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dimarts, 28 de maig del 2013

Amar en tiempos de relaciones desechables. Walter Riso. La Prensa.


El psicólogo y escritor Walter Riso señala que se vive una época donde la autonomía mal entendida atenta contra el compromiso y la honestidad. Y que las parejas que perduran en el tiempo son las que construyen la relación día a día.
No se puede vivir del amor cantaba hace tiempo el músico Andrés Calamaro. La canción, cuya letra fue muy cierta para muchos, muy pesimista para otros, planteaba que el amor es mucho más que un simple cuento de hadas hecho realidad, un ‘te quiero para toda la vida’, un ‘contigo pan y cebolla’.
El escritor y psicólogo Walter Riso, puede decirse, también toma esta idea de que las historias de amor nunca han sido fáciles: suelen naufragar en este mundo que se ha modificado, si obramos con la concepción del amor ‘tradicional’.
Ciertos errores nos terminan llevando al sufrimiento. Pero, apostando al cambio, explica, sí se puede y es lo más lindo y sano vivir enamorado. Autor del libro ‘Manual para no morir de amor, diez principios de supervivencia afectiva’ -cuya edición de bolsillo acaba de ser editada en la Argentina por Planeta- el escritor desde Barcelona dialogó con La Prensa, entre otros temas, sobre cómo están hoy las relaciones de pareja.

- ¿Cuales son las características más notorias ya sean buenas o malas de la práctica del amor en estos tiempos?
- Son definitivamente contradictorias. Por un lado exaltamos la idea de la honestidad y la autonomía, pero los indicadores de infidelidad en el mundo (Argentina incluida) no descienden y la dependencia va en aumento. Es una era donde se destaca el compromiso a la carta y una cultura del desechable, quizás basado en una autonomía mal entendida.
Los datos muestran que en los consultorios psicológicos el 40% de las consultas tiene que ver con problemas relacionados con el amor insano o mal llevado (por ejemplo soledad afectiva, celos, infidelidad, separación). Algo está mal. No parece que fuéramos tan sobrados cuando de amor se trata. Hacemos muchas estupideces en nombre del amor.

- ¿Cuál es su idea del compromiso en el amor? ¿Cree que puede perdurar en el tiempo?
- ¿Se puede jurar amor? Yo creo que siendo realistas, no. Puedo comprometerme a ser respetuoso, a intentar con todas mis fuerzas que la relación funcione, a no darme por vencido como el más valiente, pero comprometerme en que: ‘Te amaré toda la vida’ y a que ejerceré un dominio total y determinante sobre mis sentimientos, no me parece realista.
¿Y si me eres infiel, si cambias de sexo, si me maltratas, si me explotas o si sencillamente se gasta el amor de tanto usarlo, como dice una conocida canción?. Hay que ejercer el derecho al desamor. Prohibirlo por decreto es irracional. Comprometerse con algo o alguien implica ser honesto conmigo mismo y con el otro, es decir: hacerme responsable de lo que depende de mí.
De otra parte, el amor que perdura en el tiempo es el que se construye sobre el gerundio: ‘Te estoy amando’, siempre en construcción, y reinventándose a sí mismo.

HIPERACTIVAS

- ¿El ritmo de vida que hoy se lleva en las grandes ciudades influye para que cueste más poder tener una relación afectiva plena?
- Hay una historia del amor y hay una política del amor. El amor está incrustado en lo social. Esto significa que en una postmodernidad donde la velocidad es un desiderátum o una exigencia, el amor también anda a cien kilómetros por hora. Compramos minutos, le robamos segundos a la vida. Los de mi edad (tengo sesenta) añoramos la lentitud antaño, y no hablo de siglos. Lo que más preocupa de las relaciones ‘hiperactivas’ es que no haya tiempo para el post coito, que se genera cuando Eros se va y quedamos literalmente al desnudo, cara a cara con lo que somos. En el post coito lo que se destaca no es la energía sexual, es la Philia, la amistad, ser compinche, el chiste, y el chisme. Si no hay tiempo para un post coito saboreado, no hay amor completo.

- ¿Se practica otro tipo de amor al que se practicaba 50 años atras? ¿En qué cambió?
- Los mismos miedos, procesados de otra manera. No sé si mejor o peor. Como dije, la lentitud de antes se extraña, pero la independencia mental y emocional que se propone hoy en las parejas es imprescindible para autoafirmarse y no ser una sucursal del otro.

- Hoy hay o al menos se visualizan más relaciones de parejas en las que existe mayor diferencia de edad entre sus integrantes ¿A qué se debe esto? ¿Se puede construir un amor sincero aún con mucha diferencia de edad?
- Más allá de los veinte años, como digo en Manual para no morir de amor, las estadísticas tienden a mostrar que la probabilidad de éxito disminuye. El número veinte para ser una especie de línea roja. No en todos los casos, pero es que la brecha 40-20 no es la mismo que 70-50. Es decir, la brecha se amplía con los años y la inseguridad del que tiene más edad suele incrementarse con el tiempo. Hoy el amor es más atrevido, los enamorados ensayan más posibilidades, por ejemplo, muchas mujeres en el mundo están con hombres más jóvenes y la cuestión parece funcionar.

