Un pasado cargado de experiencias
negativas puede pesar mucho. En vez de aprender de esas experiencias, de
sacarles provecho para no volver a pasar por lo mismo, para aprender de la
vida, muchas personas cargan con ello como un lastre que les dificulta avanzar
o, aun peor, como una ancla que no les deja salir del puerto.
¿Estás apegado
emocionalmente a la negatividad de tu pasado? ¿Ese apego interfiere con
tu vida actual como adulto?
A continuación vamos a ver las señales
que pueden estar indicando que te encuentras emocionalmente unido a un pasado
negativo, para que sepas donde puedes comenzar a soltar y descargar toda esa
carga que llevas a cuestas.
Señales que indican que no has
superado las heridas del pasado
#1 –
No hablas sobre experiencias negativas pasadas
Si estás bien con lo que te pasó en el
pasado, no te importa hablar de ello en los momentos que surge la oportunidad.
Si has superado una situación negativa, hablar de ello no supone un trauma,
sino que te
permite reafirmarte. Hablar de ello te permite compartir también lo
que has aprendido. Sin embargo, si aún estás emocionalmente unido a ese dolor,
revivirlo supone revivir el sufrimiento.
#2 –
Reprimes tus emociones
Las personas necesitamos expresar
nuestras emociones, tanto positivas como negativas. Cuando esas emociones nos
hacen sentir incómodos, tendemos a bloquear su expresión, pensando que así que
podemos evitar el dolor que nos producen.
Pero esta estrategia resulta
contraproducente. Cuando reprimes emociones, te aferras a ellas.
Sin embargo, cuando las expresas plenamente, es más fácil dejarlas ir. Negar y
reprimir las emociones negativas crea apego a esas emociones.
#3 –
No puedes controlar tus impulsos
Los impulsos provienen de las
emociones. Y cuando reprimes la emociones,
a pesar de no expresarlas, todavía reaccionas a ellas. Al no dejarlas fluir,
estas emociones se concentran y pueden hacer que pierdas el control, que
sientas una ansiedad que no dominas, y
reacciones de forma impulsiva porque no has resuelto esas emociones. Esto
conduce a malas decisiones, a conductas adictivas, y a sentimientos de dolor y
culpa.
#4 –
Repites los mismos errores una y otra vez
La repetición de los mismos errores es
un signo de apego
negativo al pasado. Tomar las mismas malas decisiones una y otra
vez, es una importante señal de alerta de que algo negativo en tu historia está
todavía influyendo en ti y que tienes
que solucionar.
#5 –
Mantienes sentimientos negativos hacia las personas vinculadas a las
experiencias negativas
Cuando estás emocionalmente unido a un
pasado negativo, aún conservas sentimientos de dolor y pena, de resentimiento
y/o miedo hacia las personas que están
relacionadas con ese pasado. Estos sentimientos no resueltos pueden aparecer en
cualquier momento, en respuesta a una situación externa o en tus propios
pensamientos.
#6 –
No te sientes tú mismo con la gente relacionada con un pasado negativo
Esto es muy frecuente que ocurra en
las reuniones familiares. Cuando sigues aferrado a la negatividad de tu pasado
con ellos, cuando están en su compañía, no te sientes tú mismo, sientes que
todavía debes
ajustarte a sus expectativas sobre ti o que no eres lo que ellos
querían. Eso hace que no actúes como lo haces en otros ambientes, que no hables
con sinceridad (o que no hables).
#7 –
Tienes miedo de que los demás no te aprueben
En muchas ocasiones, la desaprobación
de la familia se generaliza. Esto hace que se proyecte el miedo a la
desaprobación en general, incluyendo a amigos, pareja e incluso extraños. Este temor general de
desaprobación, tiene sus raíces en la dinámica original de la familia e incluso
de la escuela.
#8 –
Reaccionas con tus hijos como lo hicieron tus padres
Es muy común tratar a los hijos en los
mismos término
negativos que lo hicieron los padres. Sorprendentemente, incluso se
puede reconocer esto cuando ocurre. Y se sabe que está mal. Surge como un
patrón aprendido del que uno no se puede desprender, como si se intentara con
ello justificar lo que injustificable.
#9 –
Sientes que te casaste con tu padre o con tu madre
Muchas personas que no han superado la
negatividad de su pasado, terminan casadas con una persona que es el fiel
reflejo de lo que fue su padre o su madre. Y no tardan mucho en darse cuenta,
pero al no poderse desarraigar de esa negatividad pasada, no son capaces de
darse cuenta hasta pasado un tiempo.
Puede que sea porque se piensa
(inconscientemente) que, cambiándolos a ellos, cambiarán las cosas, o con el
cambio se superará el dolor arrastrado.
#10 –
Te sientes limitado, pero no puedes explicar por qué
Cuando en el pasado, la familia o
incluso la escuela, actuaron de forma abrumadora, era porque sus principios se
erigían sobre reglas excesivamente rígidas, que a día de hoy, puedes seguirlas
casi de manera automática. Estas reglas
rígidas hacia nosotros mismos, reglas que crean limitaciones internas y que no
siempre sabemos identificar, también nos reenganchan con el pasado.
Creemos que esas reglas nos protegen,
pero pueden llegar a limitar nuestra vida adulta. Curiosamente, estas reglas
pueden determinar nuestras opciones, tanto si somos conscientes de ello como si
no.
Superar
la negatividad del pasado
No es necesario revivir el pasado para
superarlo. Puede que a algunos les sirva, pero no siempre es necesario ni
beneficioso experimentar emocionalmente recuerdos del pasado. La clave para
superar estas herida está en hacer nuevas elecciones hoy.
Es necesario reconocer la influencia del pasado y
aprender cómo te sigue afectando, hablarlo y no reprimirlo. Sólo así
podrás tomar decisiones conscientes que te llevan por un camino nuevo y diferente.
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