No
sé si es por la edad (ya estoy en los cuarenta y cuatro que llegaron el uno de
marzo, suma y sigue, cuarenta y cuatro vueltas alrededor del Sol, y doy gracias
de seguir por aquí), por las bofetadas y tropiezos de la vida, o porque la
sensibilidad va en aumento proporcional al cabreo que llevo encima ante tanta
basura política y financiera, que cuando veo algo no corrupto, me sorprendo, me
conmuevo y doy gracias a la vida por lo bueno que aún existe.
Por el motivo que sea, decía, no he perdido aún el
regalo del asombro, y me impresiona cada vez más lo que aúna tres
características: sencillez, humanidad (bondad, generosidad, espontaneidad, amabilidad…)
y alegría.
Recientemente se me recordó este precioso poema del
admirado Eduardo Galeano, siempre lúcido e inspirador, que bajo el título de “Nosotros”,
dice así:
Nosotros
tenemos
la alegría de nuestras alegrías
Y
también tenemos
la
alegría de nuestros dolores
Porque
no nos interesa la vida indolora
que
la civilización del consumo
vende
en los supermercados.
Y
estamos orgullosos
del
precio de tanto dolor
que
por tanto amor pagamos.
Nosotros
tenemos
la alegría de nuestros errores,
tropezones
que muestran la pasión
de
andar y el amor al camino,
Tenemos
la alegría de nuestras derrotas
porque
la lucha
por
la justicia y la belleza
valen
la pena también cuando se pierde.
Y
sobre todo tenemos
la
alegría de nuestras esperanzas
en
plena moda del desencanto,
cuando
el desencanto se ha convertido
en
artículo de consumo masivo y universal.
Nosotros
seguimos creyendo
en los asombrosos poderes
del abrazo humano.
Sí, sigo creyendo (cada vez más) en los asombrosos
poderes del abrazo humano, de la ternura, de la sonrisa, del gesto amable, del
detalle inesperado, del silencio respetuoso, de la escucha verdadera, de la
disculpa sincera, de todo aquello que, en definitiva, nace de la buena gente,
ya que en verdad esto es lo único que vale la pena en esta vida.
Os deseo un feliz día, en el que encontréis algo
verdaderamente humano en lo que creer.
Besos y, por supuesto, abrazos.
Álex Rovira
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada