Tengo 35 años. Nací en Líbano y vivo en Montreal con mi pareja. Estoy
posdoctorado en radiocirugía, especialista en física nuclear y neuropsicología.
Soy investigador y jefe de radiocirugía del
hospital Maisotmeuve-Rosemont y docente de neurología. La verdad está en
todo.
SOMOS VACÍO
Lo dijo Saint-Exupéry: lo esencial es invisible a los ojos, y el
doctor Boukaram lo argumenta científicamente en El poder anticáncer de las
emociones (Luciérnaga). Dice que vivimos en un mundo esencialmente
inmaterial y recoge investigaciones interesantísimas que demuestran, por
ejemplo, que la luz del sol es esencial para nuestra supervívencia y que ayuda
a combatir el cáncer, que pasear por bosques mejora el sistema imnunológico y
que en Europa un caso de cáncer de cada siete podría evitarse cada año si la
gente hiciera ejercicio. Pero lo más sorprendente es descubrir que somos
básicamente vacío y que el universo está reflejado en cada una de nuestras
células.
Ciencias como la epigenética y
la física cuántica sacuden los fundamentos de la vida que creíamos conocer.
Empecemos por analizar lo que somos. Los átomos forman la totalidad del mundo
físico que conocemos, incluyendo cada célula de nuestro cuerpo. El núcleo del
átomo lo forman protones y neutrones y a su alrededor giran los electrones.
¿Como un sistema planetario?
Sí, y como en el sistema solar
una enorme distancia separa los electrones del núcleo; eso significa que el
mundo material se compone principalmente de vacío.
Entonces nosotros también estamos
constituidos principalmente de vacío.
Rotundamente sí. Y
recientemente se ha descubierto que en el interior del átomo existen otras
partículas subatómicas formadas por pequeñas cuerdas de energía que vibran
(teoría de las cuerdas), es decir que no estamos formados por partículas
físicas: La materia parece ser una ilusión.
Eso nunca lo he entendido.
Ya lo dijo Einstein: el mundo
físico no es sino una manifestación del mundo inmateríal. Emociones y pensamientos generan ondas que
pueden materializarse en el mundo físico. Piense en los nuevos
videojuegos que se controlan con la mente: el casco de electrodos sirve como
una interfaz para convertir la información mental en órdenes.
¿Qué nos dice la epigenética?
Que el ADN de las células se
adapta al entorno (bioquímico, social, ambiental, emocional,
electromagnético...), de manera que podemos modificar nuestro ADN, porque el
entorno inmediato de nuestras células somos nosotros mismos.
¿Somos un micromundo?
Vemos nuestra piel como algo sólido que nos separa de lo demás,
pero en realidad nuestras células, átomos, piel y cuerpo interactúan con el
universo.
Muy poético. ¿Puede explicármelo?
Todo, materia incluida, se
compone de haces de energía que vibran. Las vibraciones son información
codificada organizada en sistemas. Las moléculas forman la célula, las células, órganos; los
órganos, sistemas (locomotor, digestivo, respiratorio), y los sistemas, el ser
humano. Los humanos forman poblaciones que componen el planeta, los
planetas forman el sistema solar, los diferentes sistemas solares forman
galaxias...
¿Como muñecas rusas?
Exacto: cada pieza del universo
ya contiene en sí misma el mundo en el que se refleja a pequeña escala. Somos un todo y
todo está interconectado. De hecho, la física cuántica ha demostrado
que nuestros más pequeños componentes se comunican entre sí con el resto del
universo al mismo tiempo. Es el fenómeno del entrelazamiento cuántico.
¿Pero de qué nos sirve comprenderlo?
Los sentidos nos crean la
ilusión de que vivimos en un mundo material, y así nos convertimos en
prisioneros de ese mundo construido por nosotros mismos y perdemos capacidades
esenciales como la de regeneramos.
Es teoría.
El doctor Meryl Rose injertó en
salamandras tumores cancerosos y luego amputó los miembros enfermos. Las
extremidades volvieron a crecer a los pocos días y no quedaba ni rastro de
células negativas. Hay una fuerza transmitida a través de los nervios que actúa
milagrosamente y cura el cáncer.
Hay muchos científicos investigando
ese tema, puede que algún día...
Otro fenómeno interesante es la
resonancia: cuando se tañe la cuerda de una guitarra las otras vibran con la
misma frecuencia sin que nadie las toque. La resonancia es un medio de
comunicación instantáneo. Transmitimos nuestros pensamientos a nuestras células por
ese principio, y eso afecta a nuestro entorno y a todo nuestro cuerpo, índuido
el ADN.
¿Qué otras informaciones debemos
incorporar?
La glándula pineal es nuestro
reloj interno, nuestro detector de luz: después de haber estado expuestos a la
luz, segrega melatonina, la hormona reguladora del sueño. Es decir que lo que
regula la producción de la hormona, una molécula, es la luz, lo inmaterial.
El cáncer es una enfermedad multifactorial.
Pero las características determinantes que nos predisponen al
cáncer son la desesperación y la represión de las emociones. Para
prevenirlo deberíamos aprender a tomarnos las cosas mucho menos en serio.
Gestionar la mente es probablemente la mejor protección contra el cáncer.
¿Cuáles son sus conclusiones?
La célula también reacciona al sufrimiento según un modo de
supervivencia.
El cáncer se
produce cuando el equilibrio celular está en peligro. Ahora sabemos que el
mundo físico es la punta del iceberg de un mundo esencialmente inmaterial. Pero
el ego, que controla el funcionamiento social, nos impide comprenderlo en su
amplitud. Fíjese...
Dígame.
Es interesante observar que las células cancerosas, desligadas
de su entorno, se comportan de manera similar al ego.
Un artículo por demás interesante, abre esperanzas y posibilidades, en lo que respecta a gestíonar los pensamientos y las emociones es un cometido interesante que debemos abordar con mayor frecuencia. Ponernos en contacto con este tipo de estudio o investigaciones cambian las espectativas que existen respecto de la enfermedad. Gracias
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