Cortometraje realizado para el II Festival Ecológico "La Luciérnaga Fundida". Nos muestra la diferencia de huella ecológica entre generaciones, buscando que nos cuestionemos cómo será nuestra huella.
Que recuerdos!, me ha conectado con mi abuelita, allí en un pueblo de Aragón donde pasaba los meses de verano. Entrañable, tremendamente amorosa, firme, decidida, pura energía y amor!. Y me he puesto nostálgico... A veces nos llegan frases, escritos, imágenes que nos hacen recordar personas que han sido importantes en nuestra vida, a quienes deberíamos tener más presentes. No es que las haya olvidado pero el ajetreo de la vida, el tiempo que hace que ya no están, las propias preocupaciones hace que no encontremos ese momento para recordar. Estos tres minutos han sido mi momento y me he quedado con una sonrisa en los labios y una tímida lágrima luchando por salir.....
Que recuerdos!, me ha conectado con mi abuelita, allí en un pueblo de Aragón donde pasaba los meses de verano. Entrañable, tremendamente amorosa, firme, decidida, pura energía y amor!. Y me he puesto nostálgico... A veces nos llegan frases, escritos, imágenes que nos hacen recordar personas que han sido importantes en nuestra vida, a quienes deberíamos tener más presentes. No es que las haya olvidado pero el ajetreo de la vida, el tiempo que hace que ya no están, las propias preocupaciones hace que no encontremos ese momento para recordar. Estos tres minutos han sido mi momento y me he quedado con una sonrisa en los labios y una tímida lágrima luchando por salir.....
Avancemos hacia el futuro, pero aprendiendo del pasado.
Que tiempos aquellos tan tranquilos, pero aunque me encante verlo creo que no lo cambiaría; eso de querer saber una cosa, abrir el portátil, encender internet y entrar en un mundo con tantas ventanas para poder asomarte, ni podría ni querría cambiarlo!!!!!!
ResponEliminaGracias Joan, por compartir artículos tan interesantes e historias tan bellas. Me parece imposible que nadie que haya visto "La Huella de Carmela", no haya dejado fluir sus recuerdos dibujando en sus labios una cálida sonrisa, humedecida quizás por una lágrima que recorre la comisura de la boca, que cae sobre la huella que dejaron en nosotros nuestros seres más queridos en nuestras vidas. Es el legado de nuestros abuelos, de nuestros padres y que nos guía el camino....aunque posiblemente, al igual que cuando desobedecíamos cuando éramos niños, pero estaban ellos para corregirnos, en algún momento nos hayamos apartado de él, y es por ello que les pido perdón, y rectifico por el amor que les tengo y por la razón que tenían. Desde aquí quiero decirles Gracias, gracias y gracias, por todos los valores y principios que me transmitieron que nunca se olvidan, porque son cosas que no se estudian, sino que se aprenden, y quienes lo enseñan lo hacen con tanto amor, paciencia y comprensión y con la esperanza que no se nos olvide, y es por eso que al hacerlo de esa manera nos dejan su huella. Por ello siempre tenemos presente esos valores, y esas costumbres también, que funcionan muchas veces mejor que algunos adelantos de estos tiempos. Últimamente se está poniendo en cuestión la nocividad para nuestra salud de ciertos productos aromáticos del hogar, sin embargo de lo que sí podemos estar seguros es que ese limón con clavos, esa lavanda o laurel cogida del campo, y envuelta en un paños de algodón , no pueden traer más que beneficios a nuestra salud. Ese jabón casero que hasta los dermatólogos recomiendan para nuestra piel....ese sacrificio y altruismo en el seno familiar y que tanto se está perdiendo en la actualidad, en esta sociedad donde prima tanto el YO. Maravilloso recuerdos, gracias de nuevo Joan...
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