Tengo 53 años. Nací en Barcelona y vivo en Madrid. Divorciado,
tengo dos hijos de 7 y 5 años. Estudié cine en Los
Ángeles y teatro en Madrid. La clase política trabaja muchas hora; para
lo que le interesa: mantenerse en el poder. Soy
agnóstico y simpatizo con el budismo.
SIN
PRESUNCIÓN
En 1993 estrenó Mí hermano del
alma en el festival de Berlín. Empezó con buen pie. Le siguieron mas
éxitos como Extasis,
series para la televisión estadounidense y teatro (El hombre elefante o
Cioser...). El 18 de octubre estrenará Todas las mujeres, protagonizada por Eduard
Fernández, y en el Teatre Lliure Recortes: "Dos textos escoceses que tienen que ver con la
cosa". Además de impartir clases en el ECAM, ha encontrado
tiempo para fundar Vecinos por Torrelodones: “Querían enladrillar los montes y como no
hacían caso a la negativa de los vecinos decidimos instituirnos como partido
político y entrar en las salas donde se deciden las cosas. Estamos
gobernando".
Vivía en una casa grande llena
de hermanos.
Ese es un buen comienzo.
Éramos nueve y yo era de los
pequeños, así que tenía muchos espejos en los que mirarme y a los que querer
parecerme.
Su primera película se llama Mi
hermano dei alma.
Mis hermanos eran la identidad.
Pero lo que yo cuento en esa película tiene que ver con lo que representamos y
lo que somos verdaderamente. Las fachadas, casi siempre, ocultan algo tras
ellas. Pero yo era muy ingenuo.
Se creía las fachadas.
Sí, hasta darme cuenta de que
todo es mucho más complejo. Estamos hechos de capas y capas. El underdog,
el perro callejero, es un personaje que rechazamos en la vida real pero que nos
encanta en el cine.
Somos conservadores.
También me marcó el internado,
toda esa cosa del pecado, la culpa, la moral, los silencios... te condiciona.
En la época, en España, se creía que los colegios de curas eran lo mejor. Pero
lo que había detrás de esafachada, de esas sotanas, era muy oscuro.
El internado debía de tener otros
ángulos.
Sí, los hermanos y los amigos
escapando de esa educación que pretendía que los niños se comportaran como
adultos, y en esa educación seguimos estando. Cuando lo saludable sería que los adultos
nos comportáramos más como los niños. Eso es el teatro.
Jugar a ser otro.
A pesar de los recortes hay
algo que no cuesta dinero, y es jugar. De niño con un aro y un palo echabas el
día entero. Para hacer teatro basta un entarimado.
El cine pide más.
El cine ya no es cool, ahora
está de moda colgar tus cosillas en internet, y eso es fuerte vivirlo cuando te
dedicas al cine.
¿Cuándo decidió dedicarse?
Cuando murió mi hermano
Benjamín. Él tenía 24 años y yo 20. Creo que unos continuamos las obras de
otros. Benjamín era un apasionado del cine y yo seguí sus pasos. Sin querer ser
trascendental fue una manera de hacer posible lo imposible.
...
Estamos muy limitados por la realidad que nos creamos y el cine
nos permite crear otra.
Triunfó a los 32 años.
Me dieron un Goya al mejor director
novel por Mi hermano del alma, y eso supuso un cambio en mi vida: empecé a
creer que era posible hacer cine.
Se le han muerto dos hermanos.
Es un dolor que no se va jamás,
lo único que puedes hacer es ir reubicándolo. Los judíos tienen un ritual fantástico
para eso: dedican media hora al día a la persona que han perdido para poder
funcionar el resto de la jornada. Aprendes el vive hoy pero ya.
¿Usted ya sabe?
Ahora me doy cuenta de que no
puedo perder el tiempo con enfados y peleas, probablemente el tiempo que tardas
en arreglarlo es necesario, pero hay atajos para cuestionar ese enconamiento, y
todo eso se
aprende con la pérdida, sin ella, lamentablemente, no aprendemos avalorar todo
lo demás.
En su cine ha contado usted mucho
sobre hombres.
Yo había vivido siempre entre
tíos y era el mundo que conocía.
¿Y cómo es?
Está lleno de testosterona:
somos violentos, invasivos, muy hacia fuera; y en la adolescencia comienza una
obsesión por el sexo, es como una necesidad imperiosa. Y se nos ha educado a
percibir a las mujeres como objetos, es una cuestión social.
Ahora en su cine habla de mujeres.
Todos somos frágiles, pero los hombres
negamos nuestra fragilidad, jamás hablamos de ella con otro hombre. Lo nuestro es
la huida hacia delante, y eso nos debilita.
En su última película retrata a un
hombre que miente.
Me llama la atención la incapacidad que tenemos para mirarnos a
nosotros mismos.
Siempre estamos esperando a que alguien nos resuelva las cosas. Las mujeres se
saben frágiles y eso es lo que las hace fuertes. Pero bueno, luego
están las particularidades.
¿En quién está pensando?
Me parece mucho más femenino
Rajoy que Esperanza Aguirre o que Ana Botella.
¿Qué otras cosas le conforman?
Haber vivido mucho tiempo fuera
(en California y en Canadá), alejado de esta especie de maraña que construimos
aquí. Lo echo de menos. Sin renegar de las partes luminosas y creativas, pero
España es autodestructiva, como la gente que escoge beber mucho y le echa la
culpa al destino.
Muchos optan por marcharse.
En una semana se han cerrado
tres teatros en Madrid. Pese a ello hay una explosión de creatividad, han
crecido teatros como hongos, igual que en Buenos Aires, Nueva York o Londres.
Nacen de la necesidad.
Se ha hecho mucha porquería al abrigo
de las subvenciones.
Las subvenciones son para los
cazaprimas, romper esa dinámica es bueno.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada