Aprendí que cada logro alguna vez fue considerado
imposible.
Aprendí que nada de valor se obtiene sin esfuerzo.
Aprendí que la expectativa es con frecuencia mejor
que el suceso en sí.
Aprendí que aun cuando tengo molestias, no
necesito ser una molestia.
Aprendí que nunca hay que dormirse sin resolver
una discusión pendiente.
Aprendí que no debemos mirar atrás, excepto para
aprender.
Aprendí que cuando alguien aclara que se trata de
principios y no de dinero, por lo general se trata de dinero.
Aprendí que hay que luchar por las cosas en las
que creemos.
Aprendí que las personas son tan felices como
deciden serlo.
Aprendí que la mejor y más rápida manera de
apreciar a otras personas es tratar de hacer su trabajo.
Aprendí que los días pueden ser largos, pero la
vida es corta.
Aprendí que si tu vida está libre de fracasos, es
porque no has arriesgado lo suficiente.
Aprendí que es bueno estar satisfecho con lo que
tenemos, pero nunca con lo que somos.
Aprendí que podemos ganar un centavo en forma
deshonesta, pero que más tarde este nos costará una fortuna.
Aprendí que debo ganar el dinero antes de
gastarlo.
Aprendí que debemos apreciar a nuestros hijos por
lo que son y no por lo que deseamos que sean.
Aprendí que el odio es como el ácido: destruye el
recipiente que lo contiene.
Aprendí que planear una venganza sólo permite que
las personas que nos hirieron lo hagan por más tiempo.
Aprendí que las personas tienen tanta prisa por
lograr una “buena vida” que con frecuencia la vida pasa a su lado y no la ven.
Aprendí a no dejar de mirar hacia el futuro; que todavía
hay muchos buenos libros para leer, puestas de sol que ver, amigos que visitar,
gente a quien amar y viejos perros con quienes pasear.
Aprendí que todavía tengo mucho que aprender.
Ida Bianchi y Vicente López, de Rotolatinos,
Argentina.
M'encanta! i quan per aprendre!! Comparteixo!
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