Tengo 52
años. Nací en Gran Canaria en Madrid desde hace 33
años, pero sigo seseando. Comparto con mi marido una productora. Vivimos en una gran censura y los políticos nos engañan
en nuestra propia cara. El estafado acaba siendo el culpable. No creo en ningún dios
AHÍ DONDE DUELE
Es Estela
en la serie La
que se avecina, sigue de gira con lo mejor de sus monólogos y
promociona su segunda película como directora, Del lado del verano (Tesela de
Oro en el Festival de Cine de Alicante). Dice que no podría vivir sin trabajar,
le gusta. Le ha sacado jugo al psicoanálisis, higiene mental que hace décadas
que practica. Habladora, pero observadora, tiene la capacidad de acertar donde
duele, virtud a la que saca buen partido en los monólogos, aunque se guarda el
veneno. Nació en un matrimonio roto y se crió frente al mar con su abuela y su
padre, un cobrador de autobús mujeriego, bebedor y comunista, que a diario
invitaba a su mesa a desconocidos.
Soy la
desconocida popular. Almodóvar me catapultó, pero también me estigmatizó.
Siempre hace papeles...
Sí, de
prostituta, yonqui, travesti, alcohólica.. Por eso me he convertido en
directora de cine, para ofrecerme otros papeles.
Ha estrenado su segunda película.
Del lado del verano aborda el tema de las relaciones familiares. Defiendo que para que sean
sanas has de independizarte.
Cuénteme eso.
En las
familias todo el mundo interviene en la vida de todos: si llevas el pelo largo,
te dicen que te lo cortes; si eres morena, que te lo tiñas porque el negro
endurece; si estás delgada: "¿Te encuentras bien?"; si estás
gorda: "¿Cómo
es que te has dejado tanto?"; si dejas al novio: "¡Con lo
bueno que era!"...
Entiendo.
A los hijos hay que darles aire por su
salud mental. La madre que los abastece antes de que pidan crea inmaduros
insatisfechos.
La veo
desengañada de lo humano.
Intento
disculpar y entender a las personas. Pero ante la poca vergüenza de los
políticos, de la justicia y de todos esos poderes que nadie puede cuestionar,
siento rabia e impotencia. Los ciudadanos somos muy pasivos, nos tiramos a la calle
cuando gana la roja y poco más. Vivimos en un sistema perverso.
Explíqueme eso.
El sistema
permite que nos manifestemos, que cortemos las calles, porque con eso a los
únicos que fastidiamos es a nosotros mismos. Pero ante el escrache los
políticos, tanto que les cuesta ponerse de acuerdo para sacar una ley, se
pusieron inmediatamente de acuerdo: "En la puerta de mi casa, no".
Derecho al
pataleo y poco más.
Tú patalea, que yo hago lo que me da la
gana. Luego te jubilan y te conviertes en un estorbo, un gasto
inútil.
Eso es triste.
Y
terminamos con colesterol, azúcar, triglicéridos, porque si no tienes de qué
ocuparte, ¿para qué te sirve el cuerpo?... Estaría bien que los mayores
pudieran trabajar un 20% de su tiempo.
¿De eso habla en
sus monólogos?
Digo todo
lo que no se puede decir en la televisión o en una película subvencionada.
¿...?
La doble
moral me repugna. A través de la televisión los niños aprenden a discutir, manipular,
dominar, ser violentos, pero eso sí, sin palabrotas. Vivimos en la cultura de
las formas: no puedes soltar un taco, pero sí recibir sobres. Tu imagen tiene
que ser limpia y discreta; lo que haya debajo es cosa tuya.
Es usted
reivindicativa.
Quiero hacer reír, pero también
reflexionar. La gente quiere evadirse, evadirse y evadirse...
Y está evadida: unos ciudadanos que han permitido que les roben y los lleven a
la ruina evidentemente conforman un país que sólo ha querido reírse.
Es usted dura.
Somos responsables de lo que nos ocurre,
pero lo más dificil de aceptar es aquello que te cuestiona. Tú eres lo que eres
y estás donde estás porque tú lo deseaste.
Eso puede valer
para lo profesional, pero ¿y los afectos?
Todos
somos humanos: si me he casado joven con un hombre que ya no me interesa, tengo
tres hijos, no me he movido de casa... y tengo una hermana independiente, con
un trabajo interesante, tendré celos y envidia. La querré, pero también la
odiaré un poco.
...
Y aunque
sea la mamá, también sentiré celítos de mi hija realizada que ya no me
necesita. Siempre
es más fácil apoyar en el fracaso que en el éxito: si estás desvalida, yo, tu
amiga, tu hermana o tu madre, te ayudo y te apoyo. Ahora, cuando tu
abrigo ya no es de Zara sino de Prada, te veo con otros ojos
¿Hay que contar
con ello?
"Cariño, el abrigo es de Prada, pero
de un stock de hace dos años. ¡Baratísimo!". Si no
quieres sufrir las agresiones del exterior, el otro ha de ver que eres humana y
defectuosa, que sufres como todos, que te hinchas y te salen almorranas.
Tiene usted las
cosas claras.
He
aprendido a llamar a cada cosa por su nombre. Hoy sé, por ejemplo, que el amor
no tiene nada que ver con un calentón, ni con las palpitaciones; se trata de un
compañero que te da tranquilidad y seguridad, que es más que un marido, es un
amigo.
¿Es su caso?
Desde hace
años ambos nos psicoanalizamos, se trata de una higiene mental en la que hemos
coincidido. Eso hace la relación muy fácil, no hay que cargar con los traumas
del otro y viceversa.
¿Cómo entiende la
muerte?
Lo que no te comiste hoy, no te tiraste hoy
o no te reíste hoy, ciao. No ambiciono otra vida, y
conozco gente desdichada teniendo de todo que sí la ambiciona; y pienso que,
aunque existiera, ellos no serían los idóneos para vivirla por haber tratado
tan mal esta vida
Reflexión
refrescante.
Si hubiera
otra vida, debería ser para los amantes de la vida, los que han sabido
disfrutarla, no para los quejicas que tiran su mierda sobre los otros.
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