Joan Garriga cree que el amor debe
ser fácil, debe integrar las diferencias, y tiene que hacer “experimentar el
deseo de que el otro sea feliz”. Este psicólogo español, nacido en
Lleida en 1957, es el creador del Instituto Gestalt de Barcelona e importó a su
país el método de las constelaciones familiares para resolver conflictos. Ahora
presenta en Colombia su libro El buen
amor en la pareja. Cuando uno y uno
suman más que dos (Planeta), en el que propone una forma distinta de
relacionarse.
¿Existe la pareja ideal?
No. Ideal viene del griego y significa
imagen. Jamás la realidad encaja con nuestras imágenes; el amor es ideal, pero las parejas son
reales. La vida siempre es una lucha entre mi idea de quién tendrías
que ser tú y quién eres tú, y hay que elegir: o amo mi ideal o amo lo real.
Demasiadas personas sufren porque aman lo ideal, pero no a la persona que
tienen enfrente. Hay que aprender a encontrarle el goce a lo real. La clave de la
felicidad es amar la realidad como es.
¿Por qué, entonces, siempre se busca
al príncipe azul?
Porque todos tenemos una parte idiota.
En todas las personas hay una añoranza de un paraíso perdido, que es el vínculo
con los padres. Como esto llena tanto y da tanta seguridad, generamos la
fantasía de que hay una tierra prometida en la pareja, y puede que sea cierto,
pero esto luego desaparece y la gente sufre mucho. Por ejemplo, en Oriente, la
gente se preocupa más por hacer crecer dentro de uno el lugar de pareja que por
encontrar a la pareja.
¿La clave es no tener expectativas?
No, la clave es tener expectativas
adecuadas. Lo que cabe experimentar en la pareja es vivir la sexualidad, la
pertenencia, la creatividad, etc. Lo que no se puede esperar es que la pareja se haga cargo
de nuestras heridas y nos inunde de felicidad. Al final, la pareja
es una escuela de crecimiento, y las que duran mucho tiempo tienen que
enfrentar muchos problemas y actualizar los pactos.
¿Y cómo se logra?
Lo primero que hay que saber es que en
verdad no es el encuentro de dos, sino el encuentro de muchos. Detrás está
nuestra historia, y vivimos en un mundo de ecos y resonancias de personas que
son y han sido muy significativas para nosotros. Hay gente que no
logra aterrizar con fuerza en la relación porque se sigue sintiendo un niño de
mamá, o porque ha vivido historias de luchas en su familia y lucha con su
pareja, o porque sigue atado a un hermano que tuvo un final trágico y por
lealtad a este hermano no se da el permiso de tener una vida feliz.
¿Se pueden reafirmar los pactos sin
caer en la rutina?
La rutina es una actitud, no una realidad. Para
quien está despierto y para quien está vivo, no existe la rutina. Si yo te miro
a ti, no eres la misma persona que conocí ayer, ni la misma que voy a ver
mañana. Pero si
ni siquiera te miro, todo es rutina. Siempre somos diferentes, y muchas
personas se relacionan con la persona que se han metido en la cabeza, no con la
que tienen enfrente.
Usted se empeña en desmitificar los
clichés. ¿Hay que matar el romanticismo?
Se puede disfrutar de la misma manera
que disfrutamos de una película, sabiendo que luego regresaremos a nuestra vida
cotidiana. Pero la realidad tiene muy poco que ver con esta aspiración
romántica.
¿No hay amor desinteresado?
El amor desinteresado es el amor
espiritual; el amor humano suele ser interesado. El amor no asegura el
bienestar de nada.
Entonces, ¿el ‘te amaré para siempre’
se extinguió?
Claro, que dure lo que dure, porque es la realidad. Hoy
en día la gente se va a separar. ¿Cuánta gente ha tenido una sola pareja en su
vida? Vivimos mucho más, las mujeres son más libres y el amor es fluctuante.
¿Y el compromiso también?
Claro, uno se compromete hasta que deja de estarlo.
El amor paterno o materno es incondicional, pero en la pareja es otro negocio.
Pueden no elegirnos en cualquier momento, así funciona.
CONSTELACIONES
CURATIVAS
El método de las constelaciones se
aplica en psicología para resolver traumas heredados del núcleo familiar. Una
constelación es una escenificación de las relaciones familiares, donde se
detectan dinámicas disfuncionales y se reorienta a las personas en dirección a
la solución. Garriga cuenta que en un taller de constelaciones se trabaja con
problemas reales y concretos, y se pregunta qué hechos son importantes en la
historia de la persona para poder comprender el problema.
Estos traumas, dice, suelen estar
relacionados con la sexualidad, la creación de la vida y todo lo que tiene que
ver con la muerte y todos sus aliados: la enfermedad, adicciones, violencia,
comportamientos autodestructivos, etc.
DECÁLOGO
DEL ‘BUEN AMOR’
Garriga apuesta por renovar los
tópicos del amor con las siguientes lecciones:
1. Sin ti no podría vivir. / Sin ti
también me iría bien.
2. Te quiero por como eres. / Te
quiero a pesar de ti.
3. Hazme feliz. / Siento el deseo de
hacerte feliz.
5. Ojalá sea pasional. / Ojalá sea
fácil.
6. Lucho por el poder. / Cooperamos.
7. Ante lo difícil, sálvese quien
pueda. / Reímos y lloramos juntos.
8. Que sea para siempre. / Que dure lo
que dure.
9. Primero los padres e hijos y luego
tú. / Primero nosotros.
10. Te conozco. / Cada día te veo y te
reconozco.
Este artículo me ha proporcionado muchas respuestas. Pero los recuerdos nunca se extinguen ..aunque se extinga una pareja o cualquier relación entre dos personas.
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