Tengo 48 años. Soy de Barcelona. Soy psicóloga. Estoy divorciada y tengo una hija, Mannya (19). ¿Política?
Debería ser el arte de la convivencia. Creo en el
absoluto. Aplico técnicas de bioinformación (biofeedback) para adiestrar
a pacientes en equilibrar sus variables vitales.
Barthe me muestra en una
pantalla gráficas de variables fisiológicas (tensión arterial, ritmo cardiaco,
frecuencia hertziana...) de pacientes que mejoran tras aprender a sosegar emociones.
Resumen: tu
personalidad (cómo piensas y sientes) condiciona tu bioquímica, o sea, tu
inmunidad. Monitorizar estas variables (bioinformación, se llama)
ayuda a modular pensamientos, emociones y conductas en tu favor. Barthe
(EmmaBarthe.com) dirigió el departamento de psicología de la Asociación
Española contra el Cáncer de Madrid y la atención psicológica al paciente
oncológico de la Fundació Oncolliga de Terrassa, y publica Cáncer, más allá de la enfermedad (obelisco)
Cómo es la palabreja?
Psiconeuroendocrinoinmunología.
Buf... ¿Qué describe?
La rama de la medicina que
estudia las interrelaciones entre la psique y los sistemas nervioso, endocrino
e inmunológico.
El sistema inmunológico está de moda.
Con razón: cuanto más
tonificado lo tengas, más resistente serás a los tumores.
Llega un fármaco que fortalecerá el
sistema inmunitario contra cánceres, dicen.
¡Bienvenido! Pero, entre tanto,
puedes fortalecerlo tú mismo con algunas prácticas.
¡Adelante! ¿Qué prácticas?
La respiración diafragmática es
una. Y potentísima: ¡rebaja súbitamente la frecuencia eléctrica de tu cerebro
en varios hertzios!
¿Y eso es bueno?
¡Sanisimo! Te sosiega, y así
dejas de producir endorfinas que estresan y lesionan tu sistema inmunitario.
Practícala... y equilibrarás todas tus variables fisiológicas. ¡Pura salud!
¡Enséñeme a hacerlo!
La 6-3-9, la llamo: siéntate,
cierra los ojos... Ajá, ya.
Coloca una mano sobre el
vientre, para notar cómo el aire entra y sale. Y ahora inspira aire por la
nariz durante seis segundos, dirigiéndolo al vientre...
Tu mano sube: bien. Retén el
aire durante tres segundos.
Y ahora espíralo por la boca
durante nueve segundos.
La mano desciende: bien, bien...
Deja pasar tres segundos sin aire.
Y vuelve a inspirar aire,
profunda y leeeeentamente.., durante seis segundos.
Repite el ejercicio cada día
durante diez minutos y ¡reforzarás tu sistema inmunitario!
¿Sí? ¿Así de fácil?
Te apaciguas: puedo medírtelo
con electrodos. Aquietas tu frecuencia hertziana cerebral, estás sosegando
emociones. Y esto es garantía de salud. Cada estado emocional provoca estados bioquímicos y
fisiológicos.
¿Y puede medirlo en hertzios, dice?
La actividad cerebral se mide
eléctricamente, sí: ¡un cerebro a 40 hertzios es lo peor!
¿Qué significan esos 40 hertzios?
Fase de histeria o pánico, con
pérdida de control o agresividad: ¡ahí puedes matar!
Conviene bajar la frecuencia, pues...
Haz el ejercicio 6-3-9 cada día
(diez minutos): adiestras tu cerebro y costará más que suba a 40 hertzios. Si
estás a 18 hertzios, bajarás rápido a 15 o 12, y eso es maravilloso.
¿Por qué?
Entre 30 V 18 hertzios estás tenso,
confuso, irritable. Entre 18 y 15, vigilante, con atención consciente y
razonamiento lógico.
¿Y si bajo a los 12 hertzios?
Entre 12 y 8 hertzios, estás
relajado mental y muscularmente: perceptivo para el estudio y apto para rendir
bien en el deporte.
Y si continúo bajando hertzios, ¿qué?
A menos hertzios, más sosiego y
conexión con tu salud. Entre 8 y 3 hertzios se experimenta una relajación
profunda: es el estado meditativo, muy creativo... ¡Ahí creas salud!
Y más abajo aún, ¿qué?
De 3 a 0,1 hertzios, estado
hipnótico o sueño profundo: se reparan células, se reestructura la mente y ¡se
refuerza la inmunidad!
¿Y podría descender aún más hertzios?
Sí: hasta un estado de éxtasis
místico, sin espacio-tiempo ni ego..., ¡plenitud absoluta!
Total que puedo crear mi salud, ¿no?
Tu salud es la función entre la agresión del entorno y la
vulnerabilidad de tu organismo, ¡y está claro que tú puedes fortalecerlo!
¿Cerrando los ojos y respirando...?
Una emoción positiva aumenta la inmunoglobulina y la actividad
de los linfocitos, que atacan células cancerosas. Así que cierra los ojos... v
visualiza escenas e imagina situaciones relajantes y benéficas para ti, pues
para tu cerebro... ¡es igual imaginado que real!
¿Hay escenas que me aconseje
visualizar o imaginar, para ser más efectivo?
Si tienes un tumor en un
órgano, visualiza ese órgano, imagina que lo bañas en luz... e intenta ver cómo
va limpiándose y sanando. O, metafóricamente, puedes imaginar el tumor como una
hamburguesa..., ¡y tus linfocitos como pirañas que van devorándola!
¿Y eso afectará al tumor?
Te certifico que reforzarás tu
bioquímica inmunitaria: sosiégate, hazlo desde un estado meditativo, creativo,
entre 8 y 3 hertzios...
¿La salud es espejo del alma?
Las llamadas remisiones
espontáneas de tumores existen, pero no son milagros: un día comprenderemos
bien sus mecanismos. Aunque se nos escape su sentido profundo: ¿cómo explicar
la enfermedad en un bebé?
Sólo científicamente, supongo.
O también desde un plano
existencial, porque ¡todo es para algo! Si se trata de vivir..., apegarse no es
vivir. Vivir
es... experimentar y saborear todo lo que sucede: ¡todo!
¿Incluida la enfermedad?
Sí. Y la pérdida. ¡La enfermedad viene a enseñarte o a llevarte!
Una de dos. Vívelo así... ¡y habrás vencido! Pase lo que pase.
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