Es posible vivir
felizmente en el aquí y el ahora. Muchas condiciones de la felicidad están
disponibles. No tenemos necesidad de correr hacia el futuro para obtener más
cosas, simplemente hay que ser consciente de ello
Thich
Nhat Hanh, maestro budista Zen e introductor del “mindfulness en Occidente.
Mindfulness o
la práctica de la atención plena tiene su origen en la filosofía budista, pero
carece de un componente religioso. Cuando nuestra mente está estresada o cuando
nos perdemos en el pasado o en el futuro, nuestro cerebro queda entumecido y
activamos la zona del prefrontal derecho, donde se albergan emociones que nos
dañan. Sin embargo, cuando meditamos, comienzan a abrirse nuevos canales en
nuestro prefrontal izquierdo, vivimos emociones más positivas y lo que es muy
importante: contemplamos
el problema pero también la solución. Así lo están demostrando
universidades estadounidenses de prestigio como el MIT o Harvard, que llevan
más de 30 años investigando y recomendando su práctica para tener una vida más
plena. Por ello, como sostiene Thich Nhat Hanh, residir en el momento presente
constituye el único camino verdadero para encontrar la paz en uno mismo y en el
mundo.
La meditación
cuesta mucho en Occidente. A pesar de sus beneficios, no se nos enseña y la
cantidad de estímulos internos y externos nos dificulta enormemente nuestra
capacidad para estar en el aquí y en el ahora. Se comprueba muy bien en nuestro
día a día: en las reuniones con amigos o familia o cuando vamos paseando por la
calle. Prestamos atención al móvil, a nuestros problemas muchos imaginarios o a
mil y una cosas, pero descuidamos lo que nos está ocurriendo en el momento
presente. De hecho, nuestra mente suele estar en cualquier lugar
menos en el aquí y ahora, enfrascada en cualquier disputa. Pues bien, el
objetivo del mindfulness es reconciliarnos con nosotros mismos y crear paz en cada
aspecto de nuestra vida cotidiana. No es necesario hacer una
profunda relajación, tumbados en el suelo o sentados. Se puede meditar
caminando, sincronizando cada paso con la respiración o en un atasco de
tráfico. Es
una herramienta que se aprende y se practica para generar energía de plena
conciencia. Ayuda a registrar lo que está ocurriendo aquí y ahora, y
a estar en nuestro cuerpo en cada momento (sin juicio, sin carga emocional). Y
el motivo ya lo hemos dicho: gran parte de las dolencias que padecemos tienen
un origen emocional o de descontrol de nuestra mente, que crea mundos
imaginarios casi siempre destructivos. Si estamos completamente establecidos en
el presente, como nos invita Thich Nhat Hanh, “no tenemos que correr tras caprichos como
el poder, la fama u otros placeres. La paz es posible. La felicidad es posible.
Y la práctica es lo suficientemente simple como para que cualquiera pueda
ejercitarla”.
¿Cómo
llevarlo a cabo?
Algunas
universidades ofrecen claves, pero todo comienza con prestar atención a nuestra respiración,
observar qué
está ocurriendo en mi mente sin elaborar juicios ni engancharme a los
pensamientos. En la vida cotidiana, podemos incorporar prácticas encaminadas a
desarrollar la atención consciente. Por ejemplo, cuando suena el móvil, esperar
tres sonidos para centrarme y coger la llamada. No actuar con el automático.
Simplemente, ser consciente. Al igual que con la comida. Antes de llevarnos un
bocado a la boca, dedicar tiempo para ser consciente de ello y poder
disfrutarlos. Cuando se hace así, los alimentos tienen un mayor sabor.
Como buena
técnica, requiere
de un hábito. Entrenar la mente para contemplar lo que nos rodea y
no quedarse atrapada en futuribles, no deja de requerir tiempo, esfuerzo y un
maestro, que nos asesore. Por ello, existen centros que ayudan a dicha práctica
o herramientas que podemos hacer en nuestro día a día. En España, además,
tendremos la oportunidad de conocer al maestro Zen Thich Nhat Hanh, que nos
visitará desde el 27 de abril al 10 de mayo del 2014, para meditar junto a los
practicantes y ofrecer charlas públicas en Madrid y Barcelona (información del
itinerario y programa en www.tnhspain.org).
Fórmula:
La felicidad está en el momento presente si entrenamos nuestra
mente para ser conscientes del aquí y el ahora.
Recetas:
- La mejor alternativa para aprender mindfulness, así como aprender a meditar, es contar con un buen maestro. En este momento, existen muchas escuelas de meditación en Occidente, por lo que conviene asegurarse de que la que eliges es eficaz.
- Comienza a tomar conciencia de la respiración. Dedica tiempo diariamente a poner atención a cómo respiras, cómo entra el aire, cómo desciendes… Lo más importante es la frecuencia, por lo que si solo puedes cinco minutos al día, es mejor que una hora cada dos semanas.
- Dedica al día un ejercicio de conciencia plena. Por ejemplo, a la hora de comer, presta atención a cada al alimento o si estás con una persona, pon toda la atención a él o a ella, sin irte en otro tipo de pensamientos.
Sobre
Thich Nhat Hanh
Thich Nhat
Hanh pertenece a la 42ª generación del linaje zen del maestro chino Lin-Chi,
quien en el siglo IX fundó la escuela zen (Chan) en China.
Erudito y
poeta, infatigable defensor de la paz, es actualmente una de las personalidades
más reconocidas del budismo y de mayor arraigo en el mundo occidental. Este
monje vietnamita fue llamado "el apóstol de la paz y la no violencia"
por Martin Luther King Jr., quien lo
propuso como candidato al Nobel de la Paz. La prensa ha considerado a Thich
Nhat Hanh junto al Dalai Lama, Gandhi y Nehru como héroes asiáticos esenciales
en la transmisión de la tradición espiritual oriental adaptada a un mundo
moderno y a un Occidente fuertemente secularizado. Se trata de "uno de los
faros del budismo zen".
Thich
Nhat Hanh
enseña que a través de la plena consciencia podemos aprender a vivir felices en
el momento presente, en lugar de perdernos en el pasado o en las incertidumbres
del futuro. Residir en el momento presente, de acuerdo con el maestro,
constituye el único camino verdadero para encontrar la paz en uno mismo y en el
mundo. A través de un buen número de obras que llevan su firma (manuales de
iniciación a la meditación, comentarios a los sutras, poesía y relatos para
niños), Thich Nhat Hanh difunde sus enseñanzas en Europa, los Estados Unidos y
el Sudeste Asiático.
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