El dueño de un pequeño negocio, amigo del gran
poeta brasileño Olavo Bilac, cierto día lo encontró en la calle y le dijo:
—Señor
Bilac, necesito vender mi casa, la que usted tan bien conoce. ¿Podría ayudarme
a redactar el aviso para el diario?
Olavo Bilac tomó lápiz y papel y escribió:
“Se
vende encantadora propiedad, donde cantan los pájaros al amanecer en las
extensas arboledas, rodeado por las cristalinas aguas de un lindo riachuelo. La
casa, bañada por el sol naciente, ofrece la sombra tranquila de las tardes en
el balcón”.
Algunos meses después, el poeta se encontró con el
comerciante amigo y le preguntó si ya había vendido el lugar.
—No
pensé más en eso —dijo el hombre—. Después que leí el aviso me di cuenta de la
maravilla que tenía.
¿Cuántas veces no sabemos apreciar lo que tenemos y vamos tras
otras cosas, metas o personas? ¿Hemos hecho el inventario de todas las cosas
maravillosas que nos rodean?
Extracto del
libro:
La culpa es de
la vaca 2a parte
Lopera y
Bernal
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada