Existen auténticos expertos en maniobrar en la vida de los demás
y personas susceptibles de ser manejadas. Perder el miedo a no agradar siempre
es el primer paso para librarse de los profesionales del chantaje.
La persona manipuladora divide, miente, es egocéntrica, no tiene
en cuenta los derechos, necesidades o deseos de los demás.
A veces hay que poner distancia para observar lo que se está
viviendo y darse cuenta de los límites.
¿Se
ha sentido presionado a realizar algo que no quería? ¿Se ha sentido coaccionado
a decir sí cuando en realidad quería decir no? Cuando actuamos bajo la
influencia de otro y nos dejamos llevar por opiniones ajenas, no estamos
centrados en nuestro poder personal. Para que no nos manipulen, debemos tener
claro dónde y cuándo poner límites. Debemos atrevernos a decir no sin miedo al juicio del
otro, al fracaso o al rechazo. Mientras tengamos miedo a que nos
rechacen, seremos manipulados. Porque esta es precisamente una de las armas del
manipulador: "Si
no actúas como quiero, no te hablaré más". El manipulador
depende del manipulado y viceversa. Es una relación de pérdida de libertad.
Un
ser libre se atreve a decir no y actúa basándose en sus convicciones, sin temor
a quedarse solo ni a ser rechazado. Al sistema no le interesan seres libres,
con poder de voluntad desarrollada, que piensen conscientemente, actúen y se
responsabilicen de sí mismos. Por esto se nos manipula a muchos niveles,
social, político, mediático, publicitario, a nivel de relaciones
interpersonales.
Este
artículo se centra en la importancia de comprender los procesos de manipulación
interpersonal, en cómo darse cuenta a tiempo de que una persona es manipuladora
para así no permitir que nos manipule yen recuperar nuestro poder interior.
CÓMO ES SU
PERSONALIDAD.
Aunque
no existe un perfil propio de estas personas, sí podemos detectar actitudes
propias de las personas con tendencia a manipular. Isabelle Nazare-Aga define algunas características:
-
Cambia de
opinión, de comportamiento y de sentimientos en función de las
personas y las situaciones.
-
Culpabiliza
a los demás,
traspasándoles a ellos la responsabilidad que le corresponde a él o ella.
-
Critica
sin que se note, desvalora y juzga.
Juega
con la ignorancia de
los
otros para evidenciar su superioridad
-
Sabe hacerse
la víctima para que lo compadezcan.
-
Divide para
reinar mejor. Miente. Es egocéntrico. Cuando puede, procura dejar notas
escritas, llamar o mandar mensajes en vez de dar la cara.
-
No tiene en
cuenta los derechos, las necesidades o los deseos de los demás.
-
Espera al
último momento para pedir, dar órdenes o hacer trabajar a otros.
Entre
las formas habituales de manipulación está el chantaje emocional, en el que,
por ejemplo, uno amenaza con poner fin a una relación si el otro no hace lo que
él quiere; si no se le conceden sus deseos, tacha al otro de egoísta,
interesado o insensible. En cambio, afirma Susan
Forward, "se deshacen en alabanzas cuando se
cede a sus deseos y las retiran si el otro se mantiene firme".
DUDAS Y MIEDO
Nadie puede herirte sin tu consentimiento. (Eleanor Roosevelt)
La
persona vulnerable a ser manipulada o a aceptar el chantaje emocional suele
tener una autoestima baja, vive sin rumbo, ha perdido el sentido de su vida, es
demasiado ingenua, le falta sentido común, depende del otro, teme la soledad.
Forward considera estas características:
- un alto nivel de dudas sobre uno mismo,
- un profundo miedo al conflicto,
- la necesidad de que haya paz al precio que sea,
- una necesidad exacerbada de aprobación,
- la tendencia a asumir un exceso de responsabilidad con relación a la vida de los otros.
El camino hacia la autonomía
emocional se inicia en el momento en que nos damos cuenta de que estamos siendo
manipulados. Debemos
escuchar a nuestra intuición y ser conscientes de lo que sentimos.
A
veces hay que poner distancia para observar desde lejos lo que se está viviendo
y darse cuenta de lo que se quiere y a qué hay que poner límites. Es importante
reconocer que su responsabilidad en cualquier situación de manipulación en la
que esté involucrado es su contribución a la misma. El proceso de responder a cualquier persona o situación es algo que
sucede en usted. Nadie puede hacerle sentir nada sin su permiso.
RECUPERAR NUESTRO PODER
"Podemos
cambiar la conducta y conseguir que los demás cambien la suya" (Josep Redorta)
Para
alcanzar y mantener un estado de plenitud, ha de saber qué es lo que le acerca a la realización
plena y aquello que le aleja de ella. Debe arriesgarse positivamente
a concederse poder, liberar se de cualquier aspecto que
le haga sombra y permitir que su ser se manifieste con todo su potencial. Para
lograrlo, debe tener la soberanía sobre su mundo interior y asegurarse de no
dejar puertas abiertas a la sumisión. Es decir, que sepa poner límites, no le de vueltas a las
cosas innecesariamente y no se regocije en el dolor ni en sentirse víctima.
Porque si por un lado se fortalece y por el otro se debilita, no logrará
centrarse en el poder interior que necesita para vivir libre de dependencias
emocionales.
Para recuperar la soberanía
personal, revise sus creencias. ¿Cree
que para ser amado necesita siempre complacer al otro? ¿Las preocupaciones le
dan salud, bienestar, le ayudan a canalizar la energía de su mente, a
encontrar soluciones? ¿Le beneficia complacer al otro renunciando a lo mejor
para usted? Si la respuesta es que no, revise por qué mantiene estos
comportamientos.
PONGA LÍMITES Y EXPRESE SUS NECESIDADES
Para evitar el conflicto, solemos ceder a las peticiones del otro en contra de
nuestro bienestar interior. La necesidad de que haya paz al precio
que sea nos lleva a enfermar, ya que no ponemos límites, no declaramos nuestras
necesidades y nos volvemos dependientes de las decisiones y actitudes del otro.
Es
importante que no tengamos miedo al enfado del otro. El miedo
disminuye nuestra capacidad asertiva de responder sin ser manipulados. Cuando
vamos a la defensiva, expresamos al manipulador que estamos bajo su influencia,
y él o ella se regocijan del poder que tienen sobre nosotros. Así lo
alimentamos.
Podemos ser asertivos, comunicar sin atacar y sin ir a la defensiva. Si su
relación con el otro se basa en una necesidad, en la constante búsqueda de
gratificación, intentará que la persona satisfaga sus carencias. Al
relacionarse desde la necesidad, es inevitable que haya expectativas,
conflictos, frustración. Mientras vayamos al encuentro del otro desde nuestras
necesidades dependientes, las relaciones seguirán siendo nidos de conflictos,
de malentendidos y de manipulación. Por el contrario, ir al encuentro del otro
desde la plenitud de nuestro ser nos ofrece un vínculo creativo y
complementario.
EMOCIONES Y PODER
1. LIBROS
- Los manipuladores; de Isabelle
Nazare-Aga (Ediciones B).
- Chantaje emocional; de Susan
Forward (Editorial Martínez Roca).
- Poder sin límites; de Anthony
Robbins (Random House Mondadori).
- La libertad primera y última; de
Anthony Robbins (Editorial Kairós).
- El miedo a la libertad; de Erich
Fromm (Editorial Paidós).
- El poder y sus conflictos, de
Josep Redorta (Editorial Paidós).
2. PELÍCULA
- Expiación; dirigida por Joe
Wright, basada en la novela de lan McEwan.
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