¿Le gustaría fabricarse
otra vida? ¿Ser un impostor? De alguna forma, fabular con nuestras vidas está
implícito en nuestros procesos psicológicos. Sepa por qué.
Una decisión tomada por
la mañana, con buen ánimo, será absurda de noche, ya cansados.
Tania
Head
saltó a la fama como impostora. Afirmaba que era una de las supervivientes del
11-S. Según ella, cuando ocurrió la tragedia se encontraba en el piso 78 de la
torre sur del World Trade Center, y se salvó gracias a un hombre que le apagó
las llamas que le devoraban el vestido. A su historia añadía todo lujo de
detalles conmovedores, como el anillo que le dio un hombre que se estaba
muriendo para que se lo entregara a su mujer. Era la que mejor narraba las
vivencias en el atentado, y por ello se convirtió en la presidenta de la Red de
Supervivientes del World Trade Center.
Nada de lo que contaba era
cierto; ni siquiera se encontraba en el edificio. De hecho, Tania Head es en
realidad barcelonesa y su nombre es Alicia
Esteve Head.
Está claro que se trata de un
caso patológico y que era una fabuladora de su propia vida. Las patologías, en
muchos casos, son exageraciones de procesos psicológicos, y por eso nos resulta
fácil ver su fabulación. Sin embargo, de alguna forma todos fabulamos con nuestras vidas, todos
nos construimos nuestra realidad.
Desde que nacemos, nuestra
mente va absorbiendo información. Nuestro cerebro va ordenando, clasificando,
procesando todo lo que nos pasa, y de esta forma va construyendo nuestras
creencias. Vamos a ver las características de nuestros procesos psicológicos
para entender cómo procesamos la información.
EL
FILTRO. La atención selectiva.
En este momento, nuestro
cerebro está captando mucha información: el contacto de la piel con la ropa, el
ruido de fondo, los olores del ambiente...; sin embargo, en este preciso
instante sólo somos conscientes de estas líneas. Así, aunque en nuestro cerebro
entra mucha información, en la conciencia cabe muy poca, y por eso se necesita
un especie de filtro que seleccione qué información va a entrar. La atención
constituye precisamente este filtro. Pero es selectiva. ¿Y en función de qué seleccionamos? En gran
parte, en función de nuestras creencias, nuestros intereses, nuestras
necesidades, etcétera.
LA
BIBLIOTECA. La memoria constructora.
A veces se compara la memoria
con una biblioteca en la que vamos acumulando la información para luego acceder
a ella cuando la necesitamos. Es una mala metáfora de la memoria. Si, por
ejemplo, ahora nos pidieran que relatáramos la última discusión que hemos
tenido con un compañero, grabaran nuestra explicación y nos volvieran a pedir
la descripción de la misma discusión dentro de un mes, seguro que nuestro
relato sería muy diferente y dependería en gran medida de nuestros sentimientos
actuales hacia la persona. Muchas investigaciones demuestran que cuando estamos
bien tendemos a recordar hechos positivos de nuestro pasado, y sucede a la
inversa cuando estamos tristes. Por eso, en parte, muchas veces es tan difícil
salir de una depresión, porque cuanto más deprimidos estamos, más tendencia
tenemos a recordar los episodios negativos de nuestra vida, lo que a su vez más
nos entristece. Es un círculo vicioso.
CATÁSTROFES.
Pensamientos distorsionados.
Albert
Ellis y Aaron Beck,
los padres de la psicología cognitiva, afirmaban que, cuando pensamos,
distorsionamos la información de diferentes maneras. Vamos a ver algunas:
- Filtraje. Se caracteriza porque sólo se ve un elemento de
una situación. Imaginemos a un estudiante que va a recoger un trabajo al
despacho de su profesor. El profesor le comenta que le ha encantado el trabajo
y que lo único que tiene que mejorar es la presentación de la portada. Pues
bien, si este alumno utiliza el filtraje, saldrá totalmente destrozado del
despacho pensando en la dichosa portada, y se obsesionará con ella. No habrá
captado el resto del mensaje, que tiene una gran carga positiva.
- Anticipación de catástrofe. Por
ejemplo, nuestro hijo ha ido de colonias con el autocar, la profesora nos ha
asegurado que a las 19.00 nos telefonearía, y son las 19.05 y todavía no nos ha
llamado. Entonces, la distorsión cognitiva se encarga de hacernos imaginar el
terrible accidente que ha sufrido nuestro pequeño.
- Interpretación del pensamiento.
Sin preguntar, la persona cree saber lo que piensan los demás y por qué se
comportan de la forma que lo hacen. Imaginemos que vamos a cenar con un amigo,
estamos charlando y disfrutando, pero de repente nuestro acompañante nos dice
que tenemos que marcharnos ya porque tiene que irse a dormir pronto, dado que
al día siguiente debe levantarse temprano. Es usual que en circunstancias de
este tipo pensemos algo así como "en realidad, creo que se está aburriendo
enormemente". Y lo peor no es que pensemos esto, sino que luego
actuamos basándonos en nuestro pensamiento distorsionado y quizá decidamos no
proponer ninguna cena más, cuando es muy posible que nos dijera la verdad.
DEL
ROSA AL NEGRO. Las emociones pintoras.
Las emociones son las que dan
el color a las gafas que utilizamos para ver nuestro alrededor. Cuando estamos
tristes, estas gafas son negras; cuando estamos enamorados, rosas... Una decisión
que hemos tomado por la mañana cuando nos sentíamos con un buen estado de
ánimo, nos puede parecer absurda por la noche cuando llegamos cansados a casa. Y la decisión
es la misma; lo que ha cambiado son nuestras emociones.
LA
GRABADORA. Imaginemos y reflexionemos.
Imaginemos que existiera un
aparato que midiera la realidad y nos tradujera los pensamientos que nos
provocan las situaciones que vivimos en datos objetivos. Por ejemplo, si en una
reunión no consiguiéramos el objetivo propuesto y pensáramos algo así como "no hay
manera, no me sale ni una negociación, soy un completo desastre','
el aparato nos presentaría a través de una grabación la situación objetiva: "Este mes
has tenido seis reuniones y sólo en dos no has conseguido las metas
propuestas"
La verdad es que al principio
sería un poco agobiante, porque el aparato nos corregiría constantemente; pero
si lográramos aprender sería un gran paso, porque no sólo conseguiríamos modificar nuestros
pensamientos, sino también las emociones que provocan y los comportamientos
inadecuados que se derivan de los pensamientos negativos. Si
existiera este instrumento medidor de la objetividad, muchas personas no lo
comprarían argumentando que ellas no lo necesitan porque ya son objetivas. Pues
bien, justamente este tipo de sujetos son los que urgentemente lo necesitarían,
porque no darnos cuenta de nuestra subjetividad es la peor barrera para
mejorar. Este aparato no existe, pero sí la oportunidad de observarnos y corregirnos a partir
del conocimiento de los pensamientos distorsionados. Así podríamos construirnos
una realidad más cómoda en la que vivir.
LA
VIDA INTERIOR
“La felicidad es una construcción interior, parte de un paraíso
interno. El paraíso no es ajeno; tu lo
pintas y entras después en él”.
Jorge Carvajal.
EL
ARTE Y LA DISTORSIÓN
Películas:
- Una mente maravillosa, de
Ron Howard.
- Amor ciego, de Bobby y
Peter Farelly.
- Crash, de Paul Haggis.
Novelas:
- Los renglones torcidos de Dios,
de Torcuato Luca de Tena. Planeta, 2000.
- El niño con el pijama de rayas,
de John Boyne. Salamandra, 2007.
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