Tengo 58 años. Nací en la clínica Santa Madrona de Barcelona y vivo en
La Roca. Soy fotógrafo. Estoy casado y tengo
una hija y dos nietos, Nadia y Aziz. Soy ácrata. Soy agnóstico. Me gusta el ajedrez. Mi
estilo de vida es dionisiaco: ¡todo es un regalo!, y como tal lo disfruto.
PREMIO
HASSELBLAD
Acaba de ser distinguido con el
premio Internacional de Fotografía Hasselblad (¡el Nobel de la fotografia!) por
su obra, una reflexión sobre la fotografía mediante la fotografía. Por eso me
atrevo a llamarle metafotógrafo... Es un artista: sabe que las mentiras
construyen verdad, que no otra cosa es el arte. Es un filósofo: sus ensayos con
imágenes desnudan eso que llamamos realidad. Lo dijo Kapuscinki, faro del
periodismo: la más alta verdad es la verdad poética. Y lo sostuvo Heródoto,
padre de la historia. Profundizan en esta cuestión un ciclo en la Filmoteca, D’ara
endavant. La imatge postfotogràfica una exposición en Arts Santa Mónica,
comisarlada por Fontcuberta.
Qué
le hizo fotógrafo?
Leer tebeos, ver fotos de la Segunda
Guerra Mundial en un libro, entrar en aquel laboratorio fotográfico montado en
el colegio por un profesor... Ver emerger una imagen de un papel en blanco..o
era magia...
Homenajee
a aquel profesor.
Era Francesc Garriga i Barata:
¡acaba de ganar el premio Carles Riba de poesía 2013!
De
ahí sale usted, fotógrafo poético...
En el contexto del
posfranquismo de los años setenta entendí la fotografía como herramienta
consciente de rebeldía.
¿Frente
a qué?
Vi que las imágenes de la
"realidad oficial" tapaban la "realidad vívida". Y entonces
comprendí: ¡la realidad no existe!
¿No?
No: se crea. ¡La realidad sólo existe como experiencia y
voluntad de interpretación!
¿Qué
más comprendió?
Que por eso la cámara
fotográfica es un instrumento autoritario: ¡crea realidad!
¿Y
se puso usted también a crearla?
La fotografía transmite
sensación de certeza: podía usarla ¡para desvelar la impostura!
Para
desvelar que todo es mentira.
Para demostrar cómo miente la
cámara, cómo la ficción hace comprensible la realidad.
¿La
fotograba nos ha mentido siempre?
No puede ser de otro modo: nace
con la cultura tecnocientífica, es la ortopedia que certifica el modelo de lo
real y verdadero.
La
prótesis que clasifica y fija todo...
¡Las fichas policiales nacen
con la fotografía! Es la cultura de la verdad, el archivo, la memoria, la
fragmentación, la mirada...
¿Cómo
sería hoy todo sin fotograba?
Me cuesta imaginarlo. Hasta el
gran Borges escribe como un fotógrafo, véase El Aleph...
¡Y
eso que él era ciego!
Ah, es que ¡el fotógrafo es el
ciego perfecto!
¿Y
cómo es eso?
Consigue que te fijes en una
cosa... a costa de cegarte todas las demás cosas.
Ficción
que crea realidad, de nuevo...
Fíjese en los álbumes familiares:
son una ficción narrativa, un depósito de sonrisas... que engaña: ¿dónde están
las peleas y malos momentos? No los ves: queremos explicarnos... a costa de no explicarnos del
todo.
¿Es
imposible una foto-documento?
Sostengo que la foto sólo puede
ser un documento de su propia ambigüedad.
Conclusión...
Una foto puede decir cualquier cosa: significará algo en función
de cómo se presente y se vertebre en un contexto, un entorno...
¿No
significa nada por sí misma?
Cada foto es una palabra de alguna frase...
Y
ya no hacemos álbumes familiares.
Sí de cada fiesta a la que vamos: ¡necesitamos siempre
inscribirnos en una realidad!
Hoy
nos duchamos con imágenes Instagram redes sociales...
Tanta gente fotografiando la
fumata del Vaticano... ¿qué hacía? No un documento, ¡sino una marca biográfica!: "Yo
estuve ahí".
Construimos
así nuestra biografía.
La foto ya no recoge "momentos decisivos" (Bresson),
sino "momentos indecisivos".
Que
son muchísimos.
Por eso nos dedicamos a elegir, a optar: a adoptar. Ya no
creamos: ¡adoptamos!
Pero
también podemos crear, ¿o no?
Crear consiste en generar
sentido. Y el sentido lo culmina quien mira la foto: el fotógrafo propone y el
público cierra el ciclo creativo. Por eso toda obra es siempre dinámica...
¿Pensaba
esto el primer fotógrafo?
Nicéphore Niépce: tras doce
horas de exposición, fotografió unos tejados, en 1822...
¿Y
quién fue la primera persona en ser fotografiada?
Las exposiciones eran muy
lentas y las personas en movimiento no salían en la foto: en 1838, Daguerre
pagó a un chico limpiabotas y a su cliente para que no se moviesen de su sitio
en el Boulevard du Temple, en París...
Sólo
empezar y ya... ¡primera mentira!
Por eso me gusta especular
acerca de las fotografías del primer hombre en la Luna...
¿Y
a qué conclusión llega?
Como hizo Daguerre, seguramente
son fotos manipuladas para que resulten más "reales"... y así ser más
eficaces como propaganda en vez de un mero testimonio.
De
todas sus fotos, elíjame una.
Siempre la última. O... la que
nunca hice.
Esa
sí es inmortal...
La foto digital supone pérdida
poética porque elimina el azar: borramos y repetimos... hasta que esa foto
encaja en nuestra expectativa. La foto analógica estaba expuesta al accidente, al error:
¡al azar, tan creativo!
¿Cuál
será el futuro de la fotografía?
Obtenemos más disfrute de
fotografiar que de ver, y así seguiremos... La nanotecnología llevará a que el
ojo haga la foto, como ya han contado en la serie Black Mirror... Somos
consumidores de imágenes. ¡desde Altamira!, y hoy también productores...
¿Qué
consejo le daría a un fotógrafo que ahora empieza con la cámara?
Lo que dice Ansel Adams: "No haces
una fotografía sólo con la cámara, sino con las imágenes que has visto, los
libros que has leído, la música que has escuchado, las personas que has
amado".
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