
Cualquiera que no ostente alguno de estos cinco
permisos no es una persona. Será, con toda seguridad, un ser humano, tal vez
también un individuo, pero … una persona NO. Ser persona es mucho más.
Estos son los cinco permisos inherentes a ser
persona:
1. Me concedo a mí mismo el permiso de estar y de
ser quien soy, en lugar de creer que debo esperar a que otro determine dónde yo
debería estar o cómo debería ser.
2. Me concedo a mí mismo el permiso de sentir lo
que siento, en vez de sentir lo que otros sentirían en mi lugar.
3. Me concedo a mí mismo el permiso de pensar lo
que pienso y también el derecho de decirlo, si quiero, o de callármelo, si es
que así me conviene.
4. Me concedo a mí mismo el permiso de correr los
riesgos que yo decida correr, con la única condición de aceptar pagar yo mismo
los precios de esos riesgos.
5. Me concedo a mí mismo el permiso de buscar lo
que yo creo que necesito del mundo, en lugar de esperar que alguien más me dé
el permiso para obtenerlo.
Virginia
Satir.
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada