El pensador y maestro Jiddu Krishnamurti nos desvela el
significado más profundo de compartir, saber escuchar, estar en sintonía con el
otro. algo muy importante si queremos formar parte de una sociedad justa y
feliz.
LA PALABRA
"compartir" tiene un significado extraordinario. Podemos compartir
dinero, ropa; si tenemos comida, podemos ofrecerla, compartirla con el otro,
pero más allá de eso, difícilmente compartimos con dos demás. Compartir no solo
significa comprender el significado de las palabras y su naturaleza, también
significa comunión. Quizá seamos bastante buenos comunicando algo que tenemos,
queremos o esperamos tener, pero estar en comunión con otro es mucho más
difícil.
Porque estar en comunión significa que la persona que habla y la
que escucha deben tener la misma intensidad y pasión, estar en un
mismo nivel y momento, en un estado en el que la mente ni acepta ni rechaza,
sino que escucha de verdad. Es relativamente fácil estar en comunión
con la naturaleza. Y uno puede estar en comunión con algo si no interfiere
ningún impedimento, verbal o intelectual, entre uno, el observador, y la cosa
observada. Sin embargo, existe un estado, quizá, de mucho afecto, un estado
intenso en el cual ambos están en el mismo nivel, tiempo y con la misma
intensidad. De no ser así, la comunicación no es posible, en especial esa
comunión que, de hecho, es compartir. Este acto de comunión es sorprendente;
ese estado de intensidad transforma la condición total de la mente.
Después de todo, el amor, si puedo usar esta palabra sin
otorgarle ningún significado concreto, solo es posible cuando existe el acto de
compartir,
repito, únicamente es posible cuando existe esa cualidad particular de
intensidad, de comunicación no verbal, en un mismo nivel y en el mismo tiempo. De lo
contrario, no es amor, se convierte en puro sentimentalismo, lo cual no tiene
ningún valor.
Nuestra vida diaria es un acto de transmitir, escuchar y
comprender.
Escuchar es
una de las cosas más difíciles, es un gran arte. Casi nunca
escuchamos porque estamos muy ocupados con nuestros problemas, ideas y
opiniones, con el interminable parloteo de nuestras contradicciones, fantasías,
mitos y ambiciones. Difícilmente prestamos atención, no solo a lo que dice el
otro, sino a los pájaros, a la puesta de sol, al reflejo en el agua. Si uno
sabe escuchar, lo que exige una extraordinaria energía, entonces hay comunión
completa, y el significado de las palabras, su construcción, tienen muy poca
importancia. De
modo que debemos compartir plenamente la verdad o la falsedad de lo que
decimos; y, aunque es muy difícil escuchar, solo escuchando se aprende.
LA relación basada en la necesidad mutua solo genera conflicto; y por muy
interdependientes que seamos los unos de los otros, nos utilizamos mutuamente
para cierto propósito. No puede haber relación siempre que tengamos un objetivo
en mente; en la utilización mutua perdemos el contacto.
Una sociedad que se basa en la
utilización mutua es un terreno abonado para la violencia; cuando utilizamos a
otro, solo tenemos en mente lo que queremos conseguir, y ese objetivo o
ganancia impide la relación, la comunión. Cuando utilizamos a otro, por muy gratificante y cómodo
que pueda ser, siempre hay miedo, y para dejar de sentir ese miedo, poseemos.
De esa posesión nace la envidia, la sospecha, el conflicto permanente, y una
relación así nunca puede llevar a la felicidad.
Una sociedad cuya estructura está basada en la mera necesidad,
sea física o psicológica, alimenta el conflicto, la confusión y la desdicha. La sociedad
es la proyección de uno mismo en relación con otro, una relación en la que
predominan la necesidad y la utilización mutua. Cuando uno utiliza a otro para
su necesidad, física o psicológica, en realidad no existe relación, un
verdadero contacto ni comunicación con el otro. Así pues, es fundamental comprender el
significado de la relación en la vida diaria. ~-
Artículo
extraído y adaptado de Relacionarse. Con el mundo, uno mismo y los demás, Jiddu
Krishnamurti (Kairós).
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SI UNO SABE ESCUCHAR, LO QUE REQUIERE UNA
GRAN ENERGÍA, HAY COMUNIÓN COMPLETA MÁS ALLÁ DE LAS PALABRAS. SOLO ESCUCHANDO
SE APRENDE.
JIDDU
KRISHNAMURTI (1895-1986)
Filósofo, orador, escritor y
educador. Dedicó
su vida a difundir sus enseñanzas, basadas en la convicción de que una transformación
de la sociedad solo se logrará a través de un cambio radical del individuo.
Afirmaba no pertenecer a ninguna religión, clase social o pensamiento
filosófico. Habló en diferentes países del mundo, tanto ante grandes audiencias
como en diálogos personales con distintas personalidades. Recibió la Medalla de
la Paz de la ONU en 1984.
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