53 años. Nací en Arcachon y vivo en la Provenza. Casado,
tres hijos. Licenciado en Enfermería. Me
interesa la relación de persona a persona. Mi
religión es vivir el momento presente y como Jung creo que la enfermedad es el
esfuerzo de la naturaleza por curar el cuerpo.
EMOCIONES
Las
enfermedades son una tentativa de autocuración, una reacción biológica de
supervivencia frente a un acontecimiento emocionalmente incontrolable, de
manera que cualquier órgano dañado corresponde a un sentimiento preciso y tiene
una relación directa con las emociones y los pensamientos. Junto al doctor
Philippe Levy, Flèche creó nuevos protocolos para organizar un método de
diagnóstico original emocional y una nueva forma de terapia breve que busca en
las emociones el origen y la solución a las enfermedades. Tiene publicados 17
libros sobre la descodificación biológica, cuatro de ellos traducidos al
español. El
cuerpo como herramienta de curación (Obelisco) ha vendido tres
ediciones
¿El cuerpo es
nuestra herramienta de curación?
Yo era
enfermero en un hospital de Normandía y observe que pacientes con la misma
enfermedad, tratamiento y doctor evolucionaban de manera muy diferente.
Bueno, cada uno
es cada cual...
Exacto, mi
hipótesis es que las enfermedades son una metáfora de las necesidades físicas y
emocionales de nuestro cuerpo. Cuando no hay una solución exterior a
esa necesidad, hay una solución interior.
¿Eso es para
usted la enfermedad?
Sí, una
solución de adaptación. Cada órgano del cuerpo quiere satisfacer su propia
función, es decir, atrapar oxígeno, alimentos... Si el cuerpo quiere comer,
pero en el exterior hay guerra y no lo consigue en un plazo razonable, se
produce un shock.
¿Nace el
conflicto?
Sí, el inconsciente
inventa una vía suplementaria de supervivencia: un síntoma, que es
una solución o una tentativa de solución inconsciente e involuntaria a ese shock
vivido. En ese caso, el miedo a morir de inanición atacaría el hígado.
Póngame otro
ejemplo.
Una
persona que siempre tiene prisa puede desarrollar un nódulo en el tiroides, que
envía más tiroxina y aumenta el metabolismo del cuerpo, eso la hará más rápida.
Pero tener prisa
es psicológico.
Todo lo que captamos a través de los cinco
sentidos, de los captadores neurovegetativos que vienen del interior del
cuerpo, lo que pensamos o imaginamos, se traduce en realidad biológica.
¿Y provoca un
síntoma?
Si no hay
una solución concreta y consciente, sí. De manera que si escuchamos algo muy
desagradable que nos afecta podemos tener acidez de estómago. Y hay algo muy
importante que tener en cuenta.
Dígame.
El cerebro no distingue entre lo real o lo
imaginario. Un trozo de limón en la boca o la idea de un trozo de
limón en la boca provocan la misma salivación. En función del sentimiento
particular, el shock afecta a una zona precisa del cerebro, visible por el
escáner, a un órgano y a una realidad energética.
¿Realidad
energética?
Somos una
unidad compuesta de cuatro realidades inseparables: orgánica, cerebral, psíquica y energética.
No hay ni una sola célula del cuerpo que escape al control del cerebro, y este
no escapa al control del pensamiento, consciente o inconsciente; de manera que
ni una célula del cuerpo escapa al psiquismo. Un shock siempre va acompañado de un
sentimiento personal que repercute en los cuatro niveles biológicos.
¿Y es
irreversible?
Cuando
encontramos la solución esos cuatro niveles sanan simultáneamente. Una paciente
tenía dolor en el hombro. "¿Desde cuándo?", le pregunté. "La primera
vez estabas sola con mis hijos" "Si estas con tus hijos, no estás
sola, ¿quién falta?" "Mi marido que nunca está, yo necesito estar
arropada". Cuando lo reconoció, el dolor desapareció.
A lo largo de un
día no satisfacemos todas nuestras necesidades fundamentales.
Cuando no las satisfacemos, nace una
emoción. Si esa emoción se libera en el exterior bajo una forma
artística, a través de la palabra, el baile o los sueños... todo va bien. Cuando el
acontecimiento no está expresado, queda impreso y el cuerpo será el último
teatro de ese evento.
¿Todo conflicto
provoca enfermedad?
No, es
necesario que sea dramático, imprevisto, vivido en soledad y sin solución.
Cuando se dan estos cuatro criterios, el trauma se manifestará a través de la
biología.
¿Distintas
emociones corresponden a distintos órganos del cuerpo?
Sí, todo
lo que tiene que ver con la epidermis responde a conflictos de separación; el
esqueleto, a una desvalorización; la vejiga corresponde a conflictos de
territorio. Para las mujeres diestras, problemas en el seno y hombro izquierdos
corresponden a problemas con los hijos y viceversa para las zurdas; los
desajustes en el seno y hombro derechos corresponden para las diestras a
problemas con la pareja y viceversa.
¿Estómago e
intestino?
No tener
lo que se quiere y no poder digerir lo que se tiene corresponde al duodeno y
estómago. El colon corresponde a un conflicto asqueroso, podrido. En el recto
están los problemas de identidad: "No me respetan y me dejan de lado".
Los riñones es la pérdida de puntos de referencia. Los huesos: grave conflicto
de desvalorización...
¿Lo adecuado para
estar sano?
Revalorizar las emociones, ser consciente
de las emociones y expresarlas, es decir:
bailar más a menudo. La gente está mucho tiempo en lo emocional pero son
emociones procuradas: fútbol, cine... Un malestar compartido disminuye a la mitad, continúa
compartiéndolo y acabará desapareciendo. Una felicidad compartida se multiplica
por dos.
La ira y la
violencia se expresan a sus anchas.
Un hombre
tiene miedo, el miedo produce rabia, y la descarga enfadándose con su mujer. Cuando estamos
en contacto con la emoción auténtica, se transforma; cuando lo estamos con la
emoción de superficie, no hay cambio. Si el hombre se dice: "Lo que
tengo es miedo", su miedo disminuye a la mitad. Hay que tomar
conciencia de uno mismo.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada