La clase de arte se ha terminado, pero Vashti continúa
pegada a la silla delante del papel en blanco. Su profesora la anima a dibujar
algo, ¡lo que sea! Pero Vashti no puede dibujar. ¡ella no es ninguna artista!
Para demostrárselo, clava el lápiz en el papel, muy enfadada. ¿¡ya está!¿, le
dice. Lo que Vashti no sabe es que ese pequeño punto será el comienzo de un
viaje interior lleno de sorpresas, que le ayudará a descubrir a la artista que
lleva dentro.
El punto es una preciosa fábula sobre el espíritu
creativo que tenemos todos en nuestro interior. Peter h. Reynolds nos da un
empujoncito a todos aquellos que tercamente nos empeñamos en que no sabemos o
podemos expresarnos artísticamente, y nos anima a todos a hacer nuestra
marca.
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