¿Qué pasaría si te
reencontraras con un viejo amor o porque no, el amor de tu vida, 23 años
después?
En los años setenta, la artista
serbia Marina Abramovic mantuvo una
intensa relación de amor con su pareja, el alemán Ulay.
Pasaron varios años juntos,
realizando toda clase de performances por el mundo. En 1988, cuando su relación
ya no daba para más, llevaron a cabo su última acción, titulada Los Amantes.
Cada uno camino 2.500 kilómetros desde lados opuestos de la Gran Muralla China
hasta encontrarse en el medio, abrazarse y no volver a verse nunca más.
23 años después, cuando Marina
Abramovic ya era una artista consagrada, el Museo de Arte Moderno de Nueva York
(MoMA) le dedicó una retrospectiva a su obra denominada The Artist is Present
(La Artista está Presente). Dentro de la misma, Marina compartía un minuto en
silencio con cada extraño que se sentaba frente a ella.
Ulay
llegó sin que ella lo supiera, y esto fue lo que pasó.
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