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1. Aíslate. No hay nada como alejarse de
todos los distractores para que el cerebro pueda pensar sin presión. Pensar en
lo que quieres hacer y cómo lo quieres hacer requiere tiempo. Si no te sientes
bien con el tipo de vida que llevas, necesitas pensar, y para poder hacerlo con
claridad, cuantas menos interrupciones tengas, mejor. Aislarte puede ser cosa
de una mañana, un fin de semana o incluso unas mini vacaciones solo. No tengas
miedo a la soledad, nadie te va a juzgar por ir sin compañía por la playa,
nadie va a pensar "anda, mira este hombre solo". La libertad de estar solo, sin que nadie
dependa de ti por un tiempo, sin tener que hacer una llamada ni dar
explicaciones, es muy placentera.
2. Escribe. Al estar aislado -y cuando
digo aislado me refiero también al contacto con el teléfono-, brotarán cientos
de ideas, palabras e imágenes en tu cabeza. Fantasea con ello, deja que tu
cerebro hile una idea con otra, imagina cómo sería una vida diferente, qué
tendrías que hacer, en qué tendrías que formarte, qué tipo de contactos
necesitas, etc. Anótalo todo en una libreta para que luego puedas darle forma. El cerebro
consigue ser creativo cuando le damos tiempo y espacio para pensar.
Si está sobreestimulado con los mensajes que tiene que contestar y ocupado
leyendo todo lo que pone en las redes sociales, le bloqueas la imaginación.
3. Tienes una varita mágica. Imagina que
puedes hacer magia, que puedes pedir deseos. ¿Qué pedirías a nivel personal,
profesional, de pareja, familiar y social? La mayoría de personas fantasean con
lo que harían si les tocase la lotería, y cuando escriben sobre papel cómo
sería su mundo ideal, resulta que está más cerca y más a la mano de lo que
ellos imaginaban.
4. Pide consejos, pero no decidas en función
de los deseos de los demás. Pedir consejo a personas sensatas es una forma de
ampliar tu horizonte y valorar tu decisión con más objetividad. Pero no
dependas de su aprobación. Cada uno tiene su vida y su escala de valores, sus
responsabilidades y su modo de ser. Lo que los otros opinan que es bueno para ti está basado
en sus experiencias, pero no en las tuyas ni en tus necesidades.

6. No bajes la guardia a la primera dificultad.
Hay personas que no admiten un no o se frustran con el primer fracaso. Se
excusan con que ellos no son tan fuertes, ni tan perseverantes y en que todos
no somos iguales. Es cierto que somos diferentes, pero los valores y la actitud
se entrenan. Si coges la experiencia de abandonar a la primera adversidad, no
serás capaz de esforzarte en ninguna situación. Cuando las cosas no salgan como
tenías planificado, solo tienes que plantearte cómo cambiar la estrategia, cómo
intentarlo de forma distinta, qué otra puerta puedes tocar. En definitiva, reorientar tus
planes, pero no abandonarlos. Y aprende a convivir con la dificultad.
7. No digas que no puedes. Sí puedes, lo
que no tienes es la voluntad o el nivel de esfuerzo suficientes. Muchas son las
personas que desean conseguir cosas, pero pocas son las que se esfuerzan por
ellas. Un claro ejemplo son las dietas, las personas que quieren hacer deporte,
las que desean formarse, pero no encuentran el momento, el tiempo o siempre
tienen una excusa para no hacerlo. Eso sí, te dicen que en el momento que se
pongan, lo conseguirán. ¿Pero cuándo vas a hacerlo? No existe el momento perfecto. El momento
es este.
8. No te dejes arrastrar solo por el corazón.
La pasión es un ingrediente imprescindible cuando alguien inicia un nuevo
proyecto. Pero eres padre, madre, persona que paga una hipoteca, trabajador,
etc. No puedes desatender tus responsabilidades solo porque este nuevo proyecto
te llevará a la felicidad: lo tienes que compaginar. El sentido común y el sentido reflexivo te
ayudarán a no perder la cabeza en pro de un sueño. Ser feliz SÍ,
pero atendiendo las prioridades. Poco a poco y a medida que avance tu sueño,
podrás ir soltando lastre que nada tiene que ver con tu proyecto actual. Igual
durante un tiempo tendrás que compaginar un trabajo que te marchita con una
formación que te apasiona, para que llegado el día, puedas dedicarte de forma
profesional a lo que realmente te motiva.
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10. Piensa de forma útil. Para dar un paso
importante en tu vida tienes que haber evaluado previamente los pros y los
contras. Ahora que has tomado la decisión, deja de pensar en todo lo que puede fracasar y oriéntate
a lo que depende de ti, a las soluciones, a lo que tienes que hacer.
El cerebro funciona de forma más ágil cuando le hablamos en términos útiles:
significa decir
lo que quieres conseguir en lugar de lo que no deseas que pase.
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