“Es que no tengo tiempo”, “Es que no soy capaz”, "Es que no
sé por dónde empezar”, “Es que no es el mejor momento”. Y podríamos seguir…
Todos
usamos excusas en algún momento, encontramos razones que justifiquen el porqué
no hemos hecho algo o lo hemos abandonado. La mayoría de los obstáculos que aparecen al querer lograr un
objetivo son excusas que nos paralizan y que impiden que encontremos una
solución al respecto.
Cuando
no valoramos el resultado ni la importancia de nuestro objetivo, es entonces
cuando no se tiende a planificarlo y surge la excusa de “no tengo tiempo”. Piensa que un día tiene 24 horas, ¿cómo planificas esas
24 horas? Quizás una buena planificación de todas tus actividades diarias te
haga ahorrar tiempo o quizás aprender a decir “no” cuando se te pida algo que
repercuta en tu tiempo y en tus prioridades.
Ante
el “no soy capaz”, piensa que todos somos capaces de algo y todos podemos
aprender a ser capaces. Lo importante es trazar un objetivo realista,
incluyendo tus capacidades. Si sientes que no tienes recursos, aprende nuevas
aptitudes, desarrolla las que ya tienes, infórmate y pregunta a personas que te
puedan ayudar.
Cuando
te digas “no sé por dónde
empezar”, piensa como te comerías un elefante. Entero
parece imposible pero ¿y si lo partes a trocitos? Si te has marcado un objetivo
demasiado grande empieza por partirlo y dividirlo en trozos más pequeños y
empieza por el que sea más importante para ti. Es importante que realices tu
plan de acción con las diferentes pautas que te ayuden a empezar.
“No es el mejor momento para mí”. Pregúntate ¿cuándo
será ese momento? ¿Qué condiciones se tienen que dar para que sea el mejor momento? Es importante considerar que si estás pasando por una
situación que te pueda producir estrés lo importante entonces sea superar esa
situación para luego seguir con tu objetivo. Tienes que tener muy claro cuándo
vas a iniciar o proseguir con tu objetivo para no volver a utilizar que no es
el momento adecuado como excusa.
La
motivación juega un papel importante, verifica realmente tu motivación, si tu
objetivo es importante para ti, si tienes un verdadero compromiso en
alcanzarlo. Recuerda las 5 ideas para tus objetivos inteligentes:
1. El objetivo debe ser específico, concreto. No vale “quiero
mantenerme en forma”, si vale “quiero salir a correr tres veces por semana durante una hora”.
- ¿Qué quieres lograr exactamente?
- ¿Dónde, cuándo y cómo alcanzaras tu objetivo?
2. Que sea medible cuantitativamente o
cualitativamente. No vale “quiero tener más ingresos”,
si vale “quiero ganar un
10% más de mis ingresos”.
- ¿Cómo vas a medir tu objetivo? ¿Qué sistema utilizarás?
- ¿cómo sabrás que vas por el buen camino?
- ¿cómo sabrás que lo has conseguido?
3. Que el objetivo sea alcanzable, que se
enmarque en tus posibilidades, que te sientas cómodo. No vale, “quiero
adelgazar 10 kilos como sea”, si vale “quiero adelgazar 1 kilo por mes”.
- ¿de qué habilidades dispones para conseguir el objetivo?
- Si no las tienes, ¿qué habilidades necesitas desarrollar?
- ¿cuál es tu plan de desarrollo personal o profesional?
4. Un objetivo realista, que lo puedas
conseguir, que lo puedas cumplir, con los pies en el suelo. Valora los recursos, el tiempo y el entorno.
- ¿está unido el objetivo con tus valores e intereses personales o profesionales?
- ¿para qué quieres conseguir este objetivo?
- ¿cómo afecta a tu entorno (familia, pareja, socios…) conseguir tu objetivo?
5. Pon tiempo límite a tu meta, establece el periodo de tiempo que necesitaras para
completar tu objetivo, planéalo por etapas si es necesario.
- ¿cuándo quieres que tu objetivo se haga realidad?
- ¿qué día, mes y año?
Vicki Muns
http://www.vickimuns.com/ |
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