El psicólogo Xavier Guix
explica en su último libro '¡Querer es poder!' la importancia de la fuerza de
voluntad.
El psicólogo Xavier Guix (Cataluña, 1960) se
ha convertido en uno de los autores más prolíficos en manuales de autoayuda.
Años atrás, había enseñado a autorreafirmarse en ´Atreverse a decir NO´. También dio directrices para darse cuenta
de cuándo un amor no es sano en ´¡Cuánto
te quiero!´ En su última obra, vuelve a utilizar la exclamación. ´¡Querer es poder!´ explica la
importancia de la fuerza de voluntad. Xavier Guix ejerce profesionalmente como
psicólogo, colabora en diversas revistas de su especialidad y es frecuente
conferenciante.
¿Ser
psicólogo es un salvavidas para usted?
No se crea. La gente tiene la
manía de pensar que, cada vez que el psicólogo habla con alguien, lo está
analizando. Le digo de verdad que hacer eso sería una pérdida de tiempo. Lo que
sí nos pasa es que, a veces, resulta difícil encontrar el punto de dejar de ser
terapeuta y estar normal con los amigos, sin querer ayudarlos psicológicamente.
¿Por
qué la fuerza de voluntad es el eje de su último libro?
Porque creo que está de vuelta.
Durante mucho tiempo, hemos estado como si nos costara hablar del esfuerzo, la
disciplina, el autodominio, la voluntad... Parecían palabras del pasado. Por
una parte, se ha apostado por una formación, por un sistema educativo sin tanto
esfuerzo. Por otro lado, socialmente hemos vivido encerrados en un bienestar
que era una burbuja, un engaño. Llegamos a un punto donde todo parecía fácil.
Parecía que se podía conseguir lo que se quisiera sin hacer nada, sin esfuerzo.
A eso, le añadimos programas de televisión donde aparecía gente que por enseñar
sus partes se hacía muy popular y ganaba dinero. Todo eso ha distorsionado
elementos claves en la constitución psicológica de una persona. Uno de esos
elementos es la perseverancia y el autodominio; este último, la capacidad de
soportar la frustración y estar dispuesto a entender que todo cuesta. La
felicidad se conquista, no aparece de forma rápida e inmediata.
¿Cómo
domar la fuerza de voluntad si se carece de ella?
Ahí es donde aparece "el
músculo de la voluntad" que señalo en el libro. Haciendo una
analogía, vamos a hablar de la voluntad como si fuese un músculo. Cuando te
dicen que físicamente estás flojo, que tienes que muscular más, vas al
gimnasio. Allí, no empiezas levantando 100 kilos sino que comienzas con dos o
cuatro. Al cabo del mes, subes y progresivamente vas adquiriendo más fuerza y
musculatura hasta tener el nivel de resistencia necesario. Lo mismo se hace con
la voluntad. Primero, se empieza con un reto pequeñito que puedas conseguir. Partimos
de la idea de una persona que piensa de sí misma que no ha conseguido cosas. Así, de reto en
reto, se va fortaleciendo el músculo de la voluntad.
Se
queja del malgasto de energía psicológica que hacemos.
Un clásico de los esfuerzos
psicológicos innecesarios es confundir el amar con el hacerse cargo del otro.
Eso es una ruina. También es terrible amar al que no te quiere amar. Es un
esfuerzo y pérdida de tiempo luchar por el amor de alguien que no te quiere.
También hay gente que confunde ser bueno con ser obediente, con lo que la
persona se carga de obligaciones y obedece a todo el mundo porque no sabe decir
que no o porque cree que ser bueno es ser obediente.
Todo
arranca de la infancia.
Es cierto. En la infancia, se crea la imagen que tú
consolidas de ti, cómo eres capaz de ser amado, de conseguir nuestros retos. La
infancia condiciona mucho, pero no es determinante para que no podamos cambiar.
Hay
personas deterministas que ven imposible luchar contra el destino, en una
conexión con la filosofía estoica.
La postura estoica es muy
interesante porque nos proporciona un equilibrio. Dice que si hay cosas que
puedes mudar, cámbialas; pero si hay otras que no dependen de ti y no puedes
transformar, déjalas porque, de lo contrario, lo vas a pasar muy mal. Estamos siempre
en esa lucha permanente de ´hacer que pase´ o ´dejar que pase´.
En
los últimos seis años, aumentó un 11 % la ingesta de tranquilizantes y
somníferos. ¿Qué reflexión ofrece al respecto?
Si no hemos desarrollado fuerza
de voluntad, carácter, cuando estamos ante algo que nos duela, por pequeño que
sea, nos hundimos. Además, vivimos en un momento con tanta presión externa que
no me extraña que la gente para aguantar se tenga que automedicar. Esas dos
condiciones explican que haya tanto aumento de ingesta de ansiolíticos y
antidepresivos.
Con
la crisis, se siente una negra sombra. ¿Qué ánimos le da a la gente?
Los primero es que la persona
sea consciente de sus propios recursos, que dependen de su mente y no del
exterior. Afuera, no se puede buscar porque lo que hay es horroroso. Hay que
buscar dentro de uno. ¿Por dónde empezar para cambiar la mente? Por las
creencias más rígidas y negativas ´como no podré´ o ´esto no va bien´....
También hay que centrarse en las soluciones. Si les das mil vueltas al problema,
no sales de ahí. También hay que tener perseverancia y entusiasmo. Hay que
buscar trabajo y mantener-se activo. No se puede hacer de la crisis una
totalidad de la vida.
Está
un poco conectado con la Ley de Atracción, por la que pasa lo que se piensa.
No quiere decir que porque tú
pienses que va a suceder algo eso ocurra. Pero el observar la realidad con un
filtro determinado sí hace que me fije solo en lo que veo con el filtro. Al
fijarme en eso, lo estoy atrayendo, sea bueno o no; y al poner tanto la
atención en eso, puedo olvidar otras cosas. A eso, se le llama la profecía
autocumplida.
¿Pueden
dañar los suicidios de gente desahuciada la psique colectiva de un pueblo?
En algún porcentaje, puede que
sí, pero no en uno grande. Los que lleguen a esa conclusión, quizás ya no
sientan que no pueden más. Los desahuciados que se suicidan se sienten muy
identificados con su casa. Para ellos, es todo lo que tienen porque todo su
mundo está ahí dentro. No imaginan vivir de otra manera. Desde el máximo de los respetos, hay que
decir que hay aprendizajes que tenemos que hacer. Esas personas nos
están diciendo que no podemos apegarnos tanto a las cosas.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada