Llegar a ser feliz, alcanzar la plenitud es la meta que persigue todo ser
humano, pero se hace más cuesta arriba en tiempos de crisis; aún así, la
felicidad se puede pellizcar y de ello da
buena cuenta el médico y coach Mario
Alonso Puig, ganador del Premio Espasa 2013, por "El
cociente agallas".
Es un libro que es un viaje al
interior del ser humano, donde habita esa "felicidad y plenitud", según señala
el autor en una entrevista a Efe, que todos pueden alcanzar cambiando algunas
claves de su vida, adentrándose en su propio potencial como persona y saliendo
de la zona de confort, conocida y familiar. Pero para ese cambio de vida hacen
falta agallas, coraje y, en definitiva, disposición para ser "más
feliz".
(P).-En
estos tiempos de crisis son muchas las personas que tienen que
"reinvertarse", cambiar de trabajo, ¿sería necesario o conveniente
que fuera acompañado de un cambio de actitud ante la vida?
(R).- Por actitud entendemos
cómo una persona se posiciona frente a sus circunstancias, frente a los
distintos desafíos a los que se enfrenta en su vida. Si ante una determinada
situación incómoda, esa persona la evalúa como desfavorable, va a ofrecer una
enorme resistencia que se va a manifestar en un intento de negarla o de
rechazarla. Es entonces cuando se generan emociones del tipo de la ira, la
frustración, el resentimiento o la desesperanza. Estos estados emocionales o
estados de ánimo se asocian a unos cambios muy profundos en el funcionamiento
del cerebro. Hoy se sabe que estos estados emocionales tóxicos, sostenidos en el
tiempo, reducen la inteligencia, la creatividad y la capacidad para aprender.
No parece pues que ello ayude a encontrar un camino para hacer frente con éxito
a los desafíos.
(P).-
¿Cómo lo puede hacer? ¿Cómo puede acercarse a lo nuevo, explorar y ver ese
cambio como una oportunidad para progresar?
(R).- La vida muchas veces no nos da lo que
queremos, sino lo que necesitamos. Esto es con frecuencia muy
difícil de aceptar, porque casi todos tenemos una idea "muy clara" de
lo que necesitamos. Considero que la clave para acercarse a lo nuevo es tener la
humildad de reconocer que no se sabe y avivar el deseo de descubrir y aprender.
Que las
cosas no salgan como ahora queremos, no quiere decir que no puedan acabar
saliendo mejor de lo que nos imaginamos.
(P).-
¿También sería conveniente para las personas desempleadas, en esta época de
crisis, que cambiarán de vida? ¿Que le diría a un parado para que se sintiera
feliz y en plenitud? ¿De dónde puede sacar ese cociente agallas?
(R).- Ser ambicioso
no es opuesto a ser realista. Quien ha perdido su puesto de trabajo sin haber
hecho absolutamente nada para merecerlo, con frecuencia tiene que atravesar lo
que se llama un proceso
de duelo y que transcurre en distintas etapas, que suelen aparecer
de forma sucesiva o a veces combinadas: shock, negación, ira, miedo, tristeza, aceptación,
serenidad, alegría. Hay personas que son más resistentes y en las
cuales, el proceso de duelo dura menos y se recuperan antes. Otras han de
transitar por procesos más largos. Todas sin excepción, se benefician de
cualquier apoyo que les de el sostén necesario en esos difíciles momentos. Una
vez transitado ese periodo de duelo y comprendido que lo que define su valor como persona no es
que tenga o no tenga trabajo, ha de emprender un caminar en el que
explore facetas profesionales que a lo mejor no había explorado jamás. La reinvención
profesional puede ser en algunos contextos la mejor opción de las existentes.
Todo este proceso requiere "agallas", coraje, determinación,
confianza a la hora de explorar esas nuevas opciones y también a la hora de
pedir ayuda y de dejarse ayudar cuando se necesite.
(P).-
Pero ¿tenemos tiempo en esta sociedad tan frenética y acelerada para pararnos a
pensar en qué podemos llegar a la plenitud y la felicidad explorando en nuestro
interior?
(R).- Quien no gestiona su tiempo, tampoco
gestiona su vida. Decir no a algunas cosas es imprescindible para
poder decir sí a otras. Nosotros no tenemos un problema de tiempo, sino de
gestión de prioridades. Si queremos que todo sea una prioridad, entonces nada es
una prioridad. Ser felices y favorecer que otros lo sean no es fácil
e implica abrazar una serie de inseguridades y de incomodidades. Por eso es más
fácil dejarse llevar que tomar más protagonismo en la propia vida.
(P).-¿Cuándo
uno tiene que pararse y decidir dar el paso de cambiar de vida?
(R).- Cuando note en su interior esa llamada
sutil que invita a dejar lo conocido y adentrarse en lo desconocido.
Esa llamada se produce en todos nosotros. Muchas personas están demasiado
ocupadas como para percibirla y otras demasiado asustadas como para seguirla.
Sin embargo esa llamada lo que nos muestra es el camino que hemos de seguir
para que nuestra vida tenga un verdadero sentido, para que afloremos nuestro verdadero
potencial y alcancemos la plenitud.
(P).-
Para dar ese paso, es importante la voluntad, pero ¿cómo se puede ganar fuerza
de voluntad?
(R).- Yo creo que la
voluntad sin una motivación potente es totalmente insuficiente.
Primero necesitamos encontrar algo que de verdad nos inspire y nos mueva
en una dirección en la que maduremos como personas y como profesionales. Luego necesitamos
disciplina para mantenernos en el camino cuando el andar sea
difícil. Es ahí cuando la voluntad juega su principal papel. La voluntad se
ejercita haciendo pequeños actos de voluntad. No es necesario ser grande para empezar,
pero sí es imprescindible empezar para ser grande.
(P).-
Y ¿en qué medida pesa el ser optimista y pesimista?
(R).-Decía Winston Churchill: "Un
pesimista ve un problema en cada oportunidad y un optimista ve una oportunidad
en cada problema"
(P).-¿Qué
variables intervienen para que una persona sea positiva o negativa?
(R).- Hay un elemento genético clarísimo
que depende de si la zona del cerebro dominante es la prefrontal derecha o la
izquierda. Si predomina la derecha, la persona tenderá a ver el vaso medio
vacío. Si predomina la izquierda tenderá a verlo medio lleno. Sin embargo, hay otro
elemento que es la fuerza del carácter, el "Cociente Agallas", es
decir la manera en la que una persona a través de la ilusión, la motivación, la
determinación, la persistencia y la paciencia van transformando su
microarquitectura cerebral y la expresión de sus genes para convertirse en una
persona más entusiasta, serena y capaz.
(P).-¿Cómo
una persona puede pasar de ver el vaso medio vacío a medio lleno? ¿Cómo se
puede entrenar y cultivar para superarse?
(R).- Sonriendo más, utilizando palabras
positivas, enfocándose en lo que está bien y en la manera de mejorar lo que
está mal, practicando ejercicio físico, generando relaciones de encuentro con
los demás, durmiendo entre siete y ocho horas al día, aprendiendo a meditar,
cuidando la alimentación, siendo generoso y buscando como contribuir para
ayudar a otras personas para que ellas también puedan mejorar sus vidas.
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