Diferentes profesionales usan la técnica del ‘brainstorming’ para tener ideas
Nosotros podemos hacerlo para
transformar nuestra rutina en algo creativo y lleno de imaginación
Para tener ideas es
necesario liberarse y decir lo primero que se nos ocurra. No pensar si es imposible,
tonta o una estupidez.
Cuando llega la calma es
el momento de descartar, discutir y decidir en común.
Las ideas iluminan, brillan y
alumbran nuevos caminos que permanecían en la oscuridad. Estaban allí, pero no
éramos capaces de verlos. Sin embargo, se suele pensar que hay personas
creativas y personas que no se iluminan ni debajo de un foco. No es verdad. ¡El ser humano
es un animal creativo! Lo que ocurre es que la creatividad es un
músculo que funciona mejor cuanto más se ejercita. Si no se usa, pierde fuerza
y elasticidad.
A continuación aprenderemos la
gimnasia preferida de la creatividad: el
brainstorming, una técnica infalible para planear una salida diferente con
los amigos, conseguir pasar una tarde de domingo sin gastar un solo euro o, por
qué no, poner un poco de creatividad en nuestra cama. Sus aplicaciones
prácticas son infinitas. Siempre hay una manera imaginativa y notoria de hacer
las mismas cosas de siempre.
¡IDEAS
A DISCRECIÓN!
“Si quieres trabajadores
creativos, dales tiempo suficiente para jugar” (John Cleese)
Definamos el brainstorming como
“un ejercicio en grupo que sirve para generar ideas
diferentes en un ambiente relajado”. Es todo lo que necesitamos
para que nuestra tormenta tenga éxito, así que antes de empezar debemos
asegurarnos de tres cosas:
1. Seleccionar un grupo de
personas que conecten entre ellas.
2. Proponer el tema a resolver.
3. Tener una libreta donde ir
apuntando todo lo que se vaya diciendo.
Para que cada uno pueda
descargar todas las ideas que lleva dentro debemos seguir estas sencillas
reglas de juego:
No
pensar.
Para tener ideas es necesario dejar de pensar que se está pensando, liberarse y
decir lo primero que se nos ocurra. Sin filtro. No podemos pararnos a pensar en
si esta idea es imposible, es tonta o una estupidez. La timidez, la prudencia o el sentido del
ridículo son los tres asesinos más famosos de la creatividad.
No
juzgar.
Si todos estamos haciendo el esfuerzo de no ponernos filtros ni control,
también debemos evitar cortar a los demás. Es imprescindible no juzgar
negativamente las ideas que vayan saliendo. En una tormenta de ideas
profesional está absolutamente prohibido decir no. También existen los tres
reyes magos de la creatividad, que son el disparate, el error y lo imposible. Nunca hay una
idea lo suficientemente disparatada, errónea o imposible como para no ser la
semilla de una genialidad.
Cada
idea es una oportunidad. Una idea nueva nace al combinar y conectar dos o
más ideas antiguas. Así funciona, y así es como toda idea lanzada por un compañero es una
posibilidad para que se encienda en nuestra cabeza una idea derivada.
SI
NO FUNCIONA, NO ES BUENA
“Las ideas se encienden
unas con otras como chispas eléctricas” (Johann J. Engel)
Durante aproximadamente una
hora hemos descargado ideas a discreción. Sin pensar, sin juzgar, sin evaluar
ni valorar. Pero llega un momento en el que empieza a bajar la intensidad de la
lluvia. Es lo que siempre ocurre con las tormentas, que acaba llegando la
calma. Justo en ese momento es cuando debemos repasar lo que se ha ido
diciendo, y ahora sí, descartar, discutir y decidir en común. Bienvenidos a la
parte más racional del proceso y, sin duda, la más complicada, porque tener una
buena idea es relativamente sencillo, lo complicado es reconocerla primero y
convencer a los más escépticos después. Así que la pregunta es: ¿cómo reconocer una buena idea? ¿Cuáles son
sus características? Lluís Bassat define los atributos de una buena idea de
la siguiente manera:
Distinta. Es decir,
consigue hacer lo de siempre de una manera diferente y por eso mismo es capaz
de sorprender a los demás y a nosotros mismos.
