contemplar que pasó. Pregúntate, “¿Qué causó este malentendido y esta frustración?”
No busques culpas o respuestas directas. Recuerda, se necesitan dos para tener
un conflicto. ¿Qué
pude haber dicho para contribuir con esto?. Tómate tiempo para reflexionar
sobre tus propias acciones, comportamientos y juicios.
Cuanto
más presente estés, más poder tendrás para tratar con la negatividad. Practica un estado de
apertura, receptividad y vulnerabilidad. Da espacio a la aceptación y a la
compasión para que la negatividad se transforme.
No se
trata de hacer que la negatividad desaparezca, pero pueden ser oportunidades
ocultas para sanar, auto-reflexionar y transformarse.
Este artículo me ha encantado, muchas veces , sin darnos cuenta caemos en la negatividad propia o ajena con una facilidad impresionante... procuraré aplicar estos consejos y los comparto con mis amigos !!
ResponEliminaGracias Carme!... en estas épocas convulsas en que parece que estamos montados en la negatividad vale la pena una corriente de aire fresco para intentar cambiarla!.
ResponEliminaUn beso!