Como su propio nombre indica el TOC (Trastorno
Obsesivo Compulsivo), es un desorden de ansiedad que está conformado por dos
componentes principales: obsesiones y compulsiones.
Las obsesiones son pensamientos persistentes,
imágenes, impulsos o ideas, que son experimentados como inapropiados y que
generan ansiedad o estrés, y cuyo resultado en el paciente es la sensación de
falta de control y un alto grado de malestar subjetivo.
Las compulsiones se definen como conductas o actos
mentales repetitivos y estereotipados, que frecuentemente se ejecutan como
respuesta a una obsesión y con la finalidad de prevenir o reducir el malestar
que ésta genera. Una compulsión, generalmente, va acompañada de una urgencia
irresistible por realizar un ritual.
Algunas de las compulsiones más comunes son: rituales de lavado,
comprobaciones constantes y reiterativas, repetición de frases, orden exagerado
o acumulación, mientras que en otros casos se perciben rituales mentales o
encubiertos, como la reproducción de palabras o frases asociadas a
supersticiones.
Neil Hilborn, joven poeta norteamericano, padece
el Trastorno Obsesivo Compulsivo y esta enfermedad es la que le ha hecho
favorito de los medios de comunicación, aunque bien podría haber destacado solo
por su capacidad artística. El pasado mes de agosto y durante las finales
individuales del concurso “Rustbelt Regional Poetry Slam”, su poema titulado
"OCD" (las siglas de TOC en ingles) se convirtió en una sensación
viral por este video subido a youtube
El singular artista conmovió a todos con su poema
en el cual, a través de la repetición y la teatralidad, representa una imagen
dolorosa y al mismo tiempo hermosa del mal que padece. Hilborn explicó que el
poema fue escrito en 2011 y que si bien la mayoría de los tics que se ven
durante su exposición son intencionales, algunos también son plenamente reales.
EL DESGARRADOR POEMA DE AMOR DE UN "OBSESIVO
COMPULSIVO"
*(Neil Hilborn, un poeta estadounidense que sufre
de trastorno obsesivo compulsivo)
“La primera
vez que la vi…
Todo en mi
cabeza se silenció
Todos los
tics, las imágenes constantes desaparecieron.
Cuando tienes
trastorno obsesivo compulsivo en realidad no tienes momentos callados.
Inclusive en
la cama estoy pensando:
¿Cerré las
puertas? Sí
¿Me lavé las
manos? Sí
¿Cerré las
puertas? Sí
¿Me lavé las
manos? Sí
Pero cuando la
vi, la única cosa en la que pude pensar fue en la curva de la horquilla de sus
labios.
O la pestaña
en su mejilla,
La pestaña en
su mejilla.
La pestaña en
su mejilla.
Sabía que
debía hablar con ella
La invité a
salir seis veces en treinta segundos.
Ella dijo que
sí después de la tercera,
pero ninguna
de las veces que pregunté se sintió bien así que tenía que seguir haciéndolo.
En nuestra
primera cita,
pasé más
tiempo organizando mi comida por colores de lo que pasé comiéndola o hablando
con ella.
Pero le
encantó.
Le encantaba
que tuviera que besarla para despedirme 16 veces, o 24 si era miércoles.
Le encantaba
que me tomaba todo el tiempo caminar hacia casa porque había muchas grietas en
la banqueta.
Cuando nos
mudamos juntos ella dijo que se sentía segura,
como si nadie
nos fuera a robar porque definitivamente había cerrado la puerta 18 veces,
Yo siempre
veía su boca cuando hablab.–
Cuando
hablaba.
Cuando
hablaba.
Cuando
hablaba.
Cuando
hablaba;
Cuando me dijo
que me amaba, su boca se curveaba hacia arriba en los bordes.
En la noche
ella se acostaba en la cama y me veía apagar todas las luces, y prenderlas, y
apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas,
y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y
prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas, y prenderlas, y apagarlas,
y prenderlas, y apagarlas.
Ella cerraba
los ojos y se imaginaba que los días y las noches pasaban frente a ella.
Algunas
mañanas empezaba a besarla para despedirme y ella sólo se iba porque estaba
haciéndola llegar tarde al trabajo.
Cuando me
detenía en las grietas de la banqueta ella seguía caminando.
Cuando me
decía que me amaba su boca era una línea recta.
Me dijo que
estaba tomando mucho de su tiempo.
La semana
pasada empezó a dormir en casa de su madre.
Me dijo que
nunca debió dejarme apegarme tanto a ella; que todo esto fue un error,
pero… ¡¿Cómo
podría ser un error que no tenga que lavarme las manos después de tocarla?!
El amor no es
un error y me está matando que ella pueda salirse de esto y yo no.
No puedo.
No puedo salir
y encontrar a alguien nuevo porque siempre pienso en ella.
Usualmente,
cuando me obsesiono con algo, veo gérmenes escabulléndose en mi piel.
Me veo a mí
mismo siendo atropellado por una infinita línea de coches.
Y ella fue la
primera cosa hermosa en la que alguna vez me he estancado.
Quiero
despertar todas las mañanas pensando en la manera en la que agarra el volante.
Cómo mueve las
manijas de la regadera como si estuviera abriendo una caja fuerte.
En cómo sopla
las velas.
cómo sopla las
velas.
cómo sopla las
velas.
cómo sopla las
velas.
cómo sopla…
Ahora sólo
pienso en quién más está besándola.
No puedo
respirar porque él sólo la besa una vez– ¡No le importa si es perfecto!
La quiero de
regreso tanto que…
Dejo la puerta
sin cerrar.
Dejo las luces
prendidas”.
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