Implica
riesgo.
La cosa puede salir mal. ¡Por eso es creativa! Ahí está su magia. Salir a cenar
al mismo restaurante de cada sábado es confortable y seguro. Pero a la larga
será aburrido y rutinario. En esta vida tomamos un gran riesgo cuando decidimos no
arriesgar.
Funciona. Si la idea
que hemos tenido es distinta, implica cierto riesgo, pero después de todo no
funciona, no es una buena idea. Pero no pasa nada por equivocarse. El error es una
de las herramientas fundamentales de la creatividad.
EL
PROCESO CREATIVO
“Las ideas no duran
mucho. Hay que hacer algo con ellas” (Santiago Ramón y Cajal)
Es muy posible que no siempre
podamos organizar un brainstorming. Pero hay un proceso para generar ideas y
trabajar en nuestras habilidades creativas:
Información. En la primera
fase se trata simplemente de informarnos, sin pretender resolver el problema
aún, sin querer tener una idea genial. Y cuanta más información, mejor. Esta es, sin
duda, la parte más olvidada del proceso creativo y, sin embargo, la más
crucial.
Incubación. Una vez
tenemos información suficiente, debemos dejar de pensar, hacer otra cosa y
relajarnos para que nuestro cerebro vaya familiarizándose con la información
compilada. Un
cerebro que piensa está ocupado en pensar y no deja lugar a la creatividad.
Iluminación. Esta es la
parte más extraña y mágica del proceso. De repente, en el momento menos
pensado… ¡aparece la idea! ¡De repente tenemos una idea capaz de iluminarlo todo!
Verificación. Llega el
momento más racional y frío de todo el proceso, pero necesario. Debemos ser
críticos y preguntarnos si esa idea funciona. Si es distinta. Si implica cierto
riesgo. Si
tiene posibilidades de funcionar.
Implantación. Si la
verificación es positiva, solo queda poner en marcha la idea. Pero debemos
recordar que una idea que se queda en nuestra mente desaparece. La hemos de
soltar al mundo.
EL
‘BRAINSTORMING’ MÁS FAMOSO DE LA HISTORIA
En la página
historiasdelaciencia.com, comentando el libro Kluge: la azarosa construcción de
la mente humana, de Gary Marcus, nos encontramos con la siguiente anécdota:
“En abril de 1970, cuando el
Apolo 13 estaba en situación crítica, empezaron a fallar los filtros de CO2.
Pasados varios días sin filtro, la tripulación estaba condenada a muerte. Había
que encajar una pieza cuadrada en una redonda. El ingeniero jefe de la misión,
ED Smyle, informó a su equipo de la situación y vino a decir: ‘He aquí lo que
tenemos a mano en la cápsula espacial; a ver qué se os ocurre’. Por suerte, el
personal de tierra estuvo a la altura de semejante desafío e improvisó un tosco
recambio para el filtro que consistía en una bolsa de plástico, una caja de
cartón, cinta aislante y un calcetín. Con ello consiguieron salvar la vida a
los tres astronautas”.
Así pues, la tormenta de ideas
es una técnica que no solamente es capaz de producir guiones o anuncios
publicitarios; también es capaz de salvar vidas. En realidad, cuando hay
presión, poco tiempo y mucho en juego, la tormenta de ideas es la mejor manera
de conectar la potencia de varios cerebros, generando así una potencia mayor.
Tan grande puede llegar a ser, que puede salvar, como en el caso del Apolo 13,
vidas a miles de kilómetros de distancia de la Tierra.
PENSAR
ES GRATIS
Libros
– En ‘Piensa, es gratis’, de Joaquín Llorente (Planeta), descubriremos
84 ideas brillantes para potenciar el talento que todos llevamos dentro.
– El ya clásico ‘Ogilvy y la publicidad’, de David
Ogilvy (Folio), es una lección magistral de creatividad de la mano del gran
genio de la publicidad.
Serie
– ‘30 Rock’ (Rockefeller Plaza en España). Ganadora de varios Emmy y
Globos de Oro, esta brillante serie de la NBC nos da la oportunidad de
adentrarnos en las alocadas sesiones de ‘brainstorming’ de un grupo de
guionistas televisivos.
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