- ¿Cuales son las trampas más comunes en las que caemos con respecto al amor? ¿Idealizarlo mucho, pensar que siempre se puede salvar, creer que con el tiempo las cosas se arreglan?

- Son muchas: idealizarlo, la ilusión de permanencia, creer que solo se puede amar a una persona a la vez, la idea irracional que la soltería no te hará feliz, y muchas más. Como veo la cosa la idea misma del amor que se ha trasmitido a los imaginarios sociales tal como está es una trampa porque de un lado le otorgamos demasiados poderes (el amor es todopoderoso, eterno, indestructible) y a la vez lo consideramos una especie de cruz a cuestas, ya que aceptamos resignadamente que amar es sufrir. Y esto no es así. Si no haces más que sufrir en una relación, lárgate, no pierdas el tiempo. No me refiero a que debamos buscar un amor perfecto (no existe) sino un amor donde lo bueno sea más que lo malo, donde seamos capaces, al menos, de no negociar los principios y los valores esenciales en nombre del amor. El tiempo solo no arregla nada, necesita que le ayudes. He conocido parejas que llevan años aguantándose y sintiéndose orgullosos de tal resistencia.. Amar no es aguantar.

LA RAMA VIRTUAL
- ¿Estos tiempos donde la gente se comunica, se conoce por Internet, foros, chat, redes sociales, modifican la noción de amor?
- Da lugar a un amor más conceptual, pero a la vez más atrincherado, porque te permite esconderte detrás de fotos que no son o crear un verdadero avatar afectivo. No creo que se modifique la noción de amor, más bien le crece una pata, una ramificación, que daría mucho para hablar. Pero queda claro que si te enamoras de un email, vas mal. A la pareja hay que tocarla y olerla. Olfato y caricias. Al amor hay que catarlo.

- ¿Podemos darnos cuenta sobre cuándo realmente estamos enamorados? ¿Cómo? 
- Es como el orgasmo, si has tenido uno lo sabes. No dudas. El amor te atraviesa de lado a lado cuando llega y no se anda con medias tintas. Cupido es determinante y categórico. Si dudas, no estás enamorado. Y si la persona que dice amarte duda, tampoco te ama. No pierdas el tiempo convenciendo a nadie.

- ¿Qué opina hoy de las llamadas parejas ensambladas? ¿Se pueden agrandar las familias? ¿Tener una ex esposa, hijos, hijastros, nueva pareja sin que se agranden los problemas?
- Las parejas ensambladas siempre serán medio un ‘despelote’, pero pueden llegar a ser un despelote simpático y muy afectivo. Los tuyos, los míos, los nuestros y los que vendrán, pueden ser multitud, pero no descarta el amor, quizás lo complique un poco o lo hace más exigente. Las familias se pueden agrandar hasta donde de el corazón y la paciencia. En el amor también hay que saber gestionar, tomar decisiones y administrar. A más personas involucradas más estrategias de resolución de problemas, mas capacidad, más esfuerzo, pero no es imposible.

- ¿Cómo ve el amor en la Argentina? ¿Tiene algunas características particulares? ¿Cómo somos los argentinos en el amor?

- El argentino (dentro de los que me incluyo) ha sido criado en la nostalgia de una emigración que se ha quedado en el ADN. No es que la nostalgia, como estilo, te lleve indefectiblemente al amor, pero sí abona el terreno y te hace un poco más vulnerable al afecto. Mi padre siempre lloró el cielo de Nápoles y nos llenó de historias y recuerdos que hicimos nuestros. Hay algo de romanticismo en eso, algo de alegoría y ensoñación. No digo que sea histrionismo, sino afectividad predisponente, emoción a flor de piel. El amor, en situaciones así, suele hacerse más evidente o prosperar más fácil. Todo es más saliente. En cuanto a la problemática, las fantasías, la manera de procesar el afecto, la estructura misma del enamoramiento y el amor, no veo muchas diferencias con las culturas latinas en general. Pero podría decir que no es lo mismo amar en Sudamérica o Iberoamérica, en lo que concierne a su forma, a su modalidad, que por ejemplo, en Dinamarca o Noruega. Quizás en su núcleo duro la naturaleza obre igual, pero en los países nórdicos habrá menos gritos, abrazos menos intensos y expresiones de amor más controladas y asépticas.

3 comentaris:

  1. Que artículo mas interesante !!

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    1. Muchas gracias!, Siempre es interesenta leer a Walter!.

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  2. Que Señor mas culto, cada vez que culmino de leer sus lineas, dudo que se haya enamorado alguna vez de forma Irracional y frenetica ya que para el todo es tan conceptual, tan controlable, tan llevadero. Gracias por el articulo, sencillamente enriquecedor! Feliz navidad

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