-Maestro,
estoy desengañado de la política corrupta, de las religiones sectarias, del
sistema económico explotador, de las industrias nocivas, de los mediocres
consumidores e infantiloides, de los deportes fomentadores del patriotismo de
brutos, de las pestes mundiales inventadas para vender vacunas, del cine
americano con propaganda solapada, de las familias narcisistas sumidas en el
incesto emocional, de los comerciantes rapaces, de los jet-sets con narices
hediondas a cocaína, de las mujeres con caras estiradas, senos inflados y bocas
de pato, de los dictadores ladrones y asesinos, de los policías cómplices del
narcotráfico, de los gobiernos enriqueciéndose con la venta de armas, ya no
soporto más. Estoy desesperado, porque sé que no puedo cambiar al mundo. ¿Qué
hago?
-Es
cierto, no puedes cambiar al mundo, pero puedes comenzar a cambiarlo.
-¿Cómo,
Maestro?
-¡Cambiándote a ti
mismo!
-¿Cómo?
-Mirando
sin miedo hacia dentro de ti, como si fueras descendiendo por un pozo. El cielo
no es sus nubes, las contiene. Tú no eres tus pensamientos, los contienes.
Tampoco eres tus sentimientos, ni tus deseos, ni tus necesidades, las
contienes.
-No
lo entiendo.
-Eres lo que
eres y no lo que piensas que eres. Ni eres lo que crees que sientes,
ni lo que crees que deseas ni lo que crees que necesitas.
-Quiere
decir que me engaño a mí mismo. ¿Como ser lo que soy?
-
De negación en negación llegarás a la gran afirmación: “Esto no soy yo, esto no
soy yo, esto no soy yo. Sólo soy una conciencia inmaterial, inefable,
impensable. No soy un cuerpo que tiene una conciencia, sino una conciencia que
tiene un cuerpo”.
-
Me cuesta asimilar esto.
-Imagina
que eres un coche con cuatro pasajeros, uno es “ideas”, el segundo es “sentimientos”,
el tercero es “deseos” y el cuarto es “necesidades”. El chofer del
coche se llama “voluntad”.
Pero a ese coche no lo hacen funcionar sus pasajeros, ni su chofer, ni su
carrocería, ni su motor, ni sus ruedas, ni su forma, ni su marca. El coche anda
gracias a la gasolina. Pero la gasolina no le pertenece. Ella es una porción
del infinito océano de energía universal. Repite conmigo: “¡No soy una parte, soy una totalidad. Soy los otros y los otros son
yo. pero YO soy!”. Ese YO no es el ego formado por esos límites
en los que desde tu infancia te ha aprisionado tu familia, tu sociedad y tu
cultura. Es el YO total, que es la conciencia del Universo. El Universo no
tiene una conciencia. Es la CONCIENCIA la que tiene al universo. CONCIENCIA
eterna, inmortal, gozo perpetuo, sin comienzo ni fin, tu ser esencial, tu Dios
Interior, tú de verdad. ¿Comprendes? No eres lo que sabes, no eres lo que crees ser, nada te
puede definir, nada te puede limitar, nada es tuyo que no sea para los otros.
En ningún caso eres algo de alguien, ni alguien es algo tuyo. Tú y
los otros son una sola cosa. Lo que le sucede a los demás te sucede a ti, y lo
que te sucede a ti, le sucede a los demás. No estás unido a nada porque eres
todo. ¿Quieres cambiarte a ti mismo? Despréndete de la vieja imagen, nunca
fuiste lo que creías ser. Repite conmigo:
“No soy mi nombre, no soy mi edad, no soy mi sexo, no soy mi
nacionalidad, no soy mi raza, no soy mi oficio, no soy mi clase social, no soy
mi pasado, no soy la imagen que tengo de mí mismo, no soy lo que los otros
quiere obligarme que sea, no soy lo que tengo. Soy cuando no soy nada. Nadie me
busca porque en todo momento me están encontrando. El mundo real soy yo.”
Alejandro
Jodorowsky
Esta es mi propuesta para premiar tu blog con el LIEBSTER AWARD
ResponEliminahttp://dejamepensarotravez.blogspot.com.es/2013/05/liebster-award.html