Tengo 72 años. Nací en Hong Kong y vivo en Los Ángeles. Llevo 20
años divorciado y tengo dos hijos. He trabajado
para la NASA, soy gran maestro de shaolin kung-fu y he creado el método Yuen
para el arte de vivir. Creo en el individuo, pero no tengo creencias
religiosas
FORTALEZA
No he probado su método ni
pretendo juzgarlo. Él promete y vende lo que tantos, que podríamos reducir a
salud (física y psíquica), dinero y amor. Pero me sorprendió su aspecto físico,
de una fortaleza poco habitnal (le hubiera echado quince años menos y muy bien
llevados), su humildad y serenidad. En él se inspiró David Carradine para crear
su personaje en la serie Kung Fu. Por su consulta de Los Ángeles han pasado Robert
de Niro, Stevie Wonder, Morgan Fairchild, Steven Seagal, Madonna y la esposa de
Martin Luther King. Ha venido a España a dar un seminario en Barcelona y otro
en Madrid (www. Yuenendirecto.com)
Cómo un ingeniero matemático acaba
interesándose por la salud?
Atando cabos. Mis conocimientos
de física sumados a una vida dedicada al estudio y la práctica de las artes
marciales (kungfu), el taichi, el chi kung, el feng shui y el taoísmo me
llevaron a intuir que hay un estado superior de bienestar y a doctorarme en
Quiropraxia.
David Carradine se inspiró en usted
para crear a su monje shaolín de la serie Kung Fu..
Trabajé para esa serie como
consultor debido a mi condición de gran maestro shaolin y a mi convicción de
que debíamos abrir al mundo la información celosamente guardada por los monjes
de los monasterios Shaolin en China y sus conocimientos de medicina energética.
¿En ella se basa su método?
Es una combinación de la
medicina milenaria china con los conocimientos actuales de fisiología,
anatomía, bioquímica, psicología y física cuántica. El ser humano es un universo compuesto de
mente, cuerpo y espíritu, tres aspectos indivisibles y que deben estar en
equilibrio, y han de estarlo en el día a día, cotidianamente.
¿Qué significa eso?
No es posible aislar la salud de nuestras relaciones, de nuestro
propósito en la vida, del bienestar económico, de nuestras capacidades mentales
y de aprender.
Somos un todo. El organismo es una combinación de diferentes sistemas de
energía con vacíos circuitos y conexiones regulados por un bioordenador central
muy simple.
¿Binario?
Sí. Ceros y unos, yin y yang,
fuerte y débil: ese es su lenguaje. Las enfermedades y los trastornos son huellas
inapropiadas en el nivel energético y las causantes de anormalidades mecánicas
y bioquímicas. Esas huellas y la desconexión de la energía son las
que nos llevan a la enfermedad, las que provocan los bloqueos y la falta de
energía para que consigamos nuestros propósitos.
¿Y usted sabe borrar esas huellas?
Yo, y todos_ Es muy sencillo,
es casi instantáneo. Basta con resetear nuestro bioordenador y equilibrar
nuestra mente, nuestro cuerpo y nuestro espíritu.
¿...?
Tenemos que conectar con la
información profunda que se halla dentro de cada uno de nosotros. Se trata de
una información clara que no es susceptible de interpretaciones. Si queremos
encontrar la respuesta a nuestro mal, debemos preguntar y se manifestará con
resultados.
...
Debemos detectar las
debilidades y fortalecernos. Eso cambiará también nuestro entorno. La visión
interna es la clave.
¿Dónde está ubicado ese bioordenador
central?
Nuestra médula espinal contiene
la información de todas nuestras experiencias vitales, en todos los niveles. Y
es ahí adonde debemos acceder para efectuar una corrección energética.
Es usted rotundo.
Parto de la premisa de que
nuestro origen es energético. Antes que cuerpo éramos energía. Y es en ese
plano donde se resuelven las cuestiones. Es posible detectar la debilidad que
nos afecta, sea a nivel físico o vivencia, y actuar sobre ella.
Cambiar el enfoque requiere tiempo.
Sé que en su cultura lo que voy
a decir se considera un milagro, pero el cambio es instantáneo, porque
sencillamente se trata de poner la información correcta en el lugar adecuado.
Sigue siendo muy abstruso para mí.
Porque ustedes los occidentales han perdido la capacidad de
intuir y sentir.
De entrada, muy
pocos distinguen entre el sentir y la emoción. Y no tienen nada que
ver. Se siente desde esa medianera, esa línea de energía que nos atraviesa y
que se halla en todo.
Se siente, no se piensa.
Exacto. Se trata de saber en
cada instante con exactitud y precisión lo que es verdad de lo que es engañoso,
lo que es cierto de lo que no es cierto, lo que es débil de lo que es fuerte.
Pero sin esa
capacidad de sentir e intuir van dando palos de ciego, prueba y error. Así
resulta agotador obtener resultados. Sentir no es una cualidad imprescindible
para vivir.
¿Dónde perdimos esa edad?
Capas y capas que se hann ido amontonando de normas, reglas
equivocadas, represiones, miedos colectivos infundados, miedos culturales,
sociales, políticos y religiosos.
¿Panda de borregos asediados por los
lobos?
Hay que confiar en uno mismo, es esencial. No confiar en uno
mismo es no tener brújula alguna, es estar perdido; pero eso se puede revertir,
se puede borrar.
¿Borrar instantáneamente?
Sí. La persona no necesita ser
curada, necesita
la información correcta para que todo se ordene de forma natural y fluida. Hay
que aprender a sentir para obtener esa información correcta, y cuanto más
dependemos del saber, más difícil resulta sentir.